jueves, febrero 07, 2008

Nueva York sin Queso (El amor sólo son 5 minutos más)

Me levanté como cada día atado a una suerte dormida que ya duraba casi cuatro años. Habían cumplido por fin su condena todos los motivos que te di para marcharme. Llevaba en el bolsillo de mi vieja chaqueta verde los pedazos rotos de la última y única canción que te escribí. Fuiste lo mejor de aquel año 1997 lleno de grandes cosas.
Recuerdo que estábamos en los huesos, muriéndonos de frío en las habitaciones del Hotel Verano. Cambiabas mi mundo de sitio a cada momento, vaciabas unas cosas, rellenabas otras. Cambiaste casi todo en mí. Después fui yo quién quiso de nuevo cambiar y me alejé sin decir nada. Me perdí. Y nunca más he vuelto a recordar el camino hasta ti. Aún así, no ha pasado un solo día en el que no me invente un nuevo mapa para encontrarte.

¿Cuándo vas a volver por aquí?

I´m comming.....

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sé que se trata de pequeñas descargas literarias, pero por qué no lo continuas. Has despertado mi curiosidad.

Anónimo dijo...

La mia también. Y la cervezas para cuando? Tengo ganas de veros!

Sergio dijo...

Nosotros también de verte a ti. Misterioso/a amigo/a.
Es difícil continuar y mucho más este relato en concreto, el cual, pienso que es el más autobiográfico de todos los Nueva Yorkers. Se intentará.
Gracias.

Anónimo dijo...

Soy María! perdón por el anonimato, no me di cuenta. No puedo evitar seguir el blog de vez en cuando, sobretodo ahora con las nuevas colaboraciones. Tenemos unas cañas pendientes!

Sergio dijo...

oh la la , sweet marie. Que grandísimo honor. Suponía que eras tú.
Besitos.Nos vemos pronto no??

Anónimo dijo...

como siempre, insuperable

Anónimo dijo...

El honor es mío. Nos vemos muy pronto. Me voy a Madrid esta semana, cuando vuelva nos tomamos esas cañas. Besos