lunes, junio 10, 2013

En el ángulo muerto Vol. 194



Eclipse total


El vehículo atravesó una especie de pasillo que habían realizado los vecinos, las calles estrechas y empedradas parecían encorsetadas entre individuos de campo que miraban con detenimiento desde el otro lado de las ventanillas. En el interior el candidato movía la pierna nervioso, el consejero le miraba de soslayo.
-          Tranquilo, seguro que sale todo bien – le dijo para tranquilizarle.
-          No me cabe la más mínima duda pero ya sabes que antes de salir a la arena siempre me coge la ansiedad, es algo que no puedo evitar.
-          Repasemos el plan.
-          De acuerdo, me vendrá bien.
-          Vamos directamente al lugar del incendio, ahí nos bajamos e intentamos hacer unas declaraciones ante la prensa.
-          ¿Y si no ha llegado todavía? ¿Qué hacemos? ¿Tendré que quedarme con la gente de este pueblo?
-          No te preocupes, ya me he encargado de avisar de nuestra comparecencia, además de los que vengan a cubrir el accidente seguro que alguno va buscando carnaza en relación a lo tuyo.
-          ¿Y qué hacemos si me preguntan sobre la chica?
-          Pasa del asunto, no hay nada confirmado y no es más que un rumor.
-          Ya sabes que este tipo de rumores son los que pueden acabar con una carrera política.
-          Lo sé mejor que nadie – el tipo joven pareció quedarse abatido durante unos segundos.
-          No te preocupes, ésta es nuestra oportunidad. Tú muéstrate indignado, como si te pareciese un escándalo que te hagan preguntas personales en un momento de duelo como éste.
-          Está bien, intentaré controlar la situación.
-          No olvides atacar al gobierno autonómico y presentar las posibles soluciones de las que habíamos hablado.
-          Ya, lo del abandono de la tercera edad y lo del desvío de fondos que iban destinados al mantenimiento del plan de emergencia de la residencia.
-          ¿Y tendré que estar con los viejos supervivientes?
-          ¿A qué viene esa pregunta?
-          Ya sabes que no soporto tener que dar besos a las viejas, suelen tener las manos largas y la textura de su piel me resulta demasiado desagradable.
-          Escúchame bien – el hombre mayor parecía perder la paciencia por momentos -, tendrás que hacer lo que sea necesario para relanzar tu carrera.
-          Entiendo – respondió el joven tímidamente.
-          Si te piden que hagas un estriptease sobre un piano de cola pues vas y lo haces, si tienes que besar a una anciana y te toca un poco el culo vas y te jodes. Es lo que tienes que superar hasta que pases este bache.
-          De acuerdo, intentaré hacerlo lo mejor posible.
-          Hoy tienes que seguir la estrategia de un predicador. Tienes que ser vehemente, hablar en un lenguaje llano y soliviantar a la masa que seguro está esperando explicaciones después de las muertes que se han producido.
-          En fin, me resulta un poco violento aprovecharme de lo que ha pasado…
-          ¿Ahora me vas a venir con escrúpulos? No parecía que los tuvieses cuando te tiraste a la niñata que está destrozando tu porvenir por los platós de televisión.
El otro bajó la cabeza ante la dura acusación que había recibido, justo en ese instante el coche se detuve ante una turba que gritaba indignada frente a un cordón policial que acordonaba la residencia de ancianos que había ardido por los cuatro costados. El candidato respiró hondo, contó mentalmente hasta tres y salió ante la multitud con la mejor de sus sonrisas. El traje impecable, los dientes blancos resaltando sobre su piel bronceada y sus zapatos lustrosos hicieron enmudecer durante un instante a los que se habían congregado frente a la zona siniestrada.
Tras un par de pasos en dirección al gentío el candidato supo que tenía por delante un día muy duro, se preguntó durante un instante si merecía la pena pero continuó caminando sin dejar entrever las dudas que le embargaban. En su mente pudo visualizar el brillante futuro que se le presentaba, solo necesitaba hacer callar esa maldita conciencia que gritaba que algo estaba mal robándole el sueño de las últimas semanas.

Nacho Valdés

2 comentarios:

raposu dijo...

y, tal como pensábamos, no eran albañiles, pintores ni brokers...

Sergio dijo...

Callar su maldita conciencia...casi nada...
Yo llevo años viviendo así...

Veremos cómo sale de esta el candidato...