lunes, octubre 13, 2008

Colaboraciones 2008 (The Bootleg series vol. 41)


Ensoñaciones

Ya que todo el día me lo paso poniendo verde a la televisión, he pensado que no sería mala idea el reflexionar sobre lo que sucedería en caso de que no existiese dicho entretenimiento. O mejor, sería curioso imaginar el caso en el que todas las cadenas desapareciesen irremisiblemente del universo, dejando como es lógico a todos sus empleados en el paro. Si un buen día nuestros televisores no recibiesen ninguna señal, si al encender nuestros aparatos sólo viésemos la típica nieve con sonido desagradable, estas podrían ser algunas de las consecuencias.

En primer lugar, seguro que se produciría un drama a nivel mundial. Todos los periódicos, todas las conversaciones girarían en torno al tema de la desaparición de la señal televisiva. Superada la sorpresa inicial, la consecuencia más notable sería que algunas personas tendrían por fin que ponerse a trabajar. Sí amigos, pseudoperiodistas como Jaime Peñafiel y gente de este estilo tendrían que buscar por fin un trabajo de verdad. Desde aquí le recomendamos al señor Peñafiel la profesión de mamporrero, seguro que podría labrarse en este campo una prometedora carrera. Por supuesto colaboradores, polemistas y demás participantes de programas rosas tomarían el mismo camino que Jaime, se verían obligados a buscar una profesión real, y no una inventada por cuatro espabilados que se creen muy listos. Quizás, debido a la superpoblación de buitres ávidos de cotilleos ajenos se volviesen a poner de moda los mentideros de la Plaza Mayor de Madrid y volviese a ser este el método para enterarse de las novedades acerca de la vida de los demás. No deja de ser la misma mierda, pero siempre tendrá ese toque romántico que la historia otorga a las cosas más superfluas.

Pena me dan los freaks que habitualmente salen por la televisión. ¿Qué sería de estos tipos que en su inocente universo consideran que son queridos y que hacen algo bueno por la sociedad? En el mejor de los casos, aquellos freaks que tengan alguna habilidad, podrían relanzar sus oxidadas carreras desde un punto de vista cómico. Por ejemplo, Paco Porras podría ser una especie de vidente-humorista; el humor residiría en verle el careto. O qué comentar de un Toni Genil lanzado a cantante melódico, podría convertirse en una especie de latin-lover casposo que seguro que daría bastante juego aunque sólo fuese para lanzarle legumbres durante sus conciertos. Probablemente sería uno de los acontecimientos musicales de los últimos tiempos.
Aquellos freaks sin habilidades reconocidas, como por ejemplo el Pozi y gente así, deberían ponerse a pedir en algún semáforo o ingresar en alguna clínica mental. Esta última opción es la que me parece más plausible, introducir en centros especializados a estos pobres zumbados y someterles a una buena lobotomía para que dejasen de dar la paliza.

Otra de las consecuencias más evidentes de la falta de la televisión sería el descenso de las conversaciones durante los lunes. Qué sería de los principios de semana en la oficina sin esos partidos de fútbol que comentar, sin esas galas de Gran Hermano o similares en las que se pone a parir a la gente. Seguro que el ambiente en los trabajos sería mucho más aburrido, la gente que normalmente se unía por la televisión, vería como en realidad nada tiene que ver con su vecino de cubículo. Supongo que esto provocaría un aumento evidente en la productividad, por lo que la patronal estaría satisfecha con la terrible pérdida de la televisión.

Por otro lado, el índice de natalidad aumentaría de manera pasmosa. Toda la gente que por la noche se veía alguna peli o serie desde el sofá, no tendrá más remedio que volver la vista hacia la otra esquina del sillón y descubrir que allí se encuentra su pareja. Este redescubrimiento de la vida marital provocaría, por aburrimiento en la mayoría de los casos, que la gente se volcase en la práctica del sexo salvaje que hacía años que no realizaba. Con toda probabilidad, una gran cantidad de personas deshabituadas a estos quehaceres, tendrían algún descuido que provocaría una avalancha de nuevos nacimientos.

La consecuencia más terrible de esta situación ficticia, sería que yo no tendría nada de lo que hablar y se cerraría esta sección para siempre jamás. Supongo que a la mayoría le daría lo mismo, pero a mí no.
Por lo tanto, larga vida a la televisión que tanto detesto.

Nacho Valdés (en busca del arca perdida)

8 comentarios:

Sr. Amarillo dijo...

¿Supondría la desaparición de la televisión el auge de la radio? ¿con el retorno de la radio volverían los debates del fútbol los lunes?
Más de uno (mi hermano entre ellos) moriría sin la liga y la champions y se buscaría otra solución.

Sugiero un artículo sobre el Pressin Catch porque... valla tela.

Anónimo dijo...

“Ni contigo ni sin ti…..”, ¿no?

GDB

Nacho dijo...

Todo es muy paradójico amigo GDB.

Sergio dijo...

Bonita foto la que encabeza tu artículo. Quizá sea la respuesta perfecta para tu planteamiento.
A dia de hoy, puedo gritar con orgullo que vivo sin saber nada de la telebasura. Que he podido seguir sin todo este aluvión de mierda. Siempre hay mejores temas de los que hablar un lunes por la mañana, por ejemplo, un relato tuyo, algún gag de The Office o nuestras fobias.
En fin, Felicidades por el artículo y gracias por mantenerte tan fiel al blog ahora que yo flaqueo un poco.
Saludos.

raposu dijo...

¿Y también desaparecería "Camera café"? ¿ y "Los cazadores de mitos"? ¿ y series como "Roma", "Perdidos", "Los Soprano" ? ¿incluso, mirando hacia atrás, "Yo Claudio"? ¿o "Arriba y Abajo"? ¿y "El laboratorio de Dexter"? ¿y "La pantera rosa"?....

Tendríamos que negociar...por ejemplo, cambiamos "Roma" (que ya no podrá crear más capítulos) por "Gran Hermano", "Donde estás corazón", "La Noria", todas las novelas, todas las historias de parejas del Moreno y un par de Telediarios por aquí y por allá (pero no todos). Sería un trato justo ¿no?. Fíjate, hasta regalo en el lote "Pesca radial", ¡hala!

Eso sí, con tratos de este tipo, poco a poco tendrías que empezar a hablar bien de algo de la TV.

Anónimo dijo...

Parecía más el resumen de una nobela del Saramago que una crítica televisiva habitual coleguil. En fin, cuando muriése la tele saldría la tele2, por así llamarlo. La mierda nunca se va.

Anónimo dijo...

Si no existiera la televisión estaríamos pendientes de la radio y de los periódicos, y siento decirte que todos los problemas que encuentras en la tv actual se trasladarían allí. De hecho hace no tantos años la gente vivía pegada a la radio donde escuchaban seriales, novelas...Supongo que la gente que odisd de la televisión trabajaría en la radio y en lugar de tele-basura habría radio-basura.
Vamos que tampoco habría mucha diferencia, salvo la imaginación, pues tendríamos que utilizarla respecto del aspecto físico de los locutores.
Un beso.
Laura.

Anónimo dijo...

Es muy posible que hubiese más conversaciones inteligentes, pero estoy casi seguro de que al no estar la TV el resto de medios pillarían parte de sus gérmenes y quedarían lamentablemente infectados sin ninguna cura posible.

GDB