Héroes americanos
Tras el merecido homenaje a David Hasselhoff, vamos a continuar haciendo un recorrido por esos héroes americanos que nos han acompañado desde la infancia; o como a mi amigo Sergio le gusta decir: “Ídolos con pies de barro”.
En el caso que nos ocupa hoy, más que barro lo que tiene este tipo es hormigón armado en sus pies. Conocido desde los setenta, y poseedor de técnicas de combate mortíferas como la patada giratoria, hoy me siento en la obligación de hablar del idolatrado Chuck Norris. Ese héroe al que todos nos gustaría conocer, con el que todos quisiéramos compartir una cerveza, bueno, mejor nada de alcohol no sea que el casto Chuck se moleste, nos ha venido moralizando desde hace décadas.
Este personaje de leyenda, nació en el corazón de América en 1940, su relación con las artes marciales se remonta a finales de los años cincuenta, cuando recaló con la fuerza aérea en Corea del Sur. Por supuesto, la formación militar era algo obligado en la biografía de nuestro respetado Norris.
Tras continuar con su dedicación a las artes marciales, y conseguir alcanzar el campeonato americano de Kárate, tuvo su gran oportunidad con el afamado Bruce Lee. Por supuesto, nuestro amigo no dejó escapar el tren de la fama y tuvo un duelo brutal con el Coliseo romano como testigo. La película se titulaba El furor del Dragón, en la última escena, el señor Lee, se enfrentaba por vez primera a un rival a su altura. En el marco incomparable de las ruinas romanas, las dos leyendas se veían las caras por primera vez. Chuck, por exigencias del guión y aceptando su papel de gregario tuvo que dejarse ganar después de vender caro su pellejo. Estos eran los primeros pasos de este ídolo de la mitología americana.
Tras este primer papel, el joven Chuck llamó la atención y comenzó su andadura en solitario. Vendrían títulos imprescindibles como las tres entregas de Desaparecido en Combate, en la que hacía de militar asesino de comunistas en Vietnam; o la también triple saga de la afamada Delta Force, donde compartía cartel con Lee Marvin y en esta ocasión interpretaba a un integrante de un comando de élite encargado de acabar con el mal allí donde se encontrase.
El amplío bagaje interpretativo de nuestro amigo, le ha llevado a encarnar una gran cantidad de papeles; le hemos podido ver de policía, militar… y creo que esto es todo. Su método, ya famoso en el mundillo de Hollywood, consiste en no cambiar la expresión bajo ningún concepto, dicen las malas lenguas que este es el motivo por el que se dejó su poblada barba. También comentan que es capaz de caminar sobre brasas al rojo vivo sin alterar el rictus de su cara, estos son algunos de los métodos que utiliza para mejorar su formación artística, todos sabemos lo concienzudo que es Chuck en su preparación. Este gran nivel artístico le ha llevado, con sus más de sesenta años, a protagonizar anuncios de teletienda en los que luciendo su poderoso torso nos vendía alguna máquina maravillosa para trabajar los abdominales. Su carrera ha tocado techo con la inenarrable Walker de Texas, papel hecho a su medida ya que casi parece que se interpreta a sí mismo. El argumento es básico y, en muchos aspectos se asemeja al equipo A; es decir, malotes que le tocan las narices a Chuck y éste, con la fuerza y habilidad de sus puños (después de pegar unos tiros y destrozar un par de coches en frenéticas persecuciones) consigue hacer triunfar el estilo de vida americano.
Como buen patriota, este fetiche de la cultura actual, no puede dejar de predicar con el ejemplo. De ser un ateo convencido, ha pasado a ser representante de la fe católica más conservadora y retrograda, esa que tanto nos gusta. Ha sido, entre otras cosas, autor de varios libros sobre el cristianismo como The Justice Riders. Por supuesto, también ha cedido su imagen en campañas televisivas para guiar hacia la fe bíblica a sus compatriotas; igualmente, cediendo su imagen sin tacha de deportista, ha trabajado para la comunidad intentando que los díscolos jóvenes de hoy se alejen del consumo de drogas y sustancias perniciosas. ¡Bendito seas, amigo Chuck!
Otro de los logros de este referente, es el de haber desarrollado su propia rama de artes marciales, así como una rígida moral con la que cualquier descarriado puede llevar por el buen camino su vida. Entre alguno de los aforismos que son desarrollados en su moral me gustaría destacar el que sigue: “Me mantendré siempre leal a Dios, mi país, mi familia y mis amigos”. Sabias palabras las de este Séneca contemporáneo.
Y por último, me gustaría recordar lo siguiente a todas las chicas que nos siguen: Si la mujer sobrevive, para Chuck Norris no es sexo.
Tras el merecido homenaje a David Hasselhoff, vamos a continuar haciendo un recorrido por esos héroes americanos que nos han acompañado desde la infancia; o como a mi amigo Sergio le gusta decir: “Ídolos con pies de barro”.
En el caso que nos ocupa hoy, más que barro lo que tiene este tipo es hormigón armado en sus pies. Conocido desde los setenta, y poseedor de técnicas de combate mortíferas como la patada giratoria, hoy me siento en la obligación de hablar del idolatrado Chuck Norris. Ese héroe al que todos nos gustaría conocer, con el que todos quisiéramos compartir una cerveza, bueno, mejor nada de alcohol no sea que el casto Chuck se moleste, nos ha venido moralizando desde hace décadas.
Este personaje de leyenda, nació en el corazón de América en 1940, su relación con las artes marciales se remonta a finales de los años cincuenta, cuando recaló con la fuerza aérea en Corea del Sur. Por supuesto, la formación militar era algo obligado en la biografía de nuestro respetado Norris.
Tras continuar con su dedicación a las artes marciales, y conseguir alcanzar el campeonato americano de Kárate, tuvo su gran oportunidad con el afamado Bruce Lee. Por supuesto, nuestro amigo no dejó escapar el tren de la fama y tuvo un duelo brutal con el Coliseo romano como testigo. La película se titulaba El furor del Dragón, en la última escena, el señor Lee, se enfrentaba por vez primera a un rival a su altura. En el marco incomparable de las ruinas romanas, las dos leyendas se veían las caras por primera vez. Chuck, por exigencias del guión y aceptando su papel de gregario tuvo que dejarse ganar después de vender caro su pellejo. Estos eran los primeros pasos de este ídolo de la mitología americana.
Tras este primer papel, el joven Chuck llamó la atención y comenzó su andadura en solitario. Vendrían títulos imprescindibles como las tres entregas de Desaparecido en Combate, en la que hacía de militar asesino de comunistas en Vietnam; o la también triple saga de la afamada Delta Force, donde compartía cartel con Lee Marvin y en esta ocasión interpretaba a un integrante de un comando de élite encargado de acabar con el mal allí donde se encontrase.
El amplío bagaje interpretativo de nuestro amigo, le ha llevado a encarnar una gran cantidad de papeles; le hemos podido ver de policía, militar… y creo que esto es todo. Su método, ya famoso en el mundillo de Hollywood, consiste en no cambiar la expresión bajo ningún concepto, dicen las malas lenguas que este es el motivo por el que se dejó su poblada barba. También comentan que es capaz de caminar sobre brasas al rojo vivo sin alterar el rictus de su cara, estos son algunos de los métodos que utiliza para mejorar su formación artística, todos sabemos lo concienzudo que es Chuck en su preparación. Este gran nivel artístico le ha llevado, con sus más de sesenta años, a protagonizar anuncios de teletienda en los que luciendo su poderoso torso nos vendía alguna máquina maravillosa para trabajar los abdominales. Su carrera ha tocado techo con la inenarrable Walker de Texas, papel hecho a su medida ya que casi parece que se interpreta a sí mismo. El argumento es básico y, en muchos aspectos se asemeja al equipo A; es decir, malotes que le tocan las narices a Chuck y éste, con la fuerza y habilidad de sus puños (después de pegar unos tiros y destrozar un par de coches en frenéticas persecuciones) consigue hacer triunfar el estilo de vida americano.
Como buen patriota, este fetiche de la cultura actual, no puede dejar de predicar con el ejemplo. De ser un ateo convencido, ha pasado a ser representante de la fe católica más conservadora y retrograda, esa que tanto nos gusta. Ha sido, entre otras cosas, autor de varios libros sobre el cristianismo como The Justice Riders. Por supuesto, también ha cedido su imagen en campañas televisivas para guiar hacia la fe bíblica a sus compatriotas; igualmente, cediendo su imagen sin tacha de deportista, ha trabajado para la comunidad intentando que los díscolos jóvenes de hoy se alejen del consumo de drogas y sustancias perniciosas. ¡Bendito seas, amigo Chuck!
Otro de los logros de este referente, es el de haber desarrollado su propia rama de artes marciales, así como una rígida moral con la que cualquier descarriado puede llevar por el buen camino su vida. Entre alguno de los aforismos que son desarrollados en su moral me gustaría destacar el que sigue: “Me mantendré siempre leal a Dios, mi país, mi familia y mis amigos”. Sabias palabras las de este Séneca contemporáneo.
Y por último, me gustaría recordar lo siguiente a todas las chicas que nos siguen: Si la mujer sobrevive, para Chuck Norris no es sexo.
Nacho Valdés (con mis ex-alumnos)
12 comentarios:
Ojalá hubiese tenido una figura como la de Chuck a mi lado en mi tierna infancia. Seguramente asi mi vida no se habría compuesto de clandestinidad, pobreza, dias largos, copas y demás cartas envenenadas que el diablo puso sobre mi mesa. Ya nunca sabré dónde podría haber llegado de tenerte a mi lado Chuck.
Bendito seas.
Siempre puedes comprar alguna de sus obras literarias, seguro que te lleva por el buen camino... si no, siempre puede meterte un buen par de hostias para que te encauces tu vida por cojones. Así es Chuck, dulce y amargo, todo en uno.
A pesar de los 26 años de diferencia que nos unen, tu relato me ha hecho revivir intensas emociones con Bruce Lee como mito viviente (en aquel momento). Alguans cosas son intemporales.
No sabía que su contrincante era nuestro luego idolatrado Chuck. Muchas gracais por el artículo.
Asi es. Hasta Bruce ha recibido lecciones de Chuck.
Saludos veraniegos Comandante.
Bueno, bueno bueno!!! siento tener que abriros los ojos pero el señor Lee se mearia en las barbas de este tarugo.
Hay que reconocer que dentro de la raza blanca su tecnica y creatividad ha sido notable, pero Lee llego a desarrollar infinidad de tecnicas propias.
Soy gran admirador de Chuck pero... Lee can be water, my friend.
Y aqui en China, si se te ocurre de pronunciar el nombre de Bruce en vano, tendras que enfundarte el kimono para hacerte respetar ante tu ofensa.
un abrazo y enhorabuena por el articulo.
http://www.pitoche.com/norris.htm
echadle un viszto a este link, por que vosotros no teneis ni idea de quien es chuck norris, ni de lo que es capaz de hacer.
Ya era hora de que hablases de este gran héroe de leyenda. Para muchos Chuck es más que una leyenda viviente, es como un dios y si no lo crees mirate las mil frases célebres sobre Chuck que hay en la frikipedia.
Una de mis favoritas es la siguiente: "Chuck Norris se afeita pegandose patadas giratorias en la cara, solo Chuck Norris puede cortar a Chuck Norris"
Bendito sea este gran Superhéroe que, cuando mira el horizonte, ve su nuca
Me alegro de veros por el blog amigos, espero que la hoguera de San Juan ardiese bien con la leña que dejó mi maletero perdido. En fin, nos vemos en breve.
Por cierto, un saludo especial para mi gran amigo Sergio. Ánimate tío, que eres un grande.
Besos.
"La pena dura tanto como quieras tú seguir llorando" cantaban Los Piratas.
Gracias.
Ya inicio la reconstrucción.
Le habéis dedicado un texto a chuck norris???
Oh My God...
u_u
Como una cabra
Bien sabes, Beatiful Eve, que aquí siempre habrá lugar para los proscritos.
Besos.
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