miércoles, diciembre 15, 2010

Delaletra







El costumbrismo ficcionado de un chileno

Uno de mis últimos descubrimientos literarios, que tenía ganas de compartir con los todos los corazones hambrientos, es el del escritor chileno Roberto Bolaño. Este narrador o, mejor dicho, cuentista y poeta ha ido erigiendo una monumental obra que desde su muerte en 2003 todavía continúa ofreciendo sorpresas de gran calado. Mi contacto con él ha sido mínimo aunque, tras esta primera inspección, el impacto ha sido máximo.
Destaco, en primer lugar, el compendio de relatos cortos Llamadas telefónicas. Esta obra, pequeña en volumen pero enorme en estilo, está compuesta por no más de doce relatos cortos que tratados desde un costumbrismo desgarrado nos va introduciendo en el enrevesado universo Bolaño. Los escritos, narrados la mayoría en primera persona, van desgranando una serie de cuentos modernos de fondo anodino pero de un magnetismo sin parangón. Se puede afirmar que lo que narra son pequeños fragmentos biográficos de personajes singulares que destacan por el carácter anecdótico de su estilo y por la conexión que consiguen con el lector. De alguna forma, sin caer en moralinas y dejando espacio para que el lector saque sus conclusiones, va urdiendo pequeñas tramas en las que te ves inmerso y de las que no puedes prescindir una vez que has comenzado la lectura. Conecta con el universo borgiano que, dotando de verosimilitud las historias más descabelladas, provoca la caída del espectador en los sencillos relatos que va desgranando. Algo que, a mi entender, resulta harto complicado, pues hace de lo difícil algo en apariencia sencillo. Otro de los aspectos a enfatizar es la conexión literaria que logra en sus escritos, acaba construyendo una especie de metaliteratura en la que las referencias ficticias y reales se entremezclan para crear una atmósfera única y de impecable ejecución.
Entre los últimos manuscritos de este literato sacados a la luz destaca La literatura nazi en América, pero esto es harina de otro costal que ya trataré en otra entrega de Delaletra.

Nacho Valdés

2 comentarios:

paco albert dijo...

Magnífica reseña. Bien analizado.

Sergio dijo...

Gran recomedación. Bolaño es el más grande. Prolífico como pocos, tiene por publicar montones de relatos que escribía como churros en sus diferentes trabajos. A día de hoy no he leído nada suyo que me haya decepcionado.
Un grande. Una pena que se fuera tan pronto.