miércoles, diciembre 24, 2008

Colaboraciones 2008 (The Bootleg Series Vol. 51)



In God we trush

No quería despedir el año sin antes tratar a uno de los personajes que, no sé por qué, se había escapado de estos escritos a los que sin duda pertenece. Sí, este tipo cumple con varios de los requisitos que me llaman la atención de la gente pública, además ser un animal televisivo, condición para que aparezca en estos artículos. Este elemento, puede provocar en nosotros las más encontradas sensaciones, desde el odio más absoluto hasta la carcajada más sincera, pasando entre medias por todo el abanico de sensaciones de las que el ser humano puede ser capaz. Aunque el 2008 no ha sido su año, considero que se hace necesario un breve homenaje al presidente saliente de los Estados Unidos, George W. Bush; ese gran tipo.

Un buen día nos despertamos y resultó que el santón e hiperconservador Al Gore, segundón del picaruelo Clinton, había perdido las elecciones americanas por un posible pucherazo en el Estado de Florida. Lo que en un principio era un escándalo acabó por ser aceptado con resignación, y el nuevo presidente, nuestro amigo Bush, fue recibido con vítores y alegrías (sobre todo por los editores de revistas de humor). Se presentaba ante nosotros alguien cuya cara nos resultaba familiar, un tipo cercano y con aspecto de rudo cowboy. De él sabíamos que era hijo de un expresidente, que había sido gobernador de Texas (lugar donde, gracias a su uso de la silla eléctrica, subió la factura de la luz en todas las penitenciarias) y que, esto sí que es gracioso, era hermano del gobernador de Florida (que casualidad). En fin, lo que parecía un mandatario de transición se ha convirtió en uno de los dirigentes con más personalidad de la historia americana.

Lo primero que hizo este tipo fue irse a su rancho en Texas para tocarse las narices; que si voy a cazar un poco, que si corto un par de troncos para la parrillada del domingo, que si me pongo una camisa de cuadros y un par de botas camperas. Parece ser que el punto, durante la primera etapa de su mandato, se dedicó en cuerpo y alma a las vacaciones y a recuperar su maltrecho cuerpo de la obligada promoción electoral. Pero tras esa sonrisa bobalicona y esa expresión ausente, se escondía alguien que iba a poner en jaque a todos los enemigos de Dios y los EEUU.

El destino se había fijado en nuestro amigo, como los héroes trágicos tuvo que superar los avatares de su tormentosa vida para llegar a ser el dueño del mundo civilizado. Tras reponerse de sus problemas con el alcohol, tras ser detenido, echar a pique varias empresas petroleras y ser detenido en varias ocasiones cayó en manos de un reverendo tejano que le indicó el camino de la beatitud y del triunfo. El primer paso fue echarse al ruedo político, el gobierno de Texas se le quedaba pequeño y decidió concurrir a las elecciones generales. Por supuesto alguien de esta calidad humana no tuvo problemas para alcanzar su meta, quizás fue necesario un pequeño empujón familiar pero nada que merezca la pena ser nombrado.

El 11 de septiembre de 2001 mientras leía uno de sus libros infantiles preferidos se produjo el ataque terrorista a los pilares del mundo occidental, Bush despertó de su letargo y se puso manos a la obra para desfacer el entuerto. Declaró enemigo al eje del mal y se puso a invadir países, el primero fue Afganistán (gracias a Bush todos los americanos ya saben dónde se encuentra), después vendría Irak (aquí contaría con la inestimable ayuda de nuestro carismático José Mari). La vida le sonreía, era el que cortaba el bacalao y era la misión para la que Dios le había elegido.

Todos estos acontecimientos que podrían resultar dramáticos con otro personaje, con George tenían su punto de humor absurdo. Siempre con una sonrisa socarrona le hemos visto atragantarse con una galleta que casi le manda al otro mundo, hemos sido testigos de cómo justificaba la invasión de Irak porque Sadam había intentado matar a su papá e incluso ha sido capaz de sacar su faceta de humorista cuando todo el mundo se hizo eco de la inexistencia de las armas de destrucción masiva que supuestamente había en Irak.

Hoy por hoy le queda poco para abandonar el cargo, dejamos atrás a uno de los dirigentes mundiales más dotado para la pantomima y el mimo. La última perla que nos ha dejado, además de la felicitación navideña realizada por sus perros, ha sido la secuencia en la que esquiva los zapatos lanzados por un periodista iraquí. Gracias a esos reflejos y las declaraciones posteriores en las que aseguraba que “podría jurar que se trataba de un 46”, nos ha legado uno de los intentos de magnicidio más graciosos de la historia de la televisión.
Seguro que echaremos de menos al bueno de Bush, espero que no se aburra mucho en su rancho y le de por invadir al vecino.

Nacho Valdés (Invadido por la navidad)

jueves, diciembre 18, 2008

La Vida Cabe En Una Canción

Inauguro esta nueva sección en la que se invita a los participantes a recordar alguna canción, que por un motivo o otro, les haya dado algo. Quiza, bien podría ser una hermana de "Confesiones del Comandate Stratocaster" o una sobrina de "La Canción de la Semana" pero me apatecía hacerla.
En fin, la canción que desvirga esta sección se llama "Cheap Hotel". Lleva la firma de Ron Sexsmith y, a este que os escribe le incitó a componer su primera canción.

miércoles, diciembre 17, 2008

Confesiones del Comadante Stratocaster Vol. 11

Nanas de rock

Todas las nanas son suaves melodías cantadas por voces dulces que ayudan a sumergirse poco a poco en el mar de la inconsciencia. Al menos así había sido durante siglos.

Hasta que un día el ligero vuelo de un globo de plomo llenó el horizonte, poseyó nuestras almas y el mundo nunca más volvió a ser el mismo. Las distorsiones inverosímiles, los gritos del más allá y los timbales del más acá vinieron a instalarse en esa zona cuántica en que sólo vivimos porque creemos que soñamos.

Normalmente me quedaba sopa cada noche después de dar una vuelta al LP y dejar el volumen hasta que casi oía directamente el vibrar de la aguja… la tecnología aún no había inventado los auriculares y mi madre gritaba mucho cuando se enfadaba.

martes, diciembre 16, 2008

Nueva York sin Queso ( La vuelta a casa ) 1ª Parte

Todos los largos caminos guardan escondidos pequeños agujeros, lugares con sombras y rios caudalosos. Una vez iniciada la marcha, resulta imposible volver atrás. A cada nuevo paso, la luz de nuestra espalda se hace más tenue y lejana . Sin embargo, los hay que se detienen y renuncian al avance, son los conocidos como Corazones Hambrientos. Figuras que se apartaron del camino de manera silenciosa y voluntaria; que consiguieron frenar el engranaje, dar la vuelta a la sartén. Pero de vez en cuando, los pasos de los caídos vuelven a unirse de manera natural con las huellas de los que avanzan. Un cruce de carretera en el que toda tu vida se detiene. De nuevo, ella está ante tus ojos y tú vuelves a estar vivo.

Colaboraciones 2008 (The Bootleg series Vol. 50)


Nochevieja forever

Continuando con la línea navideña de la semana pasada, me gustaría comentar con vosotros uno de los hitos lúdicos con el que la televisión nos ha ido ayudando a superar las temibles cenas familiares de Nochevieja. Como en todo, aquí también se pueden realizar varias lecturas dependiendo del momento vital en el que nos encontremos.

Desde un punto de vista cronológico, puedo decir que en mi más tierna infancia la cena nocheviejera y la posterior gala televisiva era para mí uno de los momentos más festivos del año. Puede sonar triste pero era así, para un niño de menos de diez años este tipo de programas suponían una inyección de humor con la que terminar el año.
Todo empezaba cuando mis padres, que se reservaban esa noche para quedar con sus amigos, nos dejaban a mi hermano y a mí en casa de mis abuelos. Sólo por este hecho la velada ya era algo especial, el salir de casa e ir con unas personas afables y consentidoras ya era motivo de alegría. Pero la cosa no hacía más que empezar: de entrada ya llegábamos en pijama (para ponerle la tarea más fácil a mi abuela) lo cual nos daba una comodidad extra, después tomábamos la cena (esto era un poco bajón ya que mi abuela era una pésima cocinera) y por último las uvas antes de una sesión televisiva de madrugada.

Durante todo el año teníamos que ajustar nuestro horario a las intempestivas horas a las que debíamos levantarnos para ir al colegio, pero esa noche todo cambiaba y las reglas parecían disiparse de manera inexplicable. Se nos permitía ver un programa, en principio para adultos, a unos mocosos que levantábamos menos de metro y medio del suelo. Por supuesto, durante toda la velada nos acompañaban mis abuelos con los que echábamos unas risas gracias a los humoristas casposos que desfilaban por la pantalla. Marianico el corto, Félix el gato, el señor Barragán y demás genios del humor que todos los años se embolsaban un extra gracias a este programa especial de fin de año. Un momento cumbre de estos años fue la actuación de la olvidada Sabrina, que ante la mirada babeante de mi abuelo, hizo que una de sus tetas se escapase de su escueto corsé para deleite de pequeños y mayores.

Con la adolescencia todo comenzó a cambiar, donde antes veía humor comencé a ver estupidez y lo que se me antojaba deslumbrante comenzó a mostrárseme como lo que era, como unos decorados de saldo que intentaban aparentar lujo y ostentación. En esa época, más que el contenido de la gala, lo que me interesaba era sacar algo de pasta extra (a mi padre un año se le ocurrió la feliz idea de que le cantásemos un villancico para conseguir esos ingresos extra. Un mal menor por el que tenía que pasar frente a los invitados a la cena) y aumentar la hora de llegada para poder disfrutar de una noche alocada con mis colegas. Aviso a todos los lectores que los excesos durante esa noche no son nada buenos. Recuerdo una nochevieja en la que mi atracón a comida y licores provocó que cuando llegase a la calle (después de semanas de planificación de la fiesta) no aguantase más de un par de copas ya que vomité toda la cena ante la mirada atónita de mis amigos. Como dato diré que entre los restos de mi estómago todavía podían distinguirse los mariscos, que más que masticados fueron engullidos con toda la voracidad de la que puede ser capaz un adolescente en edad de crecimiento. Al final, perdí la barra libre que había pagado, perdí la cena y gané una noche con terribles dolores de estómago. Por supuesto no volví a casa, faltaría más después de todo lo que había esperado ese momento.

Hoy por hoy la verdad es que no hacemos caso a la televisión, únicamente atendemos para el tema de las uvas y desearnos un feliz año nuevo y esas cosas. Durante unos instantes la animada cena se corta para ver como Ramonchu con su capa castellana nos va narrando las campanadas, esto acompañado por sus típicas advertencias sobre los cuartos y las verdaderas campanadas. Normalmente lo que hacemos es cenar y después charlar sobre nuestras cosas, como es habitual en mi casa acompañamos el debate de una generosa ingesta de alcohol que acaba provocando interesantes giros en las conversaciones.

En fin, estoy deseando que llegue este día tan señalado para dar carpetazo al viejo 2008 y dar la bienvenida al 2009 en compañía de mis amigos y familia. Por si no nos vemos, Feliz año a todos los que me habéis aguantado durante este año que tan positivo ha sido para mí.
Mis mejores deseos para todos.

Nacho Valdés (feliz por la llegada de las vacaciones)

lunes, diciembre 15, 2008

En el Backstage



El Lenguaje del Rock

Volvió Enrique Bunbury a una de sus plazas favoritas, la ciudad de Valencia, para cerrar la exitosa gira de presentación de su nuevo disco Hellville De Luxe.
Recordemos que las tres últimas giras del maño (incluyendo el fastuoso regreso de la banda que le dio fama, Héroes del Silencio) también habían tenido Valencia como última cita. El evento, esta vez, tuvo lugar en el Pabellón Fuente de San Luis, la casa del Pamesa Valencia. Un lugar con sorprendente buena acústica que debería convertirse en una buena opción para albergar este tipo de conciertos. Más de 6500 incondicionales se reunieron la noche del viernes para comprobar el estado de forma de Bunbury. Hace unos meses, la salida del disco estuvo rodeada de una fea polémica. Al parecer, el cantante utilizó unos versos del poeta Pedro Casariego para una de sus canciones sin mencionarlo. El diario El Mundo comenzó entonces una campaña para desprestigiar al artista; este reaccionó con un desafortunado comunicado en el que disparaba contra todo el que se moviera en su contra. Ante todo este revuelo, el cantante decidió dar por finalizada la promoción del disco, empezando por retirar de las televisiones el videoclip de la controvertida canción El hombre delgado que no flaqueará jamás y dejando plantado a más de un periodista. Huelga decir que esto no mejoró las cosas. Una vez aclarado esto, entremos en detalles.
El concierto comenzó a la hora estipulada. A las diez de la noche, la banda entró en escena con la apabullante El club de los Imposibles, canción que desde hace ya varios años utiliza el artista para abrir sus conciertos. Acto seguido, con un “Buenas noches, cabrones” se daba paso a la siguiente canción, la dylaniana La Señorita Hermafrodita, otra de las fijas del repertorio. Hubo que esperar hasta la tercera canción para escuchar una de las nuevas, concretamente el single Hay muy poca gente, que sonó especialmente bien y fue recibida con júbilo por gran parte del auditorio. A continuación, el maño fue desgranando todo su arsenal de canciones inmortales. Por ejemplo, El extranjero que ha dejado de ser una rumba pop para convirtiese en un tex – mex fronterizo. O la espacial Lady Blue convertida ahora en un rock de medio tiempo. Y es que si algo hay que agradecer a Bunbury es su afán por dar siempre vueltas de tuerca a sus canciones hasta adaptarlas a su sonido actual. El mismo que os escribe jura haber escuchado más de siete versiones de Lady Blue durante el tiempo que lleva siguiendo a Bunbury. También cabría hacer especial hincapié en su domino absoluto del ritual escénico. Es todo un animal de escenario. Esa clase de personas que sólo tienen sentido en ese instante y en ese mismo lugar. Fuera de él se convierten en figuras cómicas arrastradas por una fidelidad casi enfermiza hacia su personaje. El concierto, como decía, discurrió por la columna vertebral del cancionero del artista e incluso, recuperó temas olvidados como Sólo si me perdonas del álbum Pequeño o la enigmática Alicia del disco Radical Sonora. Tras un pequeño descanso, amenizado con películas bizarras, entró en juego la canción de la discordia de la cual doy fe que es un bombazo en directo. Fue una gran noche de rock and roll marginal. El infierno que Bunbury ha preparado mezcla películas de serie B, disparos, precipicios interiores y una chica: su actual pareja, la fotógrafa José Girl, que parece haber inspirado todo este nuevo mundo. Quizá el único pero que pongo al concierto es la excesiva presencia del guitarrista Álvaro Suite más preocupado por las cámaras que por las cuerdas.
En fin, creo que todos salimos contentos del evento. La banda se entregó al máximo. Bunbury acabó entre el público y además cerraron la noche con un regalo. Una inmejorable interpretación acústica de El tiempo de las cerezas, canción surgida a raíz de su colaboración con el asturiano Nacho vegas. En estos momentos del concierto, y cuando la gente ya se marchaba, me dio por pensar en si no es este último Bunbury el mejor de todos. Que quizá, la próxima reencarnación musical del maño bien debería virar hacia esos terrenos más calmados y acústicos. Quizá ya llegó la hora de cerrar el carnaval.

jueves, diciembre 11, 2008

Confesiones del Comandante Stratocaster Vol. 10

Viendo llover

Eduardo sostenía el gin-kas en su mano izquierda mientras pedía atención porque sonaban los Credence Clearwater Revival. Le encantaba pronunciar aquel nombre tan historiado, arrastrando las erres con la lengua pegada al paladar y mirándose fijamente el ombligo. Aquello nos hacía sentir tremendamente internacionales.

Otros, más leídos, preferíamos explicar que eran “El Renacimiento de las Credenciales del Agua Clara” y todos hacíamos los coros con entusiasmo, arrastrados por la magia de aquella música o ayudados por los cacharros que iban y venían en cuanto alguno cobraba las clases particulares que chapuceábamos.

Era domingo por la tarde… y sin embargo llovía.

martes, diciembre 09, 2008

Colaboraciones 2008 (The Bootleg Series Vol. 49)



En estas fechas tan entrañables…

Seguro que todos los que habéis leído el titular anterior sois capaces de continuar la frase que, año tras año, el Rey Don Juan Carlos introduce para abrir su discurso navideño. Sí, ya es navidad y, además de la típica felicitación del Corte Inglés, sufriremos el habitual bombardeo de mensajes aparentemente positivos desde la televisión. Pero entre todos esos falsos mesías, sólo uno se abre camino entre la oscuridad del consumismo. Sí amigos, es la Casa Real que aprovechando la nochebuena se beneficia de la coyuntura para intentar acercarse un poco más al pueblo llano.

Pues bien, desde que tengo uso de conciencia, he sido testigo de los regios mensajes que, todas las navidades, desentrañaban la actualidad política y social de esta nuestra gran nación. No ha habido tema capital que no haya sido tratado por tan notable líder, que si el terrorismo, que si la concordia y demás mandangas que nuestro monarca ha ido desmenuzando con su afilado verbo y su perspicaz raciocinio. Se puede decir que el buen hombre ha cumplido y ha logrado llegar al corazón de todos o casi todos los españoles, ya que siempre tiene que haber algún cordero que se salga del redil y tiña la navidad de tristeza con ideas republicanas. Tiene que haber de todo en esta viña del señor.

Teniendo como tiene una agenda apretada, una gran cantidad de temas de política internacional que resolver y, como no, ya que todos somos humanos, tiempo de asueto del que disfrutar; me llena de orgullo y pasión hispana el hecho de que se rebaje a dirigirse a nosotros, tristes ciudadanos de a pie que no llegamos a comprender lo que su puesto requiere en cuanto a dedicación. Puedo afirmar sin miedo a ruborizarme que este gran personaje es uno de los principales responsables de que las navidades sean unas fechas más felices.

A mi primera memoria vienen las imágenes de cuando en casa de mi abuela, antes de que comenzase la cena, todo se paralizaba para atender a la televisión y al ágil verbo de nuestro querido monarca. En aquella época, yo no era capaz de comprender el momento histórico que tenía ante mí, prefería quejarme o directamente irme a otro lado ya que me resultaba un momento de lo más pesado. Sin embargo, todos los presentes a excepción de los niños vivían ese instante del año con devoción y con sentimiento casi religioso.

Con el paso del tiempo ya empecé a discernir lo que el discurso navideño representaba, donde antes veía un señor que lo único que provocaba es que se interrumpiese el ambiente festivo, comencé a ver a un líder nato. Uno de los rasgos que lo diferenciaban era su pasmosa facilidad para dirigirse a las cámaras, con lo que parecía una memoria prodigiosa ayudada de una perfecta dicción, desgranaba una profunda disertación que en menos de quince minutos diseccionaba la realidad del país. Por otro lado, se codeaba de los mejores profesionales que hacían del montaje y la decoración un arte que podía llegar incluso al adolescente que yo era.

Por supuesto, en mi vida adulta no podía dejar de lado a tan grandioso ejemplo de humanismo. Me dediqué a estudiar con afán esta figura que sustentaba sobre sus hombros el peso de una nación. He podido comprobar como en cada uno de sus actos se hace valedor de la corona que sustenta y se convierte en un ejemplo de sacrificio. Es capaz, sin ir más lejos, de verse obligado a disfrutar del patrimonio nacional para evitar que éste se deteriore. Otro caso se constata cuando tiene que sacar a su numerosa familia (incluido el malvado Marichalar) adelante con la escasa asignación de ocho millones de euros; después de todo lo que hace por nosotros. La inclinación cinegética de este individuo, le lleva por ejemplo, a asesinar a media docena de osos pardos borrachos en Rumanía; las autoridades de ese país todavía están agradeciéndole la labor que realizó en el campo de la selección natural. Aunque, por otro lado, toda esta entrega tiene recompensa en forma de inmunidad jurídica y de las numerosas amantes que han gozado junto a nuestro viril dirigente. Es necesario gratificar la enorme entrega de este hombre.

En definitiva, fue la televisión la que provocó que conociese a este estratega que dirige desde la sombra de la modestia esta gran nación.
¡Gracias Don Juan Carlos y viva España coño!

Nacho Valdés (atascado en el puente)

lunes, diciembre 08, 2008

Discos de Antes (V)





Dado que las implicaciones personales de las que hizo gala este muchacho en su última crónica sonora han conseguido hacer tilín en el corazoncito de los que disfrutamos de este blog, intentaré seguir con mis crónicas desde el ámbito personal/musical.

El disco que ahora presento llegó a mis manos exactamente el día 21 de abril de 2005 y lo recuerdo tan bien xq me casaba al día siguiente.

Era el primer disco en solitario que presentaba Santiago Auserón con su alter ego Juan Perro después de la disolución de Radio Futura.

El disco ya lo había presentado unos meses antes, primero en la gira que hizo con Kiko Veneno y que bautizaron como “Juan Perro y Kiko Veneno vienen dando el cante” y posteriormente ya en solitario en una pequeña sala de Manises. De ambos conciertos, además de guardar un recuerdo imborrable sigo conservando los carteles anunciando el concierto, las entradas y las firmas de los componentes del grupo.

Recuerdo ese día perfectamente, el compromiso del día siguiente había hecho que durante todo el día lo dedicara íntegramente a los preparativos de la boda, que si probarme el traje, que si buscar una corbata, que si ¡niño, baja a la peluquería y córtate esa melena! Y no fue hasta última hora cuando recordé que solo quedaban unos minutos para que cerraran las tiendas y mi última oportunidad para hacerme con tan preciada reliquia. Así que cogí el coche, un Peugeot 205 que mi futura esposa me había prestado durante nuestros meses de noviazgo y en el que además de haber pasado tórridas noches en el asiento de atrás también había servido para que aprendiera a conducir y me dirigí hacia la tienda más cercana pisando a tope el acelerador y sorteando innumerables vehículos que me impedían que llegase a mi meta a tiempo.
Cuando llegué a la tienda ya estaba cerrada al público y fue gracias a mi insistencia y a una amable señorita de los almacenes más famosos de España (no diré su nombre mientras no me pague por hacer publicidad) la que abrió las puertas y me condujo a la sección de discos de grupos españoles. Por fin ya lo tenía en mis manos, pero aun quedaba mucho por hacer, además de llegar a casa y escucharlo también tenía que hacer una copia en K7 para poder llevármelo en mi walkman al viaje de novios. Cuando llegue a casa y me disponía a escucharlo, llamaron al telefonillo, era mi amigo Jaime que quería invitarme a mis últimas cervezas como soltero, asi que cogí el disco y nos fuimos al conjuro, un pub que había al principio de la calle donde vivía y en el que éramos asiduos casi todas las noches. Le pedí a Marcelo que pusiera disco y que nos sirviera un par de Mahous bien frías y ahí empezó todo…..

Sonaron los primeros acordes de “A un perro flaco”, rock montuno sin compasión…




Y así entre cervezas y conversaciones varias se fue desgranando cada una de las canciones del disco. Me fui pronto a casa, ya que al día siguiente tocaba diana a primera hora. El sábado transcurrió entre “Sí Quieros”, besos, valses y noche de fuego en el hotel. Fue un día soleado y maravilloso en el que en mi cabeza seguían sonando los acordes de la noche anterior
El domingo partíamos hacia Santo Domingo y durante la mañana mi querida esposa y yo nos dedicamos a hacer maletas donde no falto incluir el K7 grabado y el walkman.

Recuerdo que tras varias horas de vuelo decidí colocarme los auriculares en mis oídos y darle al play, entonces pasó una cosa extraña, mientras sonaban los primeros acordes de “Cozumel” miré por la ventana del avión y tuve la sensación de que lo que me cantaban al oído era exactamente lo que yo estaba viendo a través de mis ojos. Todos tenemos que tener una canción que nos transporte a un lugar, o que nos recuerde algún momento vivido y a mi “Cozumel” hoy en día me sigue llevando a esa isla del mar Caribe, donde la habanera y la guajira bailan al mismo son.

Cozumel



Y así, una tras otra van sonando las canciones que te hacen viajar desde el México fronterizo, a través del tex-mex de “El Mestizo”, pasando por el reggae de la islita jamaicana de “Negril, hasta llegar al Malecón donde te espera la “Fonda de Dolores” para descansar de este hermoso viaje por los sonidos de nuestras raíces en contacto con el ritmo negro.



Negril




El Mestizo




Fonda de Dolores

viernes, diciembre 05, 2008

Confesiones del Comandante Stratocaster Vol. 9

Pepe

Siempre fue un crack.
Vestía totalmente de negro cuando a los demás nos decía mamá qué poner. Usó pantalones de pata de elefante cuando aún se llamaban de campana y, en cuanto tuvo material, se dejó un bigotón con alerones.

Todo eso, y que además era rubio, hizo que se le intentara meter en el grupo de maricas, porque lo de “gay” aún no se usaba, pero no lo era en absoluto y, en cualquier caso, era mi amigo.

Pepe tenía bastante éxito con las chavalas en los primeros ataques pero, aquí como todos los demás, era muy mal rematador. Exagero, porque mal rematador puede entenderse como que entraba al menos algún corner. Pero no.

¡Qué imagen viendo a Pepe en plan pulpo con aquella pelirroja que no daba abasto a pararle las ocho manos¡ Todos estábamos pendientes de aquella batalla, el único que parecía no enterarse era el propio Pepe, incansable, inasequible, inconmensurable…

En la penumbra de la boîte una canción sonaba.

martes, diciembre 02, 2008

En el Backstage


Nuevos viejos rockeros

El viernes día 21, algunos privilegiados fuimos testigos del bautismo en directo de Krakovia en la ciudad de Valencia. El lugar elegido fue la sala Wah Wah, terreno mítico para los que peregrinamos un poco de Rock. A pesar de que fue sumamente difícil conseguir entradas, logramos, después de mil penalidades, estar dentro del recinto a la hora señalada.
Los problemas vinieron por parte de la distribución de la sala. Los datos de Internet, además de ser falsos, eran confusos y remitían a expendedores ficticios. El teléfono de contacto era de un particular y éste, una vez que hablamos con él y que le indicamos que la llamada se debía a que habíamos visto el número en su web, nos indicó que no se podía reservar y que había que conseguir entrada en la puerta. En la página de la sala, también indicaba que se podían conseguir por la infame Tick-tack ticket, cosa falsa según este tipo que nos atendió. Resumiendo, no había donde lograr entrada y sólo estando puntuales en la puerta lo conseguiríamos.
Pues eso es lo que hicimos. Nos plantamos en la puerta y por suerte no habían llenado el aforo. La sorpresa llegó cuando vimos que las entradas eran de Tick-tack ticket, ya hasta los cojones se lo indiqué al personaje que las vendía y me dijo que no tenía ni idea de lo que le estaba contando. En fin, gilipollas los tenemos en todos los lados.

Por otro lado, decir que la organización una vez en el concierto fue excelente. A pesar de no ser un sitio demasiado amplio y de que la distribución del espacio no es la mejor para mi gusto. De lo que sí pudimos disfrutar fue de un excelente sonido y de los artistas actuando a menos de dos metros de nosotros, además de tener la barra cercana para refrescarnos el gaznate con ricas copas a precio muy económico. En definitiva, una buena sala, con un tamaño y acústica adecuada y, que además, permite un contacto cercano con los músicos.

En cuanto al concierto, decir que la puesta en escena del grupo fue inmejorable (teniendo en cuenta las limitaciones del local) y que se trata de un conjunto con unas tablas y unos recursos más que evidentes. Abanderando la formación se encuentra Vinila Von Bismarck y el cantante Petra Flurr, la primera como apoyo vocal y experimentada artista del burlesque y el segundo, fogueado en mil batallas underground en grupos punk de Berlín. El aspecto musical corre a cargo de David Kano (Cycle), Guille Mostaza (Ellos) y Juanjo Reig, las letras son elaboradas por el cantante Petra Flurr. Esta unión de artistas, ha dado como resultado el primer álbum del grupo titulado Road Movie, que contiene once temazos, todos ellos en inglés salvo uno en alemán.

Con picardias y liguero, estilo actriz fatal de los años cuarenta se presentó Vinila ante su público valenciano. Mientras, Petra, utilizó una estética punk en la que no faltaron cresta, antifaz y mallas horteras. Con esta presentación comenzaron a desgranar todos los éxitos de su primer trabajo, que van desde el Rock and Roll más clásico, hasta el punk, pasando por algún guiño bluesero que no dejaron a nadie indiferente. Es destacable la colonia alemana que arrastraron al evento, que se puso como una moto cuando tocaron el single en alemán. Por último, hicieron una versión de Un día en texas de los míticos Parálisis Permanente. Para el bis, no tuvieron más remedio, dado el poco material original que tienen, que repetir de nuevo el temazo You’re born in your city que provocó que todos nos volcásemos con el conjunto.

Como banda tienen unidad, suenan rotundos y compactos y son unos músicos excelentes. Dieron con las claves para llevar al público a su terreno y tuvieron la consideración de agradecernos el apoyo dado durante toda la actuación. En definitiva, una noche estupenda, con una banda sonora inmejorable y con una compañía superlativa. Ya sabéis, queridos amigos, no olvidéis seguirle la pista a esta banda tan interesante.

Nacho Valdés (dándolo todo)

lunes, diciembre 01, 2008

Colaboraciones 2008 (The Bootleg Series Vol. 48)


Nada de nada

Esta semana, más que hablar del medio televisivo, me gustaría tratar el tema de la creación desde la excusa de esta columna semanal. A lo que me refiero es que algo tan insulso o tan motivante –depende de la persona- como los programas de la tele, han provocado que todos los lunes desde hace ya casi un año me siente a escribir y haga un breve ejercicio de reflexión que puede ser compartido o no por los que leéis estos artículos.

¿Por qué elegí este tema para escribir? Pues la verdad es que ni yo mismo lo sé a ciencia cierta, lo único que tenía claro es que debía ser algo sencillo para que no saliesen temas demasiado complicados y que pudiesen ser escritos, a modo de práctica, de manera rápida. Al final, como suele suceder, ha habido de todo y en ocasiones he rebasado el tono graciosote que en principio buscaba. Otras veces, en las que no sabía sobre qué escribir, únicamente había que tirar de memoria y procurar hacer algo entretenido para conseguir cubrir expediente y salvar el tipo. Lo que comenzó como una práctica, finalmente se ha convertido en una especie de obligación que provoca que cada semana me olvide de la cotidianeidad que a todos nos envuelve.

Otro de los motivos por los que elegí escribir sobre la tele, es por el juego que da. Desde mi punto de vista, es uno de los elementos culturales que articula nuestro modo de vida actual. Es decir, cualquier elemento social que haya sido creado por el hombre, me atrevo a decir que a lo largo de su historia, tiene su espacio en el medio televisivo.
El lado más evidente de este medio es el de la cultura popular, sí amigos también la tele hace Pop Art y en un tiempo seguro que comenzará a ser apreciado. Todas las Belenes Esteban, Diarios de Patricia, Tertulianos y demás freaks del medio han ascendido hasta los altares de la cultura postmoderna. Ésta, al ser tan cercana y no permitirnos tomar perspectiva con ella, no es apreciada, pero todo se andará. Estas creaciones, sub-realistas en algunos casos, estoy seguro que alcanzarán el rango de leyendas cuando el tiempo nos permita tomar distancia de las mismas.

Pero no todo va a ser cultura popular, como el disco de Siniestro Total, también tenemos de la otra, de la buena y representada por grandes figuras. En nuestro país, aunque supongo que en el extranjero también tendrán su equivalente, tenemos a gente de la talla de José Luis Garci, Pedro Ruiz o Sánchez Dragó como adalides de la cultura viva. En realidad pretendo ser irónico, aunque sí es cierto que estos señores dirigen o dirigían programas de carácter cultural, no es esta la cultura de la que hablo. Ésta se puede encontrar también en la televisión en forma de películas, documentales o programas como Redes, que desde mi punto de vista sí es relativo a la verdadera sabiduría.

Si hablamos de actualidad, con la salvedad de Internet, es la pequeña pantalla el vehículo que nos permite estar interconectados. Desde el telediario, del cual cada cadena hace su versión, hasta la actualidad más barriobajera de Callejeros. Este último programa, que se lleva emitiendo desde hace unos tres años en Cuatro es, desde mi punto de vista, una de las creaciones más frescas y realistas del planeta televisión. Nos permite acceder, gracias al realismo de la cámara en mano, a aquellos mundos cercanos pero en los que rara vez reparamos. Universos como el de la droga, la mendicidad, la prostitución, las grandes fortunas. Parcelas de la realidad a las que, por cercanas y herméticas, no podemos acceder si no es por medio de la pantalla.

Concluyendo, de no tener tema, he pasado a escribir un texto que permitirá cierto entretenimiento a todos los que leen esta sección. La reflexión que quería realizar remite a la creación literaria desde una premisa sencilla, que no es otra que la televisión y que, por lo menos a mí, me permite compartir algunos pensamientos con el círculo de conocidos que en ocasiones quedan lejanos. A pesar de que la sección tiene visos de agotamiento y que cada vez me resulta más difícil encontrar algo de lo que hablar, me he dado cuenta de que lo importante, más que el mensaje, es el hecho de que todos los lunes nos podamos reunir y compartir algunas confidencias. Por tanto, quiero dar las gracias a todos los que seguís esta serie de artículos y espero que no se agote mi pobre literatura para que podamos mantenernos comunicados todas las semanas.

Nacho Valdés (deseando vacaciones)