sábado, mayo 24, 2008
"Que ritmo triste. A mi corazón le hace falta un rio y un salmón"
Lástima, de nuevo la lluvia nos impidió nadar contracorriente o visitar el carnaval de Brasil a lomos del Salmón. Por segunda semana consecutiva nos mordemos la lengua -popular y ancestral- y lloramos nuevos ríos.
Andrés volverá. Seguro. Y estaremos preparados.
Sirvan sus palabras -en una entrevista de Juán Puchades en EFE EME a pocas horas de la suspensión- como pulso a esta nuestra ciudad tan huérfana de salas de rock.
Podeís leer las opiniones calamaras aquí.
http://www.efeeme.com/revista/revista_ficha.aspx?id=1950&ids=2
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3 comentarios:
Yo tambien tengo una cierta maldición con los conciertos...
siempre caen cuando tengo exámenes, a ver si para el tercer intento del de calamaro puedo asistir.
Esperamos al Salmón para su retorno.
Tenemos museo de las artes y las mierdas, circuito de f1, visita del Papa, Copa América, fiestas populares en las que todo vale, una alcaldesa con cuerpo de pera y voz de bluesman.
Tenemos todo eso y más.
Es mucho pedir una sala de conciertos donde se puede cantar sin mojarse.
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