miércoles, marzo 23, 2011

Delaletra





La genialidad tristemente apagada

Para mi gusto existen ciertos universos literarios a los que conviene volver una y otra vez, algunos son patrimonio de una comunidad o escuela y otros nacen en virtud de una única mente privilegiada que rompe con los esquemas de una generación lírica. Ejemplo de este último tipo de creaciones es la que desarrolló durante su corta existencia el chileno Roberto Bolaño, autor sobre el que ya he tratado pero con el que merece la pena realizar una infinidad de reencuentros.
En esta ocasión recomiendo la lectura de la obra La literatura nazi en América, especie de monografía que trata de abarcar la producción literaria de extrema derecha en el continente americano. En este ensayo, que tiene un gran ritmo y no cae en una pesada enumeración de datos, se pueden rastrear, desde finales del siglo XIX hasta el siglo XXI, aquellas obras literarias que sirvieron de soporte a conservadores, fascistas, nacionalsocialistas, extremistas de corte tradicionalista, los barras bravas argentinos, skin head americanos, la hermandad aria, los ángeles del infierno y demás elementos que conformar ese espectro político que Bolaño tanto detestaba.
Mediante un entramado biográfico que une creaciones literarias con publicaciones y éstas, con personajes de todo tipo con un peso político radical muy definido hacia la derecha más reaccionaria. Se analiza la prosa, la ficción, la poesía y el articulismo con innumerables referencias bibliográficas que permite al lector realizar una valoración adecuada de lo que estos movimientos han supuesto en la historia reciente del viejo mundo.
Lo que mejor hace Bolaño, desde mi punto de vista, es el tratamiento anecdótico de estos personajes que permite un acercamiento amable al planteamiento del ensayo. De todas formas, el chileno se guarda más de un as en la manga que le permiten ir un paso más allá de todo esto que estoy describiendo. Para mí La literatura nazi en América se ha convertido en una obra de referencia de ineludible lectura y de la que, por enigmático que parezca, no puede revelar nada más. Lo mejor es que cada uno se enfrente a esta creación por sí mismo y descubra sus innumerables recovecos, todo un placer para los buenos lectores.

Nacho Valdés

2 comentarios:

Muchacho_Electrico dijo...

me has dejado muy intrigado con el libro, si lo tienes pasamelo.

Sergio dijo...

Bolaño nunca defrauda. A pesar de haber muerto relativamente jóven tiene una obra extensísima.

Sacaré tiempo para los nazis ya que últimamente me he encontrado con algunos de ellos.

Gracias por la recomendación.