Moody Blues
Aquello no daba para más. Había durado lo que había durado. Había sido lo que había sido. Pero tenía que terminar. Ni ella para mí, ni yo para ella. Yo lo tenía claro. Y decidido. Le había dado alguna vuelta. Tampoco demasiadas, no vayas a pensar. Hay momentos en que las cosas simplemente son como son. Pero quería jugar limpio. Y explicarlo. Y dar la cara. Y no quería hacer daño…
Pero, seguramente que siguiendo alguna extraña ley de la física de partículas, cuanto más lejos está una de las mitades, más colgada está la otra. Y en la inopia, claro.
Y, encima, aquella música profunda, romántica… tremendamente triste.
Qué lástima.
2 comentarios:
Triste historia por la que todos hemos pasado. Estas confesiones tienen un halo universal que creo que es lo que hace que nos enganchen a todos.
Enhorabuena por la sección.
Abrazos.
El Comandante Stratocaster convertido en el Comandante Brokenheart. Buenísimo tema. Como escribía Nick Hornby en Alta Fidelidad "¿escuchaba canciones Pop porque estaba triste o estaba triste porque escuchaba canciones Pop?".
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