jueves, febrero 24, 2011

Retratos (Vol. 28)

Ayer pensé en los presos como amigos perdidos,
algo similar a caminos que evitas cuando vuelves a casa.

Dibujó mi mente los bancos del Parque del Oeste cuando
estos nos servían para acomodar a las musas y a las chicas,
a veces incluso ocurría de forma simultánea.

Pero el que está preso ya no puede ver a nadie,
solo las cuatro paredes que impiden llegar al futuro.

La realidad entra en sus vidas ficcionada por la televisión,
encendida durante todo el día para que acompañe a los ojos
que buscan el movimiento.

El amor cabe en una celda. La familia también.
Ayer vi a los niños jugar en un patio con verjas electrificadas
que no dejaban correr a los sueños y recordé a los amigos abandonados.

A los amigos ausentes…
A los que anduvieron conmigo hacia ninguna parte
A los amigos que esperan, ausentes o no, que las puertas se abran y que la vida siga.

Que la vida siga…
que la vida siga…
Sola, suya, tuya, mía…

Libre...

3 comentarios:

Muchacho_Electrico dijo...

precioso, conviertelo en canción

nacho dijo...

La verdad es que logras tocar fibras ocultas que no sabía que tenía por ahí escondidas. Al final resulta que soy un tipo blando y sensible.

Gracias amigo por ayudarme a descubrir esta faceta.

Abrazos.

Sergio dijo...

Gracias.

El texto surgió por una noticia que leí esta semana sobre las cárceles en las que conviven los presos con sus familias.No recuerdo el lugar pero poco importa en estos casos.

SALUDOS