miércoles, junio 24, 2009

Confesiones del Comandante Stratocaster Vol. 33

Como ligar en los ’60 – Capitulo 1

Conviene aclarar en primer lugar que los ’60 no son unos años exactos y concretos, son algo así como… un estado de ánimo. De hecho, tengo la impresión que nunca se han ido definitivamente, así que probablemente las cosas sólo hayan cambiado en la apariencia. Comprobémoslo.

El primer requisito para ligar en esa época es que nunca debía parecer que andabas buscando ligue. Un error de ese calibre te clasificaba inmediatamente en la Clase Pringado o incluso, en los casos más graves, Clase Baboso o incluso Tontoelculo.

O sea que la actitud correcta era de una despreocupada suficiencia, nunca excesiva. Eso no debe llevarnos a la conclusión de que hubiera que mostrar indiferencia. No es que la indiferencia no funcionara nunca, a veces sí, pero se podían mandar mensajes equivocados. Había que mostrarse, como mínimo, ligeramente atento a las reacciones, pero teniendo cosas más importantes de qué ocuparse.

Lo difícil eran las dosis. Si te pasabas en la suficiencia podías acabar como Chulodemierda. No era una categoría irrecuperable, de ahí se podía salir, e incluso con determinadas personalidades convenía ser un poco chulillo, pero estadísticamente no era la mejor pose.

O sea, para empezar, era algo así como “yo pasaba por aquí…”, mientras de fondo sonaba, por ejemplo, Otis Redding sin ir más lejos.

3 comentarios:

Nacho dijo...

Veo que las cosas no cambian mucho de unas generaciones a otras. Se liga igual y nos gustan los mismos temas, que cosas.

Abrazos.

Giorgio dijo...

Así es la vida del ligón, y del necio; nunca sé si fui lo suficientemente necio, aunque si creo que no fui nada ligón.
Imagino este tema, una copa, un cigarro, y por qué no, una chavala despampanante; eso sí, al otro lado de la barra, como siempre.

Acabo silbando, como el bueno de Otis.

Saludos.

Sergio dijo...

Hay cosas que parecen no cambiar. Los 60 tienen un brazo muy largo. Yo siempre fui un desastre ligando aunque con el tiempo ( sobre todo en el curro) he tenido oportunidades para entrenarme. Eso sí, nada mejor que el Sr. Reeding para acompañar estos momentos.
Saludos a todos.