jueves, septiembre 29, 2011

Vietnam (Vol. 3)

Llamaron de la agencia
seré tu chico esta noche
aunque el cielo caiga por el peso de la próxima lluvia
yo seré tu chico esta noche.

Volveremos a la ciudad
para que rompas una botella en mi cabeza
y huiremos lejos para hacer el amor entre los naranjos
La luz parece que tiembla
y yo seré tu chico esta noche.

Dicen que ya no queda nada real aquí
que todo se lo llevaron los que se fueron
pero eso no debería preocuparte
no tenemos futuro
pero, de todos modos, seré tu chico esta noche.

Sé que en ese papel pone que estuve preso
pero aquella chica me confundió con otro
y yo estaba tan colgado
que ni siquiera me di cuenta que sus ojos se quedaron fijos en mi nuca.
Lo único que encontraron allí fueron mis nudillos en la pared
Nada de eso importa ahora
El viento esconde el frío
y yo seré tu chico esta noche.

Ya pasó la oscuridad
y mis ojos no soportan los días
llama otra vez a la agencia
seguro que tendrán un chico para ti esta noche.

miércoles, septiembre 28, 2011

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (29)


Secret Songs (vol.3)

Después del exitoso “Usar y Tirar” producido por Alejo Stivel , M-Clan deciden grabar un concierto acústico para su posterior edición en CD+DVD.
El disco incluye los éxitos del grupo de sus discos anteriores junto con nuevos temas, un par de versiones y alguna canción inédita. Pero es en el DVD donde encontramos esta canción no incluida en el CD y en la que versionan de manera excelente, en parte a la gran voz de Tarque, la canción de Stevie Wonder “Superstition”.

martes, septiembre 27, 2011

A day in the life

Hoy se pone a la venta "The Whole Love", el octavo disco de la banda de Chicago Wilco. Coqueteos con la electrónica, buen folk, medios tiempos, ruidos varios. La ensaladera americana vuelve a la mesa. En las próximas semanas seguramente recibiremos las palabras de Mr. K sobre tan magno acontecimiento. Mientras tanto que hable la música.




Palabras Usadas


Se cumplieron esta pasada semana veinte años de la publicación del disco generacional Nevermind de Nirvana. Su aparición supuso una evolución en el rock alternativo y mandó al hoyo a las dominantes bandas heavy del momento como Guns and Roses, Poison y demás espectáculos dantescos. Con una estética cercana al punk y unas letras descarnadas, dolientes y personales, el grunge, acunó a una generación que huía de los símbolos de la nueva América, de los vencedores, del sistema y la industria. Nirvana consiguió dar ese salto hacia los masivo sin perder un ápice de autenticidad, compromiso y rebeldía. La primera canción que sonó de aquel enorme disco fue “Smells like a teen spirit” y fue el golpe definitivo sobre la mesa de la música. Ahí comenzó el fin de Nirvana que todos conocemos.Por otra parte, Patti Smith una de las mujeres referencia en esto de la música alternativa trituró el Smells para llevarlo a un sonido más americana, sin suciedades. El resultado es maravilloso y da cuenta de la buena canción que siempre fue el hit nirvanero.


lunes, septiembre 26, 2011

En el ángulo muerto Vol. 116



Primer contacto

Llevaba esperando media mañana la llegada del señor Garrido, me había situado frente a la entrada del salón de actos con la cámara preparada para sacarle unas cuantas fotos. Puesto que había sido previsor y había madrugado, había conseguido aparcamiento y estaba tranquilamente en el coche escuchando sin atención las novedades del día que hablaban de no sé qué escándalos económicos en el gobierno de Felipe. Me daba exactamente igual, estaba sumido en un estado de nervios y emoción que no recordaba haber tenido prácticamente desde la adolescencia. Pensé que era una manera de reconciliarme con mi profesión, con la escritura y, en definitiva, con la vida pues la mía se reducía a contar historias. Pensando sobre estos asuntos me di cuenta de que estaba quemado, de que hacía muchos años que no disfrutaba con lo que hacía. Lo que comenzó como una ilusión, con la satisfacción de conseguir ganarme el sustento haciendo lo que más me gustaba se había convertido en una rutinaria faena que únicamente me daba dinero. Recapacité sobre lo que me estaba pasando y tomé la decisión en el asiento de mi coche; tendría que variar el rumbo de mi profesión, la historia de Manuel Garrido sería el comienzo de una nueva manera de hacer las cosas.
La intranquilidad que me consumía me hacía encender un cigarro tras otro, los enlazaba sin remisión y el paquete comenzaba a llegar a su fin. En la calle ya había más movimiento, gente que iba y que venía, amas de casa, trabajadores de todo tipo, algún jubilado y, repentinamente, la señal que estaba esperando. Un numeroso grupo de adolescentes llegó en un autobús que paró en la puerta de la institución que estaba vigilando, estaba seguro que se trataba de parte del público que asistiría a la conferencia. En la entraba se comenzaba a arremolinar la gente, probablemente organizadores o asistentes rezagados mientras, me mantenía alerta ante la llegada del individuo al que estaba esperando. Un vehículo paró justo a la entrada del recinto, con paso firme descendió el anciano con su pelo teñido y su minúscula estatura. Comencé a lanzar fotos sin parar, no podría determinar cuántas fueron pero el sonido del disparador era ininterrumpido. Quería documentar el comienzo de mi investigación, comprobar cómo se desenvolvía el tipo sobre el que quería escribir, ver con quién se relacionaba y cuáles eran sus hábitos. El hombre, se lanzó hacia el grupo que le estaba esperando y comenzó a repartir apretones de manos, sonrisas y demás saludos típicos para la ocasión. Estaba claro que Manuel Garrido sabía cómo relacionarse.
Dejé transcurrir unos instantes y me acerqué al interior del recinto, estaba realmente lleno de excursiones de institutos, gente mayor y lo que parecía ser la plana mayor política del municipio en el que nos encontrábamos. También me di cuenta, y eso no me gustó demasiado, de que había acudido la prensa. No conocía a ninguno de los periodistas asistentes pero lo que tenía claro es que los equipos que llevaban no eran los propios de una publicación local. Me quedé expectante para comprobar qué era lo que hacían pues, aunque sonase muy remoto, quizás a alguno se le había ocurrido lo mismo que a mí y estábamos pisándonos el terreno mutuamente. Sin lugar a dudas, a cada día que pasaba el superviviente sobre el que quería escribir iba adquiriendo más prestigio y notoriedad. Sin duda, tenía que trabajar rápido si no quería que alguien se me adelantase y me pisase el trabajo que estaba realizando. Con alivio pude comprobar como los periodistas, lejos de quedarse a tratar con los ponentes, echaron unas cuantas fotografías y se fueron antes de que terminase el acto. Estaba claro que únicamente iban a realizar una pequeña columna o algo por el estilo, nada que debiese preocuparme. Yo, sin embargo, aguanté al fondo de la sala haciendo fotografías al señor Garrido que esperaba interesándose en el resto de intervenciones mientras le llegaba su turno de participación. Cuando le dieron la palabra comenzó como siempre que le había visto hablar en público, declarándose como un superviviente de Dachau y, también como de costumbre, su intervención fue breve y culminó con la entrega de un recuerdo por parte de uno de los concejales que habían preparado el evento. Puesto que ya sabía cómo iban a desencadenarse los acontecimientos a la salida, me adelanté y esperé el primero la llegada del señor Garrido. Estaba dispuesto a arrancarle aunque fuesen unas palabras.

Nacho Valdés

viernes, septiembre 23, 2011

Obituario

Hoy se cumple un año del fallecimiento de mi suegro, Pepe. No voy a destacar todas sus virtudes y cualidades puesto que sería imposible hacerlo en un espacio tan escueto, solo diré que todos le echamos de menos, que le seguimos queriendo como si estuviese entre nosotros y que, para mí, era algo más que un familiar político; era un amigo.
Una de las últimas veces que nos vino a visitar le grabé un disco con grandes éxitos de los Beatles, yo creo que a él le gustaría que le recordásemos con algo de música puesto que siempre se mostraba animado y dispuesto a reir.

Te queremos Pepe.

miércoles, septiembre 21, 2011

Delaletra



Siglo de oro

Javier Azpeitia presenta una biografía atípica de uno de los representantes más destacados del Siglo de Oro español; Francisco de Quevedo. Lo que a priori podría resultar un tanto pedante o, más bien, reiterativo, alcanza nuevas cotas de originalidad gracias a la forma en que se presenta a este singular personaje de la literatura española. Nos muestra a un Francisco de Quevedo que, en las postrimerías de su existencia, hace un recorrido onírico por toda su vida. Desde sus enemistades con Góngora hasta su admiración por los místicos y, por supuesto, sin dejar de lado las características más sórdidas de este cojo que pasó por méritos propios al Olimpo de las Letras universales. El personaje que se dibuja tras la inmortal obra que fue capaz de llevar a término es la de un tipo pendenciero, ludópata, un tanto borracho y tendente a caer en brazos de la fulana más cercana. Sin embargo, y pesar de estas características en principio aberrantes, Azpeitia logra mostrarnos las facetas de un antihéroe que, por encima de todo, amaba la literatura y se aleja de los dibujos hagiográficos que usualmente se suelen perpetrar sobre tipos tan singulares.
Francisco de Quevedo. Acariciad la tumba y el monumento es, desde mi punto de vista, una obra de referencia que, sin olvidar el registro culto, nos acerca a una dimensión más humana de poeta barroco.

Nacho Valdés

martes, septiembre 20, 2011

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (28)



Secret Songs (Vol.2)
Si a nivel mundial la pareja de músicos que mejores canciones ha compuesto ha sido el tándem formado por Lennon y McCartney, en el territorio latino (España-Sudamérica) han sido, sin lugar a dudas, la formada por Calamaro y Rot durante su etapa al frente de Los Rodríguez. Los dos solitos se encargaron de firmar posiblemente las mejores letras que se han escrito en los últimos veinte años. Muestra de ello es el legado musical que nos dejaron en su corta vida como banda, apenas seis años y seis discos (dos de ellos recopilatorios) y que sirvieron para darse a conocer, tener un éxito masivo y disolverse por desavenencias económicas.
Las canciones seleccionadas para hoy pertenecen a su último recopilatorio editado, en el cual además de contener un CD de grandes éxitos y un DVD con imágenes de las giras y los videoclips, contenía un CD de canciones inéditas, versiones en directo y demos de canciones editadas.
Son dos canciones, una de Calamaro y otra de Ariel, que por algún capricho de los músicos no tenían cabida en los discos oficiales de la banda publicados durante su carrera.




lunes, septiembre 19, 2011

En el ángulo muerto Vol. 115



Tras una pista

De alguna manera, sin saber exactamente cómo lo había logrado, tenía preparado un par de artículos para el dominical con el que ya terminaba mi vinculación a esa publicación. Por supuesto, aprovechándome de la falta momentánea de editor, agujero que por el momento estaba ocupando el director, decidí no hablar del trabajo que había adelantado. De esta forma, con la excusa de búsqueda de un tema adecuado para mi siguiente encargo, logré desembarazarme de la atadura que suponía el trabajo en la redacción. El director, que se veía desbordado por el trabajo de edición, era un tipo clemente que se dejó embaucar por mis buenas palabras y por mis falsas promesas de dedicación exclusiva a lo que supuestamente me había encomendado Javier, el antiguo editor. Aunque, pensándolo fríamente, tampoco se trataba de una mentira, realmente estaba convencido de que podría sacar una interesante historia sobre los supervivientes de los campos de exterminio. No tenía claro cuántos podrían quedar por el mundo pero, sin ninguna duda, en España no serían demasiados. De esta forma, el señor Garrido suponía un caso excepcional.
Conseguí una excedencia para ausentarme de mi puesto en el periódico e investigar, supuestamente estaba preparando mis últimos escritos para el dominical pero lo que hice con el primer día libre en mucho tiempo fue encerrarme en casa a leer y pensar. Me pasé la jornada tirado en el sofá devorando lectura sobre los nazis y los campos, ni tan siquiera hice una pausa para comer y, a la hora de la cena, con el estómago rugiendo, me hice a la calle para conseguir algo de sustento. Me acerqué a uno de los bares del barrio a ver si conseguía una mesa en la que trabajar tranquilamente y, por suerte, logré ubicarme al final de un local en un pequeño espacio en el que pude imbuirme en las ideas que se me habían ocurrido para abordar la historia que tenía entre manos. Saqué un pequeño cuadernillo y pedí un par de raciones y una cerveza. En primer lugar comencé a ordenar la infinidad de notas que había ido elaborando, frases sueltas y datos inconexos que no tenía claro adónde me conducían. Tenía claro que la información que estaba recopilando y las enormes dosis de lecturas y apuntes que estaba realizando estaban confundiéndome así que, por el momento, era evidente que debía dejar de lado esa parte del trabajo. En ese sentido ya había recopilado más de lo que necesitaba, además, cuanto más investigaba más perdido me sentía pues era tal la cantidad de trabajos publicados sobre esa temática que necesitaría varias vidas para abordar una mínima parte de los mismos. Lo que se hacía patente es que, aprovechando el tiempo extra con el que contaba, necesitaba abordar otro tipo de acciones que diesen con la clave de cómo orientar la historia. Por un lado, veía necesario acceder a los archivos nacionales con el fin de aclarar la biografía del señor Garrido. Si se había alistado a la División Azul, si había estado en Dachau o si había sido encerrado a su regreso en Carabanchel. Debían quedar resquicios de ese pasado sobre los que pudiese investigar para encontrar una hebra que me llevase hasta el meollo de su relato. Por otro lado, consideraba imperativa la entrevista personal, el acercarme a ese hombre para hablar y conseguir de esa forma su verdadera versión de lo que había vivido, no simplemente los retazos eternamente repetidos de sus conferencias y coloquios. Puesto que era el asunto que se me antojaba más dificultoso decidí empezar por ahí, por la búsqueda de una conversación que me acercase al hombre y me permitiese desembarazarme del mito y los prejuicios que rodeaban a su figura.
Tenía presente que el señor Garrido iba a dar una serie de conferencias en Institutos públicos y Casas de la Cultura de algunos pueblos cercanos a Madrid, así que me hice con los programas de actividades culturales de la Comunidad y realicé un programa de dónde y a qué hora se encontraría en cada lugar. Desempolvé mi cámara de fotos y, al día siguiente, madrugué para esperarle a la llegada a su primer acto. Puesto que contaba con un buen objetivo tampoco tendría que acercarme demasiado y podría fotografiarle y observarle desde la lejanía después, si se hacía necesario, estaba convencido a seguirle para conseguir encontrarme a solas con él.

Nacho Valdés

miércoles, septiembre 14, 2011

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (27)


Secret Songs (vol.1)

Empieza hoy una serie de entregas semanales que tendrán como nexo común la ineditud. Serán canciones que, por diversos motivos , sus autores pensaron que no tenían cabida en el disco que en ese momento editaban, o bien que dejaron para esas famosas Caras B de los singles del disco editado. Por supuesto también pasarán por esta sección aquellas colaboraciones entre músicos que al Muchacho por algún motivo le hayan llamado la atención.
Inaguran esta sección Santiago y Luis Auserón que durante la grabación del proyecto de las Malas Lenguas se vieron obligados, en este caso por problemas con las discográficas que tenían los derechos de las canciones, a no poder plasmar en el disco muchas de las versiones que tocaban en directo.
Las versiones, en este caso, son de Bob Marley "Redemption Song" y de Jimmy Hendrix "Fire".



martes, septiembre 13, 2011

Palabras Usadas


Parece que ninguno de los integrantes de este blog ha caído en la cuenta de que en el presente año se cumple el treínta aniversario de la fundación de una de las bandas más salvajes y comprometidas del panorama internacional. Se trata de los incomparables, magníficos e irrepetibles Ratos de Porao. Estos tíos brasileños llevan haciendo ruido desde que, un buen día de 1981, se les ocurrió juntarse para sacar de sí toda la furia punk que tenían en su interior. Con el tiempo su sonido ha ido evolucionando hacia el hard-core y el trash y, en 1995, decidieron hacer un disco homenaje a grupos internacionales que habían marcado su historia personal. Aquí os dejo con la versión que hicieron de los Ramones; sonido para melómanos, espero que los disfrutéis.



lunes, septiembre 12, 2011

En el ángulo muerto Vol. 114



Desenvolviendo la historia

Desconozco los motivos que llevaron a Javier, el editor, a vetar mi posible trabajo sobre Manuel Garrido. Pero, por esta causa, tuve que dedicarme en exclusiva a la elaboración de los reportajes para el dominical que tanto tiempo me ocupaban y que hacían de mí un nómada. De esta forma, se me hacía imposible el trabajar en la investigación que no terminaba de avanzar en ninguna orientación definida. A lo único que podía dedicarme era a la lectura superficial de tratados y monografías sobre el nazismo y la Solución Final pero, sin lugar a dudas, lo que el cuerpo me pedía era sumergirme en exclusiva en esa historia que, para mi gusto, el señor Garrido ocultaba en su pasado. Aún con todas las dificultades que me rodeaban, era capaz de contemporizar los trabajos periodísticos que me demandaban con la lectura incansable de literatura histórica sobre la Segunda Guerra Mundial. Quizás esta dedicación prácticamente exclusiva a un solo tema fue lo que provocó que, por aquellos tiempos, no tuviese pareja ni indicios de la misma, tan solo algún devaneo sin importancia que prácticamente he olvidado.
El trabajo para el suplemente me tenía realmente agotado pero parecía estar llegando a su fin, únicamente debía aguantar la primavera que era cuando se cumplía el compromiso que había adquirido. Sin embargo, de forma radical, los acontecimientos cambiaron y la situación se tornó más diáfana para mis intereses. Roberto, que prácticamente vivía en la redacción, falleció inesperadamente una de las noches que se estaba dejando los ojos en la revisión de originales. La noticia fue toda una hecatombe pues el tipo, que llevaba decenas de años trabajando en el mismo puesto, se había convertido en toda una institución. Realmente sentí la pérdida pues, más allá de algunas diferencias profesionales, debo reconocer que siempre se había comportado bien conmigo y, en ocasiones y cuando yo me dejaba, había actuado como mentor profesional ayudándome en los momentos más confusos de mi carrera. El caso es que desapareció el principal escollo que se interponía entre mi historia y mi vida laboral, vi la ocasión de conjugar mis intereses con mi sustento y no desaproveché la ocasión. Comencé a trabajar febrilmente en la historia que tenía en la cabeza, la de uno de los pocos supervivientes a los campos de exterminio de nacionalidad española que quedaban vivos. Tomé los datos que conocía sobre Manuel Garrido, que eran bien pocos, aunque en los últimos tiempos se estuviesen multiplicado sus intervenciones en todo tipo de actos y conferencias y, tras darle un barniz histórico al reportaje, presente el que sería mi último trabajo en ese dominical que me había dejado sin energías y sin creatividad.
Por supuesto, siempre que se produce una desgracia como la de mi editor, aparece un vacío de autoridad que es aprovechado por todos los espabilados que se mantienen al acecho del puesto en cuestión. Debo reconocer que yo era uno de los candidatos para esa lucha fratricida pero, lejos de mezclarme con esa chusma mediocre que se retorcía y apuñalaba por unas migajas, tenía la vista puesta en un horizonte más ambicioso y creativo. Tuve oportunidad de ver el enfrentamiento desde la distancia, de comprobar cómo la ambición sacaba lo peor de cada uno de los pretendientes a la vacante que había quedado libre. Yo, por mi parte, aproveché esa ausencia de autoridad momentánea para dedicarme a mis investigaciones y sobre todo a la redacción del que sería un reportaje definitivo sobre el señor Garrido. Puesto que estaba convirtiéndose en una figura pública no me fue difícil dar con él pero, lejos de atender a mis demandas, se mantenía oculto tras la muralla de sus supuestos achaques y de su falta de tiempo para atender a cualquier periodista que quisiese hablar con él. Por lo menos así lo dejó en claro una de sus hijas. Por este motivo dejé de insistir sobre este punto y, sin demorarme más, me centré en la figura pública que el anciano había estado construyendo durante los últimos años. Rebuscando en prensa, archivos y demás medios inmediatos a mí alcance descubrí que se le había nombrado socio o presidente honorífico de innumerables asociaciones así como de sindicatos de la izquierda radical o del partido comunista en España. Parecía que en algunos foros también se hablaba de una mención honorífica por parte del gobierno de Felipe González y esto indicaba, sin ningún género de dudas, que el señor Garrido estaba haciéndose un hueco como celebridad superviviente al Holocausto. Lo único que no me cuadraba en toda esta historia era su hermetismo pero estaba dispuesto a acercarme a este personaje. El primer paso ya lo había dado, había escrito y documentado un reportaje completo sobre el supuesto héroe, solo me quedaba esperar que el sustituto de mi editor considerase la historia tan interesante como yo.

Nacho Valdés

jueves, septiembre 08, 2011

Vietnam (Vol. 2)

Te susurré que te protegería
que aunque el viento viniese cargado de puñales
ninguna de sus afiladas puntas marcaría tus huesos


Prometí contar toda nuestra historia en una sola canción:
desde el esplendor eléctrico del relámpago hasta el sonoro estallido del trueno


Sin embargo en noches como esta, en la que las melodías caen de los pentagramas
o resbalan entre las cuerdas vocales los aullidos de los lobos,
no puedo dejar de correr hasta más allá de estos precipicios interiores que impiden
llegar a ti desde mí.

No fue hasta el final cuando por fin me di cuenta
de que para salvarte primero tenía
que hundirme…

Quise entonces apagar las luces de mi casa y dejar en manos del destino
unas velas encendidas y un posible incendio

Ya lo sabes, fue imposible…
Todo en nosotros fue imposible pero yo siempre estaré dispuesto
a prestarte mis ojos cuando los tuyos ya no puedan ver
cegados por el intenso brillo del futuro.

Mis ojos son los tuyos
es por eso
que estás en todas partes

Te dije que te protegería
pero olvidé protegerte de mí
y de toda esta cadena irrompible de malos pensamientos
que siempre llevo conmigo.

miércoles, septiembre 07, 2011

Delaletra

Adrian Tomine (Sacramento, 1974) se estrena en DELALETRA en este nuevo curso. Su serie de comics Optic Nerve publicados por La Cúpula en dos volúmenes llegaron a mis manos este verano. Considerado por muchos como el Raymond Carver del comic, Tomine domina el tiempo y la palabra con una sutileza y minimalismo envidiable. Al igual que ocurre con el brillante escritor americano, lo importante en sus historias parece residir en aquello que no se dice pero que se sabe.
 En historias de una sola página, con no más de 4 viñetas, es capaz de tejer historias complejas, profundas y sorprendentes. Dos grandes relatos dan nombre a la compilación de La Cúpula: “Rubia de Verano” y “Sonámbulo”.
Ha sido lo mejor que he leído este extraño y confuso verano.
Anímense…

martes, septiembre 06, 2011

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (26)

Debo reconocer que ninguno de los artistas que hoy visitan la Disquería son de los que yo me llevaría a una isla desierta si me dieran la oportunidad de elegir 15 discos para una larga estancia en un trozo de tierra en la inmensidad del océano.
Buceando por el youtube, buscando quien tendría el honor de pisar la disquería la primera semana de septiembre me di cuenta que, aunque en un principio no tengan ningún tipo de relación común entre ambos, en un determinado momento de su carrera tomaron una decisión similar. Esta decisión fue la de incluir a un actor español que les sustituyera durante la grabación del videoclip de una de sus canciones.
Le Punk decidió sustituir a Bunbury por Raúl Arévalo, el Sean Pean español y del que recomiendo la película” Primos” estrenada la primavera pasada. Estos chicos, si bien tienen un par de discos decentes pierden bastante en directo, según comentó Nacho hace algunos meses en el Backstage.
En el caso de Iván Ferreiro, decidió que la imagen de su videoclip fuera Oscar Jaenada, que desde que rodó Camarón no ha hecho nada que merezca la pena. Iván es un tío que me cae simpático, si bien muchas de sus canciones me parecen bastante aburridas.



lunes, septiembre 05, 2011

En el ángulo muerto Vol. 113



Complicaciones

Debo reconocer que, en aquel momento, metido en la aglomeración que se había montado, la respuesta que me dio el señor Garrido me dejó congelado, sin saber qué hacer. Fue como una pequeña resignación, algo así como caer en un trance hipnótico que destrozó mis numerosos recursos. Quizás fuese su pinta afable o, tal vez, esa voz cavernosa y profunda que salía de su minúsculo cuerpo pero debo admitir que no supe reaccionar y le dejé marchar mientras me quedaba plantado sonriendo bobaliconamente. Desde luego que, tras años de experiencia en el ámbito periodístico, contaba con múltiples tácticas para atajar ese tipo de situaciones pero en ese caso me quedé tan sorprendido de que no desease someterse a una entrevista en profundidad que no supe sacarlas a relucir. Sospecho que me había hecho a la idea de que ese hombre deseaba lo que todos, algo de publicidad para ir saliendo adelante. El caso es que me había encontrado ante una situación novedosa; un contador de historias que no deseaba narrar la suya más que en situaciones escogidas por él mismo.
Cuando logré reaccionar y después de maldecirme una y otra vez por no haber insistido o haberle seguido o, al menos, haber hecho algo, me dirigí directo a la redacción en busca de mi superior. Se trataba de un tipo de la vieja escuela, algo mayor pero con el que me entendía bien y que echaba más horas que nadie en el periódico. De su vida personal poco o nada sabía, sé que se había divorciado y que tenía algún hijo al que apenas veía. Era un hombre dedicado al trabajo y parecía que, desde que nadie le esperaba en casa, se había volcado en la vida laboral y poco más hacía con su existencia. Como siempre, estaba en su despacho repasando la maquetación de la edición del día siguiente al tiempo que observaba de vez en cuando una enorme cantidad de legajos que supuse serían artículos en vías de publicación. El edificio estaba prácticamente desierto pues la edición del día siguiente estaba casi cerrada, solo quedaban los que hacían guardia por si salía alguna novedad y el sempiterno Javier sepultado por la montaña de trabajo en la que se había convertido su vida. Cuando entré en su pequeño cubículo acristalado me miró con sorpresa pues yo era más inclinado al trabajo de campo y aparecía lo mínimo posible por la redacción.
- Hombre –dijo sonoramente- qué es lo que se ofrece a este joven reportero. – No tenía idea del motivo por el que me trababa con paternalismo pero a mí me gustaba, me parecía indicativo de cierta preocupación y de que valoraba mis escritos.
- Pues vengo a proponerle un asunto –yo, a pesar de la confianza con la que el departía conmigo, siempre le trababa de usted-. A ver qué le parece.
- Tú dirás. –Dijo apartando los papeles a un lado y levantándose para ofrecerme una copa, algo que siempre hacía cuando recibía la visita de alguien al que valoraba.
- Pues se trata de una historia fantástica para un reportaje y yo me había propuesto hacer un trabajo de investigación. Algo como lo que se hacía antes –solté esa última frase ex profeso para intentar captar su atención y, sin ninguna duda lo logré pues sus ojos comenzaron a brillar-, algo que requiera una buena documentación y quizás una serie de reportajes que fuesen dibujando al personaje y la historia que quiero transmitir.
- Tienes que darme más detalles –me espetó mientras me ofrecía un güisqui sin hielo y caliente-, no puedo aceptar únicamente por tus buenas palabras.
- ¿Te acuerdas del reportaje que hice sobre el tipo de la CNT, Manuel Garrido?
- Sí, lo recuerdo. No estuvo nada mal. –Contestó.
- Pues es sobre él sobre lo que quiero trabajar aunque el problema está en que no sé nada de él ni de los campos de exterminio y tendría que dedicarme en exclusiva a este proyecto.
- ¿Estás diciendo que abandonas el dominical?
- No estoy afirmando nada –la conversación parecía estar llegando a un punto muerto-, creo que igual podríamos hacer algo para que yo me pudiese concentrar en esta historia que para mi gusto tiene algo.
- Te voy a decir yo algo –se bebió su licor de un trago-, ese tipo de historias no venden en este país. Si algo queremos es olvidarnos de los fachas, los nazis y la madre que los parió. Olvídate del asunto y, por favor, ahora piensa en el reportaje del dominical que tienes por delante.

Sin más me despidió de su despacho dejándome aturdido. Me había vuelto a suceder, me había quedado sin recursos. Aunque, en este caso, la reacción de mi editor me había espoleado para buscar alguna solución al callejón sin salida en el que me encontraba.


Nacho Valdés

jueves, septiembre 01, 2011

Vietnam (Vol. 1)

Dicen que ya nunca escribe que renunció a querer 
y se olvidó de amar.
Dicen que ya nunca piensa en nadie más que en él,
que los puertos no son dignos de sus barcos
y que las islas se hunden sin sus pies.
Dicen que ya encontró lo que buscaba.
¿Y qué era eso? Se preguntaba.
Y sí lo halló de verdad ¿Cómo fue que volvió a perderlo?
Dicen que ya nunca duerme,
que se pasa las noches enteras entre cuatro paredes
que no dejan entrar ni salir a los sueños.
Cuentan que todas sus cosas cambiaron de manos,
que espera la muerte como quien espera un lunes de noviembre,
que su casa está siempre a oscuras
y que fue el mismo el que hizo saltar los fusibles.
Dicen que dejó la ciudad para que le crecieran branquias
pero lo cierto es que la ciudad le abandonó a él mucho tiempo antes.
Hoy alguien le vio en Gran Vía.
Cuentan que tenía las manos vacías y los ojos sonriendo.
Eso es lo que dicen…
Eso es lo que dicen…
Aunque la mayoría de ellos ya nunca dice nada.