Hay algo aquí que va mal
El tema a tratar hoy está más que trillado, usado y manipulado, pero tengo que reconocer que no puedo resistirme a tratarlo una y otra vez. Por lo menos, en este rincón no he tenido todavía oportunidad de hablar sobre el preocupante asunto de los malditos polemistas.
Los polemistas son una especie que, espero esté en extinción, pulula por nuestras televisiones en busca de la carroña que les permita continuar enganchados a la generosa mama televisiva. Y a qué se dedican, pues eso me gustaría a mí descubrir. En principio, se trata de personajes que se consagran a tratar temas y a usar la dialéctica con el fin de lograr algún resultado intelectual sobre el tema tratado. Pero el problema se presenta cuando tales elementos, en lugar de tener cierto bagaje intelectual, son unos analfabetos en potencia que en lugar de usar la razón, utilizan el escándalo con el fin de seguir conectados al mundo televisivo que les permite vivir por la cara. Por supuesto esto va acompañado de grandes patadas al diccionario y de alguna pelea en directo. Vamos, una fauna increíble.
Hace un tiempo, cuando comenzó la andadura de estos personajillos televisivos, se contaba con personas de cierto renombre. Podemos citar en este sentido a Ramoncín, que ha pasado de ídolo rockero a adalid de la SGAE y a estirarse toda la cara. A pesar de lo insoportable que es este tipo, tengo que reconocer que, por lo menos, algo de cultura tiene y que, al menos, sabe hablar. Cosa que no podemos decir de la siguiente evolución del odiado polemista.
Pero qué sucedió, llegó un momento en el que los programillas rosas comenzaron a explotar esta maldita fórmula. ¿Y qué es lo que hicieron? Bajaron a las cloacas intelectuales y encontraron la basura que perseguían, programas como Gran Hermano, La casa de tu vida y mierdas por el estilo, se convertirían en canteras para los polemistas televisivos del siglo XXI.
Esta peste, que parece que va remitiendo, tuvo su cenit hace cinco o seis años cuando Crónicas Marcianas funcionaba a pleno rendimiento. Por el plató de Telecinco pasaron todos los grandes hermanos, triunfitos y demás escoria iletrada que este país era capaz de encontrar. El tema daba igual, únicamente se necesitaba mucha cara, gritar más que los demás e ir puesto de coca hasta las orejas. Con estos requisitos era fácil encontrar candidatos. Por un lado teníamos a los chicos, una mezcla de macarras con chulo de playas; aunque también podía tratarse de una maricona mala o de un seminarista que conoce la fama y se pasa al lado oscuro. Por el lado femenino, la cosa tampoco era mejor. Podíamos encontrarnos con fulanas sin ninguna instrucción y que consideran que el gritar te da la razón; requisito imprescindible para éstas era aparecer en la revista Interviú, aunque fuesen desagradables y chabacanas.
En esta epidemia, brillan con luz propia Aída Nizar y Kiko de Gran Hermano. Todavía no me entra en la cabeza como estos dos elementos han sido capaces de aguantar en la televisión durante años. Debe tratarse de que son algo más inteligentes que el resto, aunque a pesar de todo lo único que me provocan es grima y asco. Estos dos elementos han conseguido mantenerse durante más tiempo del deseado en las cadenas televisivas, aumentando de esta forma su ego y cuenta corriente. Esto provocó que durante largos períodos de tiempo se creyeran imprescindibles, cuando lo único que sucedía es que el vulgo ignorante lo que tenía era una evidente falta de referencias.
Por lo menos, parece que esta maldita epidemia está remitiendo. Después de que algunos de los programas que más tiraban de este tipo de personajes cerrasen el negocio, estos elementos deben estar buscando algún lugar en el que les den un resquicio por el que colarse para continuar compartiendo sus insoportables opiniones. En lugares como La noria todavía se da cobijo a estos tipos, pero da la sensación de que ya no gozan de la manga ancha que tenían hace unos años, debe ser que la proliferación de supuestos polemistas ha colapsado el mercado y no se puede dar salida a tanta inmundicia.
Supongo que volverán, pero estaremos esperándoles para destrozarles y criticarles sin piedad. Todos esperamos que se abra la veda de caza del polemista.
El tema a tratar hoy está más que trillado, usado y manipulado, pero tengo que reconocer que no puedo resistirme a tratarlo una y otra vez. Por lo menos, en este rincón no he tenido todavía oportunidad de hablar sobre el preocupante asunto de los malditos polemistas.
Los polemistas son una especie que, espero esté en extinción, pulula por nuestras televisiones en busca de la carroña que les permita continuar enganchados a la generosa mama televisiva. Y a qué se dedican, pues eso me gustaría a mí descubrir. En principio, se trata de personajes que se consagran a tratar temas y a usar la dialéctica con el fin de lograr algún resultado intelectual sobre el tema tratado. Pero el problema se presenta cuando tales elementos, en lugar de tener cierto bagaje intelectual, son unos analfabetos en potencia que en lugar de usar la razón, utilizan el escándalo con el fin de seguir conectados al mundo televisivo que les permite vivir por la cara. Por supuesto esto va acompañado de grandes patadas al diccionario y de alguna pelea en directo. Vamos, una fauna increíble.
Hace un tiempo, cuando comenzó la andadura de estos personajillos televisivos, se contaba con personas de cierto renombre. Podemos citar en este sentido a Ramoncín, que ha pasado de ídolo rockero a adalid de la SGAE y a estirarse toda la cara. A pesar de lo insoportable que es este tipo, tengo que reconocer que, por lo menos, algo de cultura tiene y que, al menos, sabe hablar. Cosa que no podemos decir de la siguiente evolución del odiado polemista.
Pero qué sucedió, llegó un momento en el que los programillas rosas comenzaron a explotar esta maldita fórmula. ¿Y qué es lo que hicieron? Bajaron a las cloacas intelectuales y encontraron la basura que perseguían, programas como Gran Hermano, La casa de tu vida y mierdas por el estilo, se convertirían en canteras para los polemistas televisivos del siglo XXI.
Esta peste, que parece que va remitiendo, tuvo su cenit hace cinco o seis años cuando Crónicas Marcianas funcionaba a pleno rendimiento. Por el plató de Telecinco pasaron todos los grandes hermanos, triunfitos y demás escoria iletrada que este país era capaz de encontrar. El tema daba igual, únicamente se necesitaba mucha cara, gritar más que los demás e ir puesto de coca hasta las orejas. Con estos requisitos era fácil encontrar candidatos. Por un lado teníamos a los chicos, una mezcla de macarras con chulo de playas; aunque también podía tratarse de una maricona mala o de un seminarista que conoce la fama y se pasa al lado oscuro. Por el lado femenino, la cosa tampoco era mejor. Podíamos encontrarnos con fulanas sin ninguna instrucción y que consideran que el gritar te da la razón; requisito imprescindible para éstas era aparecer en la revista Interviú, aunque fuesen desagradables y chabacanas.
En esta epidemia, brillan con luz propia Aída Nizar y Kiko de Gran Hermano. Todavía no me entra en la cabeza como estos dos elementos han sido capaces de aguantar en la televisión durante años. Debe tratarse de que son algo más inteligentes que el resto, aunque a pesar de todo lo único que me provocan es grima y asco. Estos dos elementos han conseguido mantenerse durante más tiempo del deseado en las cadenas televisivas, aumentando de esta forma su ego y cuenta corriente. Esto provocó que durante largos períodos de tiempo se creyeran imprescindibles, cuando lo único que sucedía es que el vulgo ignorante lo que tenía era una evidente falta de referencias.
Por lo menos, parece que esta maldita epidemia está remitiendo. Después de que algunos de los programas que más tiraban de este tipo de personajes cerrasen el negocio, estos elementos deben estar buscando algún lugar en el que les den un resquicio por el que colarse para continuar compartiendo sus insoportables opiniones. En lugares como La noria todavía se da cobijo a estos tipos, pero da la sensación de que ya no gozan de la manga ancha que tenían hace unos años, debe ser que la proliferación de supuestos polemistas ha colapsado el mercado y no se puede dar salida a tanta inmundicia.
Supongo que volverán, pero estaremos esperándoles para destrozarles y criticarles sin piedad. Todos esperamos que se abra la veda de caza del polemista.
Nacho Valdés (terminando)
10 comentarios:
La cosa, lamentablemente, va a más. El fin de semana pasado estuve en la Feria del Libro en Madrid (que es una región) y cúal fue mi sorpresa al encontrame firmando ejemplares de su ¿libro? a Aida Nizar. Además a escasos metros suyos estaba Luis García Montero (el mejor poeta vivo de nuestro país). En fin, bastante indignante pues además la caseta donde la Nizar firmaba era de las más concurridas de la Feria.
¿Qué le vamos a hacer? España es esto y mucho menos.
Brillante artículo.
Enlazando con tu articulo de la semana pasada (que me salté por parada biológica), en ocasiones creo ver relación entre nuestros degradados espectáculos de TV y el "panem et circensis" de nuestros padres romanos. Está claro que los 2.000 años que nos separan han servido para que se valorase un poco más la vida humana y a los gladiadores ya no se les dan cosas cortantes sino alcachofas y micrófonos.
...pero sigue siendo lo mismo.
Aprovecho también para desearte "Fuerza y Honor" (Gladiator dixit) en el muy cercano trance que estás a punto de sufrir. Y, además, la dosis reglamentaria de suerte imprescindible para que todo vaya bien.
yo lo ve muy claro, para una MIERDA de programas una MIERDA de polemistas.Que vuelva Jose Luis Balbín y La Clave
Por una vez estoy con el muchacho eléctrico. Mando también un saludo a Raposu, me alegro de tu retorno.
Besos.
Yo creo que es una verguenza que salgan constantemente personas en la televisión que no saben hablar correctamente porque eso es lo que ven los niños y al final acaban hablando como ellos, sin embargo este tipo de programas han ido remitiendo y parece que la moda de gente chabacana comentando cualquier tema de actualidad se va pasando poco a poco, en fin a mi lo que me asombra de este tipo de gente es que se consideren capaces de opinar sobre cualquier tema con independencia de sus conocimientos sobre el mismo, sin importarles que millones de personas seamos testigos de su falta de cultura, es evidente que no hay nada más atrevido que la ignorancia.
Enhorabuena por el artículo cariño,un beso.Laura.
Como siempre dándome la razón, así me gusta.
Besitos.
Por desgracia estos personajes existen porque es el publico quien los demnada, de ahi que aparezcan polemistas con los titulos de "Experto en Gran Hermano", etc., venga coño!!!
Esta panda de casposos son los Frankenstein que han creado los periodistas de la prensa rosa y los telespectadores sin criterio.
Aun asi siento tener que reconocer que me hacen la vida mas facil. Ya casi no veo la tele, por lo que duermo muchas horas y he retomado mi relacion con la lectura.
Cierto es todo lo que habéis dicho. Pero esta panda de analfabetos triunfan, que le vamos a hacer, han tenido su momento de gloria y, por suerte, parece que ya se ha acabado.
Esperemos que no recojan el legado personajaes aún peores, aunque cuesta pensar que eso es posible.
Yo no echaria la culpa a los personajillos en si, ya que si te ofrecen 1kilo por salir a un programa y gritar mas que los demas, pues lo haces sin pensarlo y sobre todo si estas pillado por la farlopa. El problema(o el acierto, segun se mire) radica en los directivos de ciertas cadenas(el ejemplo mas claro es telecinco) que se han empeñado en machacar esa formula de poner a una jeny y a un richar a criticar al famoso de turno o a hablar de temas que en la vida han escuchado. Es normal que la jeny y el richar esten con el ego por las nubes ya que estos directivos de telecinco les han sacado de la caja del supermercado y de la obra o de la plataforma de la discoteca de moda y de la puerta del garito para convertirlos en estrellas del celuloide con legion de fans a sus espaldas incluido. Menos mal que ha llegado la tdt para ofrecernos 16000 canales mas donde poder elegir lo que mas nos guste para nuestro momento tele del dia y no lo que algun directivo casposo nos quiera imponer..
Lucas
Sabias palabras amigo Lucas...
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