martes, marzo 24, 2009

En el Backstage


No puedo con mi alma

Arrastrándose indolentes, semi-borrachos y desinteresados se acercaron a la sala. Su actitud, que por supuesto no respondía a ninguna pose escénica, nos acercaba a nuestros ídolos rockeros de toda la vida. Cuando les vi salir al escenario desfiló ante mí toda mi vida, no podía creerme que artistas de esta talla hubiesen recalado en la apartada villa de Valencia. El público, que abarrotaba la sala, era consciente de que estos tipos podían estar acometiendo la última actuación de su vida. Sus noches infinitas, las miles de mujeres que habían pasado por sus manos y sus delirios artísticos habían pasado tremenda factura a este grupo de músicos vividores. Sí, Le punk estaba en el Greenspace y, a pesar de las dificultades para conseguir entrada, no estaba dispuesto a perdérmelos.

Esto es lo que probablemente sucedía en los mejores sueños húmedos de la formación madrileña. La realidad, sin embargo, fue bien distinta. En lugar de unos perfectos canallas, buenos músicos con una presencia envidiable llegaron unos señores con barriguita, pelos despeinados y una pose más que medida. De primeras he de reconocer que más o menos me vendieron su historia, pero en cuanto tocaron dos o tres temas y comenzábamos a introducirnos en el bucle que habían creado quedaron en evidencia. Con respecto a la sala estuvimos de lo más cómodo, calculo que no nos reunimos más de cincuenta personas en el Greenspace, hay que decir a su favor que eligieron mala fecha puesto que estábamos inmersos en la vorágine fallera.

Al ser tan poca gente pudimos colocarnos en primera fila, frente a la sección de vientos que llevaba el grupo. Este hecho de primeras me sorprendió, no pensaba que siguiesen ese estilo. El concierto, desde mi punto de vista, comenzó con potencia. Los dos o tres primeros temas sonaron, a pesar de la sala, contundentes y redondos. La actitud de los músicos fue aceptable aunque con el paso de las canciones fue evidenciándose que estaba más que medida, destilaban buenas intenciones pero nada más. Tras la sorpresa inicial, por lo menos a mí, me resultó un recital repetitivo donde no sabías dónde empezaba un tema y dónde acababa otro.

Musicalmente practicaban una especie de rock de bareto con toques ska. El cantante con un registro de voz y una puesta en escena cercana a los Pereza, naufragó como letrista en más de una ocasión. Nos regalaron estrofas como: “Voy a soplar tu corazón de ceniza y a astillar tu corazón de madera”; o lo que pareció ser un himno dada la aceptación de los cuatro mataos que nos habíamos reunido esa noche “Partisanos, aquí estamos”. Se puede observar la gran profundidad de sus composiciones.
Destacaban sobre los demás los vientos y el guitarra en su faceta instrumental, destaco este aspecto porque el pobre diablo intentó cantar un poco y su voz gangosa no llegó ni a la primera fila donde nos encontrábamos.

En resumidas cuentas puedo decir que nos lo pasamos bien, más que nada por la compañía y que se trata de un grupo entretenido sin mayores pretensiones. En cuanto a la moto que nos intentaron vender, a mí no me convenció para nada y no me tragué su rollo de artistas incomprendidos y malditos. La sala como de costumbre fue una basura, aunque lo paliamos poniéndonos en primera fila. Como buena noticia decir que el Greenspace cerrará en abril por reformas y es de esperar que acondicionarán acústicamente el local. Para mi gusto Le punk tuvo varios problemas en Valencia: en primer lugar una sala grande que quedó totalmente desangelada, un mal sonido y una pose equivocada. A mi entender son una banda de sala pequeña que puede dar alguna que otra sorpresa, pero más que nada es un grupo para incondicionales que se identifiquen con lo que intentan trasmitir. No sé en Madrid, pero aquí en Valencia por lo menos tienen un fan que identificamos durante el concierto. Todo es comenzar el camino, así que: Ánimo Le punk. Algún día os haréis mayores.

Nacho Valdés

8 comentarios:

Sr. Amarillo dijo...

No se porque pero me lo vi venir, siempre me parecieron un grupo de un tema o 2 que luego repite su infinito estilo estático. Pero bueno, al menos pasasteis el rato.

Sergio dijo...

Que inspiradísima crónica... lo cierto es que la manida expresión de "es un grupo con dos temas" le va a Lepunk al pelo. Por momentos, incluso me pareció estar escuchando a los apestosos Café Quijano. Además veo que sabiamente has obviado el momento presentación de la banda por parte del cantante, el cual después de repasar a los intergrantes del grupo, se quedó callado como si su figura fuese tan emblemática y cercana para los presentes que no hiciese falta presentación alguna. Pero su desafortunado compinche guitarrista (pues no se le puede llamar de otra manera) nos regalo la máxima "Alfredo Gonzalez, el último poeta del roncanrol" a lo que éste (el poeta) respondió con un gesto de esos de "tio, eres mi mejor colega " para después comenzar a recitar los versos de "Volveran las oscuras golondrinas...". Delirante.
En fin, yo me lo pase pirata, no por la banda claro está, aunque si por gran compañía de mis super mejores colegas Nacho y Laura. Espero con ansia la siguiente.
Dios....vaya rollete he soltado.

Anónimo dijo...

Ja,ja, yo también me lo pasé super bien! y desde aquí quiero recoradr a gente embémática del concierto como la gemela fea de Susan Sarandon y al chico de rojo, también conocido como el fan número uno de Le punk. Yo también lo flipé con el momento presentación del cantante por el guitarrista o hermano de Pau Gasol.
Un besazo.
laura.

Nacho dijo...

La verdad es que fue una noche divertidísima, no se puede decir lo mismo del ámbito musical pero estuvo muy bien.
¿Para cuándo la próxima?

Sergio dijo...

Vegas

raposu dijo...

Envidia me dais...

Como sigais así os cuento la vida de prejubilado que estoy estrenando, a ver quien se pone más amarillo, coño.

Sr. Amarillo dijo...

Bah, mi vida de universitario esta basada en quintos y billar, empezaré a envudiarla cuando empieze a trabajar.

Anónimo dijo...

Lo mejor de las etapas es vivirlas exprimiendo el presente, soñando con el futuro y rememorando con ternura el pasado.