Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma.
"Poemas póstumos" 1968
4 comentarios:
¿No había un poema más jodido?
Asi soy yo.
Lo primero !Felicidades¡ siempre es mejor cumplir años...
Lo segundo, que la treintena es una década estupenda porque sigues siendo joven, pero ya tienes mucha información, de la de verdad. La única precaución es no dejar que se te escurra entre los dedos. Los años empiezan a no distinguirse entre sí, y hay que estar atento.
Y tercero, y ya último, que me temo que el poema está acertado, pero eso sólo quiere decir que hay que escoger bien el teatro y el sentido de lo trascendente. Podemos llenarnos con cosas un poco menos ambiciosas y aún así, sentir que son importantes.
Quizás para sentir esto haya que entrar a la realidad espectral de los cincuenta o más, pero supongo que será una buena noticia que alguien diga que la decepción se puede trabajar.
Lo dicho, muchas Felicidades y perdón por la filosofada, pero, como supondrás, también va dedicada a Ignacio (es decir, Nacho).
Bueno, me hace mucha ilusión tu felicitación. Lo digo en serio. Tomo tus sabias palabras para momentos de reflexión.
Por cierto, me han llegado ecos de un regreso al blog con sección propia. Espero. sinceramente, sea así. Eras, eres y serás siempre bienvenido a este humlide casa.
Muchos saludos y de nuevo gracias por la felicitación y la reflexión.
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