Música en las ondas
Siempre, desde los primeros días de la televisión, ha existido una evidente relación entre la música y la imagen. De hecho, prácticamente se indispensable la primera como apoyo de la segunda. Es decir, únicamente como recurso narrativo o estilístico se renuncia a la música o, en casos muy radicales, a la imagen. Es imprescindible en cualquier programa que se precie una buena orquesta, o en su defecto, un buen técnico que permita la introducción de cuñas sonoras que acompañen a la acción que se está produciendo. Esto es lo que permite dotar de dinamismo a los contenidos de la pequeña pantalla.
Como medio en el que ambas dimensiones confluyen, la televisión ha sido trampolín para distintos modos de entender la música. Si no fuese por ella, no se hubiesen desarrollado modos de expresión que permiten dotar al producto musical de cierto empaque. Es decir, si la televisión tuviese una imagen fija y sonase alguna canción acompañando la cosa no tendría ningún interés, este es el detonante para que los avispados productores musicales busquen nuevas formas de expresión para que este medio de expresión no se quede a la zaga con respecto a la tele.
Este es el germen, por ejemplo, del video-clip. Si no fuese por la caja tonta se nos haría imposible imaginar este medio de expresividad que procura, en el mejor de los casos, la fusión de cine y canción. Como un buen amigo me hizo saber, fue Bob Dylan el primero en comprender que era necesario subir al tren de la imagen, no sé si realizó su trabajo ex profeso para televisión, pero el caso es que ese fue el medio principal en el que se difundió. El viejo Bob es el artífice del que es considerado el primer video musical de la historia, únicamente utiliza un buen tema, un callejón y unos cuantas cartulinas en las que va mostrando el texto de la canción. Sorprende por lo sencillo de la ejecución y por la repercusión posterior. Este género irá ascendiendo en cuanto a elaboración, y acabará convirtiéndose por derecho propio en un medio expresivo singular y con sus propios especialistas. De hecho, creo recordar que a principios de los ochenta fue Michael Jackson el rey indiscutible de este asunto, siendo sus videos tan esperados como sus discos. El bueno de Michael supo rodearse de los mejores para sacar un partido espectacular al medio televisivo, fue en ese momento cuando se consolida el video-clip como género autónomo.
El otro aspecto al que la televisión nos permite acceder es al del directo, éste obviamente queda mermado por el formato televisivo, aunque resulta en ocasiones interesante para entrar en contacto con algún grupo. Es en este aspecto en que más destaca la Televisión Española, prácticamente desde sus inicios fue trampolín para infinidad de grupos españoles y medio para el conocimiento de los extranjeros.
El primer programa importante en este sentido fue el mítico Aplauso, programa dirigido a toda la familia y en el que se intercalaban canciones melódicas con números musicales y humorísticos. Estaba claro que este asunto necesitaba un nuevo impulso, fue este el motivo por el que se estrena un nuevo programa, en este caso estamos hablando de Tocata. Este es el primer programa musical del que tengo constancia, a pesar de no levantar en mí demasiadas pasiones (ya que era muy pequeño) guardo su recuerdo sobre todo debido a las pintas ochenteras estilo punk que se lucían en la época; tengo que reconocer que esto era totalmente hipnótico para un niño de pocos años como era yo. En este caso, la audiencia a la que se dedicaba el programa era la juventud española que comenzaba a descubrir en la música un medio de rebeldía e inconformidad, o simplemente algo con lo que pasarlo en grande. De todas maneras, los contenidos de Tocata tiraban, más que nada, hacia lo comercial.
Simultáneamente al anterior se estrenó La edad de oro, programa del que más que recuerdo guardo referencias por terceros. En este programa lo que se buscaba era la más rabiosa modernidad que se creía ejemplarizada en la Movida madrileña, los contenidos iban desde el pop, hasta el punk, pasando por el heavy metal que tanto pegaba en esa década. Por el mítico plató de La edad de oro pasaron grupos que ya son parte de la cultura musical de un país como Siniestro Total, Larsen, Alaska y los Pegamoides, Los Nikis así como grupos extranjeros como los Iron Maiden, Lords of the new church y ACDC. En la actualidad se echa de menos algo parecido a esta mítica emisión televisiva.
Hoy por hoy, debemos conformarnos con los Conciertos de Radio 3, que no sé si siguen emitiendo ya que las horas son incompatibles con cualquier actividad laboral. El caso es que este formato me resultaba bastante atractivo, y sin disfrutar de lo que es un buen concierto se podía acceder al conocimiento de algunos grupos. Por este programa ha pasado gente como Vetusta Morla, Fabulosos Cadillacs o Soledad Brothers, estos últimos supusieron todo un descubrimiento para mí.
Hoy por hoy la cosa se ha desmadrado, cualquiera que tenga televisión digital puede acceder a una gran cantidad de cadenas especializadas en el mundo musical. Tenemos a la mítica MTV, que nació en 1981 con la emisión del tema de The Buggles Video Killed the Radio Star, título premonitorio aunque no acertado. Tras esta cadena genérica se han ido multiplicando los contenidos y las cadenas, como por ejemplo la VH1 o los infumables 40 principales. En fin, este tema necesitaría un artículo exclusivo para su desarrollo. Quedémonos con la idea de que televisión y música han consumado su unión, no siempre se ha tratado de algo interesante pero este es otro ejemplo del poder televisivo en la sociedad actual.
Siempre, desde los primeros días de la televisión, ha existido una evidente relación entre la música y la imagen. De hecho, prácticamente se indispensable la primera como apoyo de la segunda. Es decir, únicamente como recurso narrativo o estilístico se renuncia a la música o, en casos muy radicales, a la imagen. Es imprescindible en cualquier programa que se precie una buena orquesta, o en su defecto, un buen técnico que permita la introducción de cuñas sonoras que acompañen a la acción que se está produciendo. Esto es lo que permite dotar de dinamismo a los contenidos de la pequeña pantalla.
Como medio en el que ambas dimensiones confluyen, la televisión ha sido trampolín para distintos modos de entender la música. Si no fuese por ella, no se hubiesen desarrollado modos de expresión que permiten dotar al producto musical de cierto empaque. Es decir, si la televisión tuviese una imagen fija y sonase alguna canción acompañando la cosa no tendría ningún interés, este es el detonante para que los avispados productores musicales busquen nuevas formas de expresión para que este medio de expresión no se quede a la zaga con respecto a la tele.
Este es el germen, por ejemplo, del video-clip. Si no fuese por la caja tonta se nos haría imposible imaginar este medio de expresividad que procura, en el mejor de los casos, la fusión de cine y canción. Como un buen amigo me hizo saber, fue Bob Dylan el primero en comprender que era necesario subir al tren de la imagen, no sé si realizó su trabajo ex profeso para televisión, pero el caso es que ese fue el medio principal en el que se difundió. El viejo Bob es el artífice del que es considerado el primer video musical de la historia, únicamente utiliza un buen tema, un callejón y unos cuantas cartulinas en las que va mostrando el texto de la canción. Sorprende por lo sencillo de la ejecución y por la repercusión posterior. Este género irá ascendiendo en cuanto a elaboración, y acabará convirtiéndose por derecho propio en un medio expresivo singular y con sus propios especialistas. De hecho, creo recordar que a principios de los ochenta fue Michael Jackson el rey indiscutible de este asunto, siendo sus videos tan esperados como sus discos. El bueno de Michael supo rodearse de los mejores para sacar un partido espectacular al medio televisivo, fue en ese momento cuando se consolida el video-clip como género autónomo.
El otro aspecto al que la televisión nos permite acceder es al del directo, éste obviamente queda mermado por el formato televisivo, aunque resulta en ocasiones interesante para entrar en contacto con algún grupo. Es en este aspecto en que más destaca la Televisión Española, prácticamente desde sus inicios fue trampolín para infinidad de grupos españoles y medio para el conocimiento de los extranjeros.
El primer programa importante en este sentido fue el mítico Aplauso, programa dirigido a toda la familia y en el que se intercalaban canciones melódicas con números musicales y humorísticos. Estaba claro que este asunto necesitaba un nuevo impulso, fue este el motivo por el que se estrena un nuevo programa, en este caso estamos hablando de Tocata. Este es el primer programa musical del que tengo constancia, a pesar de no levantar en mí demasiadas pasiones (ya que era muy pequeño) guardo su recuerdo sobre todo debido a las pintas ochenteras estilo punk que se lucían en la época; tengo que reconocer que esto era totalmente hipnótico para un niño de pocos años como era yo. En este caso, la audiencia a la que se dedicaba el programa era la juventud española que comenzaba a descubrir en la música un medio de rebeldía e inconformidad, o simplemente algo con lo que pasarlo en grande. De todas maneras, los contenidos de Tocata tiraban, más que nada, hacia lo comercial.
Simultáneamente al anterior se estrenó La edad de oro, programa del que más que recuerdo guardo referencias por terceros. En este programa lo que se buscaba era la más rabiosa modernidad que se creía ejemplarizada en la Movida madrileña, los contenidos iban desde el pop, hasta el punk, pasando por el heavy metal que tanto pegaba en esa década. Por el mítico plató de La edad de oro pasaron grupos que ya son parte de la cultura musical de un país como Siniestro Total, Larsen, Alaska y los Pegamoides, Los Nikis así como grupos extranjeros como los Iron Maiden, Lords of the new church y ACDC. En la actualidad se echa de menos algo parecido a esta mítica emisión televisiva.
Hoy por hoy, debemos conformarnos con los Conciertos de Radio 3, que no sé si siguen emitiendo ya que las horas son incompatibles con cualquier actividad laboral. El caso es que este formato me resultaba bastante atractivo, y sin disfrutar de lo que es un buen concierto se podía acceder al conocimiento de algunos grupos. Por este programa ha pasado gente como Vetusta Morla, Fabulosos Cadillacs o Soledad Brothers, estos últimos supusieron todo un descubrimiento para mí.
Hoy por hoy la cosa se ha desmadrado, cualquiera que tenga televisión digital puede acceder a una gran cantidad de cadenas especializadas en el mundo musical. Tenemos a la mítica MTV, que nació en 1981 con la emisión del tema de The Buggles Video Killed the Radio Star, título premonitorio aunque no acertado. Tras esta cadena genérica se han ido multiplicando los contenidos y las cadenas, como por ejemplo la VH1 o los infumables 40 principales. En fin, este tema necesitaría un artículo exclusivo para su desarrollo. Quedémonos con la idea de que televisión y música han consumado su unión, no siempre se ha tratado de algo interesante pero este es otro ejemplo del poder televisivo en la sociedad actual.
Nacho Valdés (como todos los lunes)
6 comentarios:
Recuerdo perfectamente dónde y cuando vi "Thriller". Me temo que tú eras muy, muy pequeño, pero fue un auténtico bombazo... y probablemente una de las últimas veces que vimos un Michael Jackson negro. En los telediarios hasta explicaban lo que significaba el palabro "thriller", igual que años después ocurrió con "pulp fiction".
Y de "La edad de oro" recuerdo especialmente el pelo achicharrado de Paloma Chamorro, sus labios gordezuelos y la forma de narrar lo que presentaba, como si fuera lo más trascendente del mundo.
En aquel momento yo andaba muy ocupado....
Gracias por recordarnos estas cosas.
Gracias por seguir entretenéndonos todos los lunes!Yo no recuerdo Tocata, ni La edad de oro, porque era super pequeña, pero sí que en mi adolescencia me encantaba ver los vídeos musicales de la MTV con mis amigas y nos flipábamos mogollón!Un beso.
Laura.
Deberías poner nombre a tus secciones, "Los Remember" como llamo a estos artículos son de mis preferidos.
Recuerdo el video de Michael "adefesio" Jackson y reconozco que me dio mal rollo a la vez que me abrió las puertas a un mundo que me quedaba muy grande a tan tierna edad.
Es extraño, pero hace pocos años volví a sentir algo parecido con el video de “No cambie” de Tamara o las canciones de Leonardo Dantes. También se me abrió un mundo desconocido y ese mundo, siendo ahora casi un adulto responsable... joder! también me da miedo.
Coñas aparte creo que la fusión de imagen-sonido apareció alrededor de los 50´s, siendo los dibujos animados un peso notorio, y con éste tema te hago una petición:
Dibujos animados, ¿Qué son?; ¿dónde van?; ¿cómo han degenerado hasta crear a Shin Chan?
A mi también me dio mucho miedo el thriller de Michael, pero nada comparado con lo que nos recuerda El Gran Demonio; el "No cambie" sí que fue espeluznante.
Lo de los dibujos animados es un buen tema, lo tendré en cuenta para próximas semanas.
Besos.
Lo bueno de aquellos programas de música era que, en aquella dorada época, la música comercial(en el buen sentido de la palabra) la formaban bandas como Radio Futura, Gabinete Caligari, Ronaldos, Secretos..etc
Nada que ver con lo de ahora donde, salvo honrosas excepciones, todo huele a mediocridad.
Me ha gustado el artículo y estoy de acuerdo con GDB (al que agradezco su fidelidad bloguera) en lo de titular tus artículos.
P.d : Aquí os dejo un ejemplo de lo mucho que puedo dar de sí un videoclip cuando se da en él, un encaje perfecto entre música e imagen.
http://www.youtube.com/watch?v=mGyZ5P4JlAc
Como siempre dando en el clavo amigo Sergio. Gran video y tremendo tema, ejemplo perfecto de la fusión entre imagen y sonido. Además, seguro que está rodado con dos duros, muy sugerente.
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