Vuelan los aviones
sobre la hierba mojada
donde descansan
tu pecho y mí espalda
esperando nada.
sobre la hierba mojada
donde descansan
tu pecho y mí espalda
esperando nada.
Y debajo del suelo
no alcanzan nunca
las palabras
al cielo.
O tal vez llegan
convertidas en rumores
que confunden barrio
y paraíso.
Veo la lluvia
acariciar su cuerpo entregado a la tierra
mientras escondido
entre la próxima cosecha
plantamos el amor
que nos sobra.
no alcanzan nunca
las palabras
al cielo.
O tal vez llegan
convertidas en rumores
que confunden barrio
y paraíso.
Veo la lluvia
acariciar su cuerpo entregado a la tierra
mientras escondido
entre la próxima cosecha
plantamos el amor
que nos sobra.
Volvemos al coche
como los que regresan
de la tercera dimensión
aburridos
de su doble irrealidad futura.
Nos queremos
a pesar del mal tiempo
y recordamos
por un instante
la antigua lucha entre las nubes y el sol
por ver quién
contempla con más nitidez
nuestras muestras
de amor
y sangre
Sonreímos.
Es lo único que nos queda.
como los que regresan
de la tercera dimensión
aburridos
de su doble irrealidad futura.
Nos queremos
a pesar del mal tiempo
y recordamos
por un instante
la antigua lucha entre las nubes y el sol
por ver quién
contempla con más nitidez
nuestras muestras
de amor
y sangre
Sonreímos.
Es lo único que nos queda.
3 comentarios:
Hallelujah! un Vietnam florido y hermoso...algo huele a podrido en Dinamarca.
Algo está cambiando en tu interior, chico responsable?. Ser papa por segunda vez te sienta muy bien. Aunque tus escritos surrealistas y oscuros me gustan bastante, este Vietnam de hoy nos regala escenas maravillosas dignas de una peli de Woody Allen..hierba mojada, amor, pasión, sangre...
Bravo, lindo Vietnam.
La felicidad y el apocalipsis se dan la mano en Vietnam...
Enhorabuena por el escrito.
Abrazos
Me alegra que guste pues yo no andaba del todo convencido de su estructura y ritmo.
¿Woody Allen? ¿Quién es ese tipo?
SALUDOSSS
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