jueves, noviembre 04, 2010
En el Backstage Vol. 22
Adiós, amigo Ríos
Me parecía mentira, a mi edad y con la carga de conciertos a mi espalda que arrastro, el ir hecho un manojo de nervios hacia mi cita con el Rock and Roll patrio. Pues de eso no hay duda, si alguien en este apartado rincón del mundo puede presumir de ser pionero en asuntos rockeros ese es Miguel Ríos. Un buen pedazo de la historia musical española se presentaba ante mí, cándidamente receloso por lo que pudiese pasar llegué al pabellón del Pamesa, no tenía idea de lo que podría llegar a disfrutar con las más de dos horas que se me presentaban por delante.
Después de dar unas cuantas vueltas por las gradas, de sentarme, levantarme e intentar ubicarme la suerte se me presentó de cara en forma de zona vip. La diferencia era simple; mejor visión, a pie de pista, baños accesibles y una barra sin masificaciones en la ir avituallándome de las copas necesarias para que las sensaciones se hiciesen, por decirlo eufemísticamente, más profundas. Cuando las luces se apagaron, un cuarto de hora después de lo anunciado, comenzó a sonar la banda que acompañaría durante esta gira de merecida despedida a el bueno de Miguel. La presentación consistió en un tema instrumental que permitió que todos los presentes, incluido el Comandante Stratocaster que creó andaba por ahí, se desgañitasen reclamando la presencia del protagonista de la velada. La transición duró poco, enseguida sonó el inconfundible riff de Bienvenidos, inevitable entrada para cualquier actuación de este intérprete. Ese fue el instante en el que me di cuenta de con quién nos estábamos jugando los cuartos, una figura vestida de negro salió al escenario y ocupando un lugar central llenó con su sola presencia todo el auditorio en el que nos encontrábamos. No podía haber imaginado nunca una mejor entrada para una actuación, un rock and roll acelerado en el que el de Granada nos daba paso a lo que iba a ser un repertorio clásico cargado de guiños a la nueva hornada roquera y a otros temas tradicionales que han ido compartiendo años y actuaciones junto a Miguel. A continuación la potente banda, pues estaba un tanto más revolucionada y distorsionada de lo que cabría esperar para una show liderado por un tipo de sesenta y siete años, dio paso a Generación límite, gran tema que resultó de lo más convincente y enérgico. Después vendrían, intercalando la enorme En el ángulo muerto de Lapido, clásicos como Santa Lucia, vuelvo a Granada o El río, todas canciones que están insertas de manera ineludible en el imaginario colectivo. De manera inevitable, pues están hasta en la sopa, la presencia de Pereza se dejó notar con Rock and Roll bumerang. Como invitado, la noche de Valencia contó con Carlos Goñi, que aunque no es santo de mi devoción, hay que reconocer que acometió maravillosamente Todo a pulmón. Para finalizar llegaría El blues del autobús, el Himno de la alegría y un popurrí que incluyó Maneras de vivir de Leño (a los que en su día Miguel dio la alternativa como teloneros de la gira Rock and Rios) y Mueve tus caderas de los también incombustibles Burning. En último lugar, nos regaló el tema Bye, bye Ríos que supone una especie de repaso de la trayectoria vital y profesional de este roquero.
El sonido, que en líneas generales fue aceptable, fue de menos a más hasta llegar a un nivel propio de los artistas que tocaban desde la escena. La banda sonó potente, distorsionada y dando la fuerza extra suficiente para que se convirtiese en una despedida de la que todos los presentes nos sentimos partícipes. Esto se debió fundamentalmente al carácter que se le intuye a Ríos, un músico con una trayectoria impecable, pionero de la apertura musical española y al que todos los sectores parecen respetar de manera inquebrantable. Además, dadas las últimas colaboraciones en las que ha trabajado, la ayuda que parece prestar a las nuevas promesas y demás asuntos con los que se relaciona se puede decir que se trata de un músico sincero y generoso que, haciendo gala de una gran clase, se despide por la puerta grande y haciendo lo que mejor sabe hacer: rock and roll clásico y de letras inofensivas para que todos puedan disfrutar.
Sólo una cosa me pesa tras haber sido partícipe de esta gira de adiós; el no poder volver a disfrutar de un artista de esta categoría.
Nacho Valdés
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3 comentarios:
Fue una magnífica experiencia en todos los sentidos, un concierto vibrante, intenso, bien hecho, con trozos de historia adheridos que a unos les decía mucho y a otros menos, pero siempre algo, una muy buena compañía, también en todos los sentidos y, como ya ha destacado Nacho, una magnífica gestión de "la cosa" que nos acabó colocando en la zona que seguro merecíamos: la zona Vip. Gracias otra vez por ello (no te nombro porque no sé si quieres aparecer en estos lugares, pero sabes que me refiero a tí).
Del señor Rios, antiguo "rey del twist", lo único que puedo añadir es que espero que su retirada sólo sea del primer plano. Gente como ésta es un patrimonio, no se puede malgastar sólo por cumplir años, algo encontrará para hacer que la música siga cumpliendo con su oficio: transmitir sensaciones y sentimientos.
Me alegro mucho de haber estado en el concierto y me alegro mucho de que haya sido en Valencia.
Habrá más artistas y más ocasiones.De lo que no estoy seguro es de seguir mereciendo el nick de Comandante Stratocaster, últimamente creo que me he dejado enamorar por una tal Gibson... la carne es débil.
Gran crítica con algunos errores en la mención del repertorio que no tendré en cuenta por ser tu la persona que lo escribe.
Miguel me sorprendió en todos los sentidos, es pura actitud rockera dentro y fuera del escenario.Una lastima que probablemente sea la ultima vez que lo veamos subido al escenario. El CD de El Pais recoge gran parte de lo que vivimos el sábado pasado en Valencia, lastima que no se vea traducido en la edición de un DVD.
Os recomiendo la lectura de la entrevista que hoy ha salido publicada en www.efeeme.com.
Mención especial a Miss X que con sus habilidades de RRPP nos coló en la zona de los ricos y privilegiados.
Muchacho Eléctrico
Una pena no haber podido ir pero mis noches tienen ahora otro artista principal con amplio repertorio y poca trayectoria que me tiene ensismismado.
Gracias a esta crónica puedo saber lo que pasó. Si el Señor Ríos decide volver estaremos ahi, mi artista y yo, dispuesto a roquear....
SALUDOS
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