lunes, noviembre 23, 2009
En el ángulo muerto Vol. 37
Futuro
- Creo que eres la persona más adecuada para llevar los asuntos de tu padre. Tienes la formación y has trabajado con él, no veo el motivo por el que no puedes tomar las riendas del despacho. – Dijo Xavier mirando fijamente los ojos agotados de Raúl.
- No sé si estoy preparado.
- Tómate el tiempo que quieras, pero creo que la mejor terapia para superar todo por lo que has pasado es volver a recuperar el ritmo de tu vida.
- Ni tan siquiera he entrado en su piso, no sé en qué estado estará.
- Me he encargado de todo. No hay ni rastro de lo sucedido, pero si lo prefieres puedo hacer que trasladen sus cosas a otro lugar que te resultase menos angustioso.
- Sería lo más adecuado, esa casa me trae muy malos recuerdos.
- Entonces, ¿esto es un sí?
- Está bien. Me tomaré esta semana para ponerme al día y el próximo lunes comenzaré a trabajar. ¿Te parece?
- Por supuesto, creo que es una buena idea. Coge esto y disfruta unos días. – Xavier le entregó un pase para evitar el toque de queda y poder conseguir todos los productos sin necesidad de cartilla de racionamiento. – Esta es alguna de las ventajas de trabajar para el Estado. – Apuntilló.
- Muchas gracias, intentaré relajarme y olvidar la pesadilla que he vivido.
- Si necesitas algo o simplemente compañía solo tienes que llamarme. De hecho, este fin de semana voy a ir a disfrutar con mi familia de una casa de campo que tenemos. ¿Te apetece venir? Quizás te ayude a desconectar.
- Creo que no en esta ocasión, pero si cambio de opinión me pondré en contacto contigo.
- Como quieras. Por cierto, échale un ojo a esto. Empezaremos a trabajar sobre este asunto, supongo que es conveniente que por lo menos lo leas.- Xavier tiró sobre la mesa una abultada carpeta repleta de papeles.
- ¿De qué se trata?
- Es en referencia al juicio de los supervivientes de la revuelta. Tendremos que determinar qué pena pedimos como representantes del Estado, yo abogaría por la pena capital, sería lo más ejemplar y lo que nos evitaría complicaciones en el futuro. – La mirada de Raúl se volvió turbia durante un instante.
- Lo miraré, no te preocupes.
- Muy bien. Pues aquí te lo dejo. Hasta el lunes.
- Hasta el lunes.
Raúl se quedó en su sofá, leyendo los legajos que le habían entregado. Xavier se dirigió a la salida, donde esperaba el más pequeño de los secretas que se aplicaban en la tortura y hostigar a la ciudadanía. Oculto tras sus gafas de sol se puso a la altura de Xavier y bajó con él hacia la salida del edificio. Cuando ya habían salido al exterior afirmó: - No creí que fuese a aceptar.
- Sólo hay que saber que teclas tocar.
- Realmente el señor Zabala había servido bien, pero se estaba convirtiendo en una molestia en los últimos tiempos.
- Tienes razón, pero era difícil deshacerse de él sin provocar una fractura. No hay como una pequeña crisis para recuperar el pulso social, estaremos una buena temporada tranquilos, sin que a nadie se le ocurra protestar.
- Sí, la situación vuelve a estar donde queríamos.
- Exacto. Ya lo dijo el filósofo: No sirve de nada derrocar al príncipe para poner en su lugar al principio.
- Yo no lo hubiese expresado mejor.
Tras esta breve conversación se subieron al coche oficial y se alejaron hacia el palacio presidencial, las calles estaban desiertas, nadie se atrevía a salir.
Nacho Valdés
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1 comentario:
Sorprendente.
Después de tantas semanas de narración, tengo que confesar que esto nunca se me hubiera ocurrido.
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