Amaneció y todo se había roto. No quedaba ni una sola habitación en pie. Llevaba grabado a fuego los peores errores del mundo. Tampoco existía rastro de tu cuerpo y llegué a pensar, todavía aturdido, que quizá nunca te había tenido conmigo, que siempre había estado sólo, que nunca curaste mis heridas, que no hubo segunda parte.
Entonces a lo lejos comencé a escuchar una melodía que me hizo levantar y correr hacia allí. Mi memoria fue archivando esas guitarras y letras tristes y comprendí que no sólo no volvería a perderte, sino que había encontrado al fin la mejor banda sonora de mi vida.
1 comentario:
No hay nada como un poco de Rock en castellano. Buen tema y mejor grupo; en esta ocasión estoy de acuerdo con la perfecta elección para la canción de la semana.
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