lunes, marzo 22, 2010

En el ángulo muerto Vol. 52


Incomunicación

- ¡Abuelo! ¡Abuelo! – La niña atravesó el pasillo a toda velocidad y se lanzó sobre el regazo del anciano que descansaba en la silla de ruedas.
- Quítate de encima, no ves que le haces daño. Además, tú ya tienes abuelos, éste es tu bisabuelo.
- Pero a mí me gusta llamarle abuelito.
- No ves que no se entera de nada. Anda ve a jugar con tus primos. – La mujer se acercó a su cuñada que estaba en el salón. – La verdad es que no lo soporto, no sé cómo es que le tiene tanto cariño. Si es casi un vegetal.-
- Bueno, cuando ella era niña todavía podía valerse por sí mismo y la verdad es que era bastante cariñoso. Quizás se acuerde.-
- No es posible, era demasiado pequeña. En fin, a mí me pone enferma lo de que se pase todo el día babeando y tosiendo. – El anciano emitió un leve gruñido e intentó mover la cabeza.- ¿Tú crees que se entera de algo?
- La verdad es que no tengo ni idea, desde que lo conozco lo único que hace es cagar, mear y comer. Yo reconozco que no me acerco a él demasiado, me da no sé qué.
- A mí es lo que me pasa con la niña, si no fuese por Juan yo ya le hubiese metido en algún centro para que se ocupasen de él.
- Sería lo mejor para todos.
- Lo voy acercar a la ventana, que le de un poco el sol. Supongo que le sentará bien, ¿no?
- No tengo ni idea de viejos, igual es parecido a una planta y le da vitalidad el hecho de recibir luz.- Ambas rieron de la ocurrencia e intentaron mover la silla.
-Esta maldita silla no se mueve.
-Déjame a mí. – El nonagenario hombre se oscilaba como un muñeco al son de los empujones, su cabeza se movía sin criterio.
- Sujétale la cabeza que vamos a acabar teniendo una desgracia.
- Sujétasela tú, que a mí me da grima.
-Quita de en medio.- Dijo una de las jóvenes bufando. – Intenta tú moverle.-
Volvieron a intentarlo pero las ruedas estaban totalmente trabadas, no rodaban en ninguna dirección. Una de las chicas se inclinó para ver qué podía hacer.
- Hostia, como huele.- Movió la cara con un gesto asqueado.- Este tío se ha cagado.
- Mira a ver qué es lo que pasa.- El viejo continuaba moviéndose al ritmo de los empujones.
- Pero que tontas somos, tenía el freno puesto.- Quitó la pestaña que accionaba las ruedas y volvieron a reír animadamente mientras ponían al hombre frente al ventanal.
- ¿No hace demasiado calor?
- Qué más da, lo máximo que puede pasar es que se muera.
- Pues tienes razón.- Las mujeres estallaron en carcajadas.
El anciano movió la cabeza muy lentamente y emitió un sonido casi inaudible.
- Parece que dice algo.- El ruido se intensificó y la mujer acercó la cabeza. -¿Quiere alguna cosa?
- Sí.- Respondió con un hilo de voz entrecortado.
- Creo que nos quiere decir algo. – Dijo la mujer a su cuñada.
- Acércate más.- Respondió la otra.
El hombre tragó saliva y respiró hondo, parecía infinitamente concentrado en el mensaje que quería emitir.
- Hijas de puta.- Es lo único que salió de su boca.

Nacho Valdés

4 comentarios:

Nacho dijo...

Jo cariño me ha gustado mucho el relato, sobre todo el final.
Todos vamos a ser viejos así que más nos vale aplicarnos el cuento. No sé si tendrá que ver pero me he acordado de tu abuelita Valentina y de la señora que vimos el otro día en silla de ruedas con tu padre. En fin, no sé si quiero envejecer.
Un besazo.
Laura.

raposu dijo...

El relato impresionante.
Lo que relata...más.

Creo que me apunto a lo que dice Laura: no quiero envejecer.

(Ahora es cuando va un cabrón y dice: "¿demasiado tarde...?")

paco albert dijo...

Infinitas son las formas en que el oprobio y la afrenta se cierne sobre los débiles y los humillados. Y muy variada es también la circunstancia de éstos.
En este caso, y mientras alguien no proponga un método de selección natural adaptado a nuestra tesitura antropológica (para que perezca no el más débil, sino el más mezquino), yo reivindico eutanasia obligatoria a los 25. ¿Les parece una edad muy temprana? No se preocupen: es preventiva.
Enhorabuena otra vez, Nacho. Siempre consigues una reacción en el lector

Sergio dijo...

La tercera edad asusta. Y eso que ahora dicen que existe una cuarta edad. Curiosamente, estas fallas, comenté con my darling el fatídico hecho del tiempo que pasa y no vuelve jamás. Me viene a la mente el genial Oscar Wilde que decía algo así como " Señores esto no es un ensayo general, esto es la vida. Disfrútenla"
Como cada lunes (o martes) tus palabras despiertan en mí muchas preguntas. Eso, sin duda, nos revela la exquisita calidad de tus palabras.
In Nacho we trust.....