martes, mayo 29, 2007
Nueva York sin queso (Jesus don´t cry)
Desperté con el coche ya estrellado. Me llevó unos minutos situarme. Vi en el cristal delantero un agujero del tamaño de África, rodeado de sangre. Miré al costado, estaba Sarah destrozada en mil pedazos, con el cuerpo reventado y la vida rota. Intenté levantarme, salir del coche en su auxilio. Fue imposible. El cinturón de campeón de los pesos pesados cayó unos metros más adelante y estalló en mil pedazos. Había sirenas azules y rojas, luces de freno, cigarrillos mal apagados, desierto, 30 kilos de cocaína en el maletero, una chica muerta y 10 millones de razones para pegarme un tiro. Juégatela, valiente.
lunes, mayo 28, 2007
Nueva York sin queso ( Gambetas en el alambre)
Se enciende una luz dramática, fugazmente premonitoria. Extiendes los brazos y miras hacia el cielo, pero apenas ves nada. Estás condenado a una suerte imperfecta y caprichosa. Suena la campana y su insignificante “Ding Dong” retumba en tu cabeza como una bomba atómica. Esquivas un directo a tu punto de referencia. Te toca bailar con las más fea, un nuevo aspirante con ganas de acelerar su carrera dejando fuera de juego al campeón. Dejas a un lado las telarañas que te impiden moverte con frescura, una luz roja parpadeante indica el minuto del pánico. Has nacido para esto. Golpeas. El título se queda en casa.
jueves, mayo 24, 2007
miércoles, mayo 23, 2007
Nueva York sin queso (Reinas del baile)
Cuando era pequeño construí en el sotano de mi casa la maqueta de una ciudad imaginaria llamada Panicon Town. Los materiales que utilicé fueron 4237 paquetes de Lucky Strike que mi padre guardaba en el almacén del trabajo, 16 cajas de botellas de Jack Daniels, algunos miles de recortes de periódicos y toda la colección de Playboy de mi hermano mayor. Llegó a ser todo un imperio, aparecieron clases sociales, submundos que surgian de las alcantarillas hechas con chapas aplastadas de botellas de Coca-Cola. Fuimos creciendo juntos hasta que un día la casa de mis padres ardió sin motivo y con ella mi ciudad imaginaria. Un ajuste de cuentas entra bandas rivales fué la causa directa del incendio. Mi mundo ardió. Fue entonces, contra el tronco del árbol de enfrente de mi casa, donde di mis primeros golpes. En ese mismo instante supe que podría tumbar a cualquiera y me convertí en boxeador.
martes, mayo 22, 2007
Nueva York sin queso (Estrellas con jornadas de 8 horas)
Durante algún tiempo fui coleccionando historias olvidadas. La gente del barrio veía en mi la salida desde la nada más absoluta hasta el todo. Mis puños golpeaban con la fuerza de toda esas caras que conocí. Como la extraña vida de Tom Hopkins, el cual llevaba tatuado en su cuerpo todos los errores del mundo. También cargaba en el ring con la muerte de Sheila Fein, que murió apaleada y abandonada a las puertas del Hospital Sant Paul, el cual le denegó la entrada y la atención medica por el simple hecho de ser negra.
Todos ellos me llevaron al campeonato mundial. No tengo la menor duda de que fue asi. Por un momento devolvieron al mundo toda la miseria que este les había ofrecido. Fuimos los mejores, el Campeón y su corte de desheredados.
Todos ellos me llevaron al campeonato mundial. No tengo la menor duda de que fue asi. Por un momento devolvieron al mundo toda la miseria que este les había ofrecido. Fuimos los mejores, el Campeón y su corte de desheredados.
martes, mayo 15, 2007
Nueva York sin queso (Aspirantes al Título)
Llega un momento en el que el corazón ya no bombea sangre sino aceite. Empiezas a sudar petróleo, los puños se convierten en grandes mazas de metal fundido, los pies se hunden en fango y a cada movimiento vas acercándote más al olvido. Recuerdo a todos los amigos que fueron cayendo en el camino. Recuerdo todas las promesas que les hice a mis mujeres. Recuerdo a todas las aspirantes a Marylin esperando ,mordiendo sus perfectas uñas, a las puertas del Logde. Recuerdo todos esos susurros, todas esas ensoñaciones. Todas se perdieron para siempre. Todo lo que antes tuvo sentido, hoy está enterrado.
lunes, mayo 14, 2007
Nueva York sin queso ( How does it feel?)
Dejó 6 balas en la mesilla de noche y después fue explicándome, uno a uno, los motivos por los que iba a utilizar cada una de esas 6 balas. La primera es por mi chica, el amor sólo necesita un disparo para dejarte sin aire. Las otras cinco se las tengo resrvadas al olvido. He de asegurarme que borraré su recuerdo para siempre. Hacía aproximadamente 12 años que conocía a este tipo y nunca vislumbré en él un mínimo destello de talento, hasta ese día ,claro. Ninguna de esas balas salió jamás de su pistola, hay veces en que no necesitas disparar para sentirte del todo muerto.
sábado, mayo 12, 2007
Nueva York sin queso (Bolsillo rotos, corazones nuevos)
Me encontré camino del estadio con el joven Beak Waters, un habitual chaperito de la calle Rivadavia. Me contó que Nancy entraría en unas semanas a grabar su primer Lp. Me alegré por ella. Después pasé por el taller de Jules para acondicionar el coche para transportar la nueva mercancía, sería el último gran viaje de esta caravana cansada ya de rodar. Un último intento de coronar el sueño americano. Esa misma noche el rock and roll fue acribillado en la puerta de un hotel. En el mismo instante que Lennon golpeó el suelo, murió el siglo XX.
Nueva York sin queso ( Las viejas y rotas cuerdas de la locura.)
Agitaba los brazos como intentado apartar a algún temor invisible.
Todavía guardaba en su bolsillo pedazos rotos de papel con teléfonos de gente muerta. El pobre Sammy había perdido la cabeza en una de sus últimas incursiones por Vietnam. Su cámara de fotos sirvió de visor para todos los horrores de la guerra. Lo que los demás nunca entendieron fue que a cada disparo de flash también quedaba grabada en su memoria, una a una, todas esas miserias.
Todavía guardaba en su bolsillo pedazos rotos de papel con teléfonos de gente muerta. El pobre Sammy había perdido la cabeza en una de sus últimas incursiones por Vietnam. Su cámara de fotos sirvió de visor para todos los horrores de la guerra. Lo que los demás nunca entendieron fue que a cada disparo de flash también quedaba grabada en su memoria, una a una, todas esas miserias.
miércoles, mayo 02, 2007
Nueva York sin queso ( ¿Quién nos apagó la luz?)
Lo primero que debes hacer es alejarte de la ciudad. Intenta que sea de noche siempre es menos peligroso. Vigila bien que nadie te siga, si notas algo raro aparenta normalidad, para en una estación de servicio, pon gasolina, compra tabaco, no sé, lo que sea. Cuando estés completamente seguro de que no queda nadie dirígete hasta el barranco Pearsville. Una vez alli tendrás que deshacerte del cadaver, trágate tus principios y arrójalo al vacio. Tu deuda quedará saldada. No olvides que en tu próximo combate la lona ya no será la salida. Vigílate las espaladas.
Suerte Jack.
Suerte Jack.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)