Explicaciones
El señor Durán tomaba a sorbos su café, la taza humeaba
cálida. En realidad, lo que hacía era dejar pasar el tiempo en un intento de
encontrar las palabras que le permitiesen explicar de la mejor manera posible
todo lo que había descubierto. Su cliente se mostraba nerviosa, estaba hundida
en la butaca en la que se había sentado y miraba en todas direcciones sin
acabar de creerse que estuviese en ese despacho hablando con ese hombre de
aspecto tranquilo y reposado.
-
Como puede imaginar nos ha costado lo
inimaginable dar con su marido, ha sido una investigación realmente complicada
y enrevesada.
-
Me hago cargo –contestó Maribel con rudeza-, sus
honorarios han sido realmente elevados.
-
Piense que mi agencia ha tenido que viajar por
medio mundo y ya sabe cómo son estas cosas en el extranjero.
-
La verdad es que no sé nada de lo que me habla,
hoy por hoy me siento una inútil que no ha sabido reconocer a la persona con la
que había convivido los últimos años.
El investigador no respaldó lo que había escuchado, prefería
no meterse en asuntos personales cuando trataba con la clientela.
-
Pues en la zona en la que se encontraba su
marido todo funciona a golpe de talonario. Cada paso que se da es complicado y
las instituciones, policía y funcionarios de esos países perdidos únicamente
funcionan cuando ven algún billete. Esto, por supuesto, ha encarecido el
servicio que le hemos prestado.
-
Siga, cómo consiguió dar con él –el hombre tragó
saliva-. Supongo que no se tratará de algo sencillo.
-
Por un parte sí es sencillo aunque, como en
todo, se necesita de cierta implicación y trabajo.
-
Dígame, qué es lo que puede llevar a alguien a
desaparecer de esta manera. ¿También tiene explicación para esto?
-
La verdad es que no conozco a su marido…
-
Ex-marido –cortó Maribel bruscamente.
-
Es lo mismo, a su ex-marido -continuó el otro
sin inmutarse-. No sé lo que ha podido llevar a Enrique a dar este cambio, no
me gustaría realizar juicios de valor sin conocer toda la información. ¿Tenían
ustedes un matrimonio estable o habían tenido alguna crisis en los últimos
tiempos?
-
Pues como todo el mundo, hemos pasado por altibajos pero se puede
decir que siempre hemos estado bastante unidos aunque, a decir verdad, desde
que tuvimos a los chavales cada uno comenzó a hacer su vida de manera autónoma.
-
En fin, es lo típico en un hombre de negocios.
Supongo que los viajes y demás le obligarían a estar tiempo fuera de casa y eso
siempre crea un distanciamiento.
-
Bueno, lo de hombre de negocios me parece
demasiado generoso. ¿Sabía usted que las empresas de Enrique son una maldita
ruina?
-
Sí, lo tengo presente pero no se crea que ha
sido por una mala gestión.
-
Entonces a qué se debe, yo pensaba que vivíamos
en la abundancia y que podríamos mantener este nivel de vida.
-
Su marido… –el señor Durán cortó el discurso
abruptamente- mejor dicho, su ex-marido, realizó en los últimos dos años varios
movimientos importantes de dinero que había conseguido sacar del país mediante
métodos que, por llamarlos de alguna manera, no eran del todo claros.
-
¿Me está diciendo que arruinó sus empresas a
propósito?
-
Eso mismo.
La última revelación dejó a Maribel sumida en la
incertidumbre, su cara daba a entender que algo en su interior se había roto y
no llegaba a concebir cómo podía haberse visto envuelta en la situación que se
le había presentado. El señor Durán se levantó hasta la máquina de café, miró
por la ventana el sol descendiendo y comprendió en seguida que esa jornada se
haría larga y cansada.
4 comentarios:
...no me cae bien el tal Durán...no me agrada su forma e encarar las cosas...en cambio he desarrollado una enorme simpatía hacia el exmaridoy su glorioso escapismo...
Muy interesante...
Lastima que el formato sea de entrega semanal...
Menudo perruzo el exmarido...
Me está gustando la historia y estoy de acuerdo,lástima que sea semanal
Abrazos
Xq el marido, ex marido perdón, tiene que ser siempre el culpable? Seguro que tiene muy buenas razones para haber salido huyendo.
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