viernes, noviembre 30, 2012

Ordinaria Polaroid

Hermandad S.A


Ordinaria Polaroid

Out the Air

Para este viernes recordamos un grupo que, con el tiempo, ha demostrado su trascendencia en el panorama pop-rock nacional por ser cantera para artistas hoy por hoy consolidados. Allá por los ochenta nacía al amparo de la Movida Paralisis Permanente, banda  en cuyas filas militarían Nacho Canut, Ana Curra, Jaime Urrutia y el fallecido Eduardo Benavente.
Solo un disco y varios sencillos forjaron la leyenda que envuelve a este conjunto...


jueves, noviembre 29, 2012

Inevitable (Vol. 7)

Inevitable
amar y ser amado
por las briznas de hierba
que tus pies descalzos
dejaron en la huida

Inevitable
someterse
al deseo propio
 a sus consecuencias
una escalera de naipes
sostiene
nuestro destino

Inevitable
amar sin morir
vivir sin recordar
juntar
los pedazos
de lo que se rompió

Inevitable
ya no lo puedo parar

Inevitable
reverdece en mi

Inevitable
seguir
una noche más sin ti

miércoles, noviembre 28, 2012

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (61)

Dos músicos, dos ciudades y una canción que componer usando las NNTT. Este fue el reto que puso el equipo de Windows 8 al flaco Leiva y al pequeño Iván. La canción lleva por título "Anticiclón" y no esta nada mal. Abrazos

martes, noviembre 27, 2012

Palabras Usadas

Para la entrega de esta semana propongo un recorrido que nos llevará desde el rock psicodélico de los Jefferson Airplane hasta la injustamente incomprendida Un loco a domicilio en la que Jim Carrey borda una actuación en el Karaoke con un tema de los de San Francisco; entre medias, hacemos parada válida en el punk-rock hipervitaminado de Los Ramones.
Abróchense los cinturones...






A Day in The Life

Hoy hubiese cumplido 70 años el innabarcable talento de Jimi Hendrix... Seguimos aprendiendo...

lunes, noviembre 26, 2012

Ordinaria Polaroid

Jacobo y el mundo...

En el ángulo muerto Vol. 170



Carante



Todas las semanas recibo infinidad de cartas, videos, correos y demás trabajos de artistas reconocidos o desconocidos que buscan un hueco en las monografías que preparo en las galerías y museos con los que participo. En esa ocasión andaba con la elaboración de una muestra contemporánea cuando recibí una carta que llamó mi atención puesto que estaba manuscrita con excelente caligrafía, además de caracterizarse por un volumen considerable; parecía algo de otro tiempo. Como pasaba habitualmente, sería alguien que ofrecía su obra para la muestra y, por lo tanto, se dirigía a mí como comisario de la exposición. El caso es que la aparté, quizás por la exquisita letra, quizás por un pálpito pero, después de realizar mis actividades cotidianas, tomé la misiva y la abrí para leer su contenido.
El papel era apergaminado y de excelente calidad y, solamente con los gráficos y dibujos que aparecían, ya podía ser un trabajo digno de cierto reconocimiento. El proyecto en sí recibía el nombre de Carante y después de buscar infructuosamente el término llegué a la conclusión de que era una especie de neologismo acuñado por el autor del proyecto. Me recordaba a arconte, quizás haciendo referencia a la Atenas clásica o, en un sentido más sencillo, podría relacionarse con currante o algo por el estilo. En una dirección más lírica el tema podría asemejarse remotamente a arcángel pero, finalmente el asunto era mucho más mundano y el curioso neologismo se refería a cagante que, por lo que decía el autor era alguien que cagaba. La peregrina explicación me dejo tan confuso que me vi obligado a seguir leyendo e interpretar los enrevesados gráficos que indicaban cómo realizar el montaje.
La obra que ese extraño trataba de promocionar era catalogada por él como arte orgánico aunque, a primera vista no parecía tener ningún sentido esa clasificación así que continué leyendo las aclaraciones que acompañaban a dibujos y croquis. En un primer momento el asunto era prácticamente calcado a La fuente de Duchamp pues, al igual que él hizo con un urinario, este desconocido pretendía poner en lugar privilegiado del museo un bidé firmado por él. En ese punto estuve tentado de dejar de lado el mensaje recibido e irme a casa pero, por lo que a mí respectaba, todavía mantenía ciertas dudas que quizás se aclarasen si continuaba con el pergamino que tenía entre las manos.
El bidé, si quería seguir las instrucciones del artista, debía ser totalmente operativo y estar conectado a la toma de agua de la galería. Por otro lado, también debía estar conectado a algún desagüe pues, la belleza de su creación, siempre siguiendo las palabras del desconocido autor, radicaba en que el arte orgánico era prácticamente infinito y se regeneraba con cada pase del museo. En ese punto ya estaba totalmente intrigado y debía terminar para comprender el sentido de tal montaje.
Como último punto destacado, el artífice consideraba necesaria la colaboración de la concurrencia a la muestra. El documento aclaraba el asunto con sencillez y terminaba por esclarecer qué era eso del arte orgánico y el sentido de que fuese infinito y se regenerase a diario. El caso es que aquellos que lo deseasen podían participar de su arte, únicamente tenían que sentarse en el bidé y defecar tranquilamente a la vista del resto de curiosos que hubiesen accedido al museo. Después, se tenía que abrir el grifo durante un tiempo estipulado y dejar que las deposiciones se desbordasen por el suelo del museo. Como no podía ser de otra manera me quedé patidifuso con la proposición y, por unos instantes, me sentí caduco y lejos de las más rabiosas vanguardias. Finalmente, caí en la cuenta de que no era más que una tomadura de pelo para lograr algo de notoriedad y, después de guardar cuidadosamente los pliegos en su sobre para quedármelos como recuerdo, me olvidé del asunto. A ver cuál es la siguiente propuesta que me sorprende de esta manera.

Nacho Valdés

viernes, noviembre 23, 2012

jueves, noviembre 22, 2012

Inevitable (Vol. 6)


Seguiré
tu rastro
cuando la niebla
se abra
y
pueda ver
el camino
que mis pies
allanaron
hace dos años
para después
llevarme
de nuevo
a la montaña

Volveré
a estrellarme
al cruzarme contigo
como aquel tren
que descarriló
un verano
cerca del puerto
y que
 nuestros ojos
de niño
convirtieron
en sueño

Atraparé
tu estela
de cometa extraviado

la próxima vez
serás mía

Solo mía
y
de todo el mundo

lunes, noviembre 19, 2012

A Day in the Life

Hoy comienza mi particular cuentra atrás para el inicio de la era de Jacobo...


En el ángulo muerto Vol. 169



Otras ciudades



La banda esperó a Thomas toda la noche, ese día tocaron apáticos y despreocupados por el público pues en su cabeza solo estaba presente el joven guitarrista que había desaparecido sin dejar rastro. Esperaban que, de forma extraordinaria, apareciese en algún momento para unirse al conjunto. Al final, como pasa en este tipo de situaciones, acabaron por olvidarle y el club continuó sonando a blues cuando otro guitarra ocupó el lugar que había quedado vacante. Los viejos negros habían visto el proceso tantas veces que prácticamente no se alteraban cuando sucedía, era normal que la gente se esfumase sin dejar rastro. Máxime en esos tiempos convulsos en los que podía pasar cualquier cosa y llegaban decenas de miles de negros desde el sur.
Lo único que desearon con toda su alma fue que los blancos que fueron a buscarle no le encontrasen; había aparecido un grupo variopinto que aguantó toda la noche en la entrada para artistas del local. Habían aparecido borrachos y armados con palos y cadenas, seguramente se creían en la obligación de darle un escarmiento a ese moreno que se había acostado con una de las chicas blancas más deseadas. Los negros, cuando entraron cargados con los instrumentos, agacharon la vista y pasaron de largo pues sabían que la frustración y violencia que arrastraban consigo esos personajes podía estallar en cualquier momento y afectar a cualquiera que se interpusiese en el camino de esos tipos embrutecidos. Se enteraron por gente que asistió esa noche a la actuación que Linda nunca más haría honor a su nombre, que los salvajes que estaban fuera le habían dejado la cara desfigurada y le habían infringido un tremendo castigo por probar el sabor de uno de esos negros que solo tenía autorización para divertirles. La pobre chica no volvió a aparecer ninguna noche y se corrió el rumor de que se casó con un blanquito adinerado que supo darle unos cuantos hijos y alguna que otra paliza para quitarle de la cabeza la posibilidad de volver a buscar otro amante de color.
En relación a Thomas, todos supieron a los pocos meses de él cuando cayó en su poder un disco que se había grabado en Chicago. Sabían que era un chaval listo y que probablemente se abriría camino sin mayores complicaciones, solo necesitaba  su guitarra y hacer lo que llevaba haciendo los últimos meses. Había aprendido prácticamente solo y era capaz de unirse a cualquier grupo y, sobre todo, era capaz de contribuir pues se adaptaba con una increíble rapidez y soltura a todos los estilos; tenía un oído especial para la creación musical. Estaban seguros de que aprendería rápido y que se haría un hueco en la pujante industria que estaba naciendo; de hecho, el disco que llegó de casualidad al local no llamó la atención de nadie hasta que sonó en el equipo y reconocieron el estilo del que había sido su compañero. Estaba claro que no podrían asegurarlo y, por añadidura, el bajista que era el único que sabía leer les aseguró que en los créditos no salía nadie con el nombre de Thomas. De todas formas eso daba igual, sabían que lo normal era que los negros no apareciesen como participantes por el trabajo que habían realizado. Lo habitual era que cobrasen por sesión y que después desapareciesen para grabar con otro conjunto y que, al final, acabasen sus días cirróticos y tocando en la calle a la espera de que les sorprendiese la muerte o la esquiva fortuna.
Sin embargo, lo que habían escuchado resultaba esperanzador y la guitarra que sonaba en ese disco de siete pulgadas les convenció de que Thomas había sido capaz de huir y aposentarse en Chicago. Nunca más supieron de él, por lo menos directamente, pero, siempre que podían, seguían las novedades discográficas y en algún que otro trabajo creían reconocer al guitarra solista con el que habían compartido escenario. Lo único que les preocupaba era el hecho de que había probado a una blanca y sabían que, cuando eso le pasaba a un negro, después le costaba volver con los suyos. Suponían que había aprendido la lección pero, con los jóvenes nunca se sabía qué iba a suceder, lo más probable es que estuviese buscando a otra chica de piel blanca como el mármol para compartir con ella una noche de pasión. Los viejos músicos anhelaban con todas sus fuerzas que tuviese suerte, que no cayese en manos de algún blanco ofendido por el amor que el joven Thomas iba repartiendo.

Nacho Valdés

viernes, noviembre 16, 2012

Ordinaria Polaroid

Falta de credibilidad...


Out the Air

Y para comenzar el fin de semana con buen pie uno de los últimos trallazos de los ya en ese momento exbeatles George Harrison y Ringo Starr. Para mi gusto, no sé si por llevar la contraria, los más carismáticos e infravalorados del cuarteto de Liverpool.
Buen viernes...


jueves, noviembre 15, 2012

Inevitable (Vol. 5)

Solo
lo hice
para impresionarte

Los días
en los que atravesé
la ciudad
para llegar al mar
y
poder regalarte
un poco de arena mojada
de esa
que nunca
se movería del lugar

Las noches
en las que te hacía el amor
mientras dormías
como buscando
la luz de dios
en un cuarto a oscuras

El tiempo
en el que simulaba
alejarme
de ti
solo para sentirte más cerca
el día siguiente

las horas
que nunca pasaban
cuando
no estaba contigo
y la rapidez
con que te perdía después

solo
lo hice
para impresionarte

Pensé
que así
podría construir
el molde
para el amor completo

pero
me salió mal
y
fue entonces
cuando todo dejó de impresionarte



miércoles, noviembre 14, 2012

A day in the life

Hemos superado nuestro record de entradas en nuestra pequeña historia. Ya son 225 balas disparadas..

Delaletra

Blankets, publicada en mayo de 2004 por Astiberri Ediciones, narra la vida de Craig Thompson y cómo esta se enreda con el fuerte catolicismo americano, la imaginación y descubrimiento de la infancia junto a su pequeño hermano y, por encima de todo, la llegada del primer amor. La historia de amor de Craig y Rania ocupa gran parte del libro pero también hay espacio para la culpa y el resentimiento que el desamor produce. Un comic de casi 600 páginas que se devora. Unos dibujos magníficos. Totalmente recomendable.

martes, noviembre 13, 2012

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (60)

Llegas a casa después de nueve horas intensivas de un seminario sobre el Plan de Ventas en ESIC--STOP-- Abres la nevera y te pillas la última Amstel Edición Especial que te queda--STOP--Te acercas al ordenador y te pones esto--STOP--Tus Penas desaparecen--STOP--DENLE AL PLAY--STOP

lunes, noviembre 12, 2012

A Day in the Life

Hoy cumple 67 añazos el canadiense Neil Young... desde Corazones le deseamos muchas felicidades y celebramos la edición de su nuevo trabajo junto a los Crazy Horse.


En el ángulo muerto Vol. 168



Callejones

La noche en la que todo se desencadenó Thomas iba camino de su habitación en el piso que compartía, caminaba de madrugada arrastrando la guitarra e iba recapacitando sobre las muchas sesiones que llevaba sin ver los ojos verdes de Linda. Sus pasos sonaban amortiguados por el agua que había caído y que producía un brillo metálico sobre las aceras, parecía estar deambulando por una ciudad abandonada. Había descubierto su nombre de forma casual, era una de las muchachas que frecuentaba el club y que había alcanzado cierta fama entre los habituales. Destacaba, por encima de todo, por no haber dejado que nadie le tocase un pelo. Parecía mantenerse por encima de la inmundicia alcoholizada que frecuentaba el local, eso al músico le gustaba; no era otra de las fulanas que encontraban calor en la entrepierna de los blancos adinerados.
Ya dentro del barrio negro, donde se hacinaban las familias proletarias, se encontró con ella. Refulgía entre las sombras de la noche y, a pesar de que el negro había bebido más de la cuenta, al verla se espabiló completamente. Sabía que estaba esperándole, no hacía falta que dijese nada pues su expresión de deseo era el mejor indicativo de lo que había ido a buscar. Thomas se acercó tímidamente pero la muchacha se arrimó a su cuerpo, el músico nunca había olido nada tan dulce como la fragancia que despedía esa chica que clavaba su mirada en su rostro. Las curvas de su cadera se asemejaban a su instrumento y, después de tirar el estuche con su guitarra al suelo, la agarró con fuerza con ambas manos. Ella se dejaba llevar, estaba decidida y parecía estar sumida en algún tipo de ensoñación pues había cerrado los ojos y su rostro denotaba el inmenso placer que le suponía la cercanía de ese músico negro que olía a alcohol y estaba embadurnado por el sudor de la actuación; parecía una exploradora adentrándose en territorios vírgenes y salvajes.
A hurtadillas la subió a su habitación, tuvieron que atravesar zonas comunes de la casa en las que la gente descansaba en colchones tirados sobre el suelo. Nadie pareció reparar en la presencia de esa extraña que destacaba, además de por el tono angelical de su delicada piel, por el fino aroma que desprendía y que se elevaba sobre el olor a humanidad y miseria que se respiraba en esa vivienda abarrotada. No parecía estar asustada, más bien parecía divertirle la situación en la que se estaba  metiendo y se dejaba guiar por la mano firme de Thomas. El negro era de los pocos privilegiados que podían permitirse una habitación para él solo, se alegró enormemente de contar con esa posibilidad y de que su trabajo con la banda le hubiese brindado esa autonomía. Cuando el guitarrista trabó la puerta para que nadie entrase, la joven ya se había desnudado. Estaba sobre la cama esperándole y en cuanto se acercó se abalanzó sobre él para quitarle las ropas que olían a tabaco y perfumes baratos, parecía ser más experimentada de lo que aparentaba por su aspecto delicado y dejaba que Thomas recorriese su anatomía sin ningún prejuicio. Se fundieron durante horas, el contraste de pieles desapareció en cuanto los miembros se confundieron en una sola dimensión en la que solo valía el placer. Más tarde, cuando había amanecido y en el exterior se escuchaban sonidos de actividad, ellos se quedaron dormidos hasta la tarde. Cuando se despertaron Thomas decidió volver a probar suerte con la jovencita e improvisó una actuación privada que, de haber habido público, hubiese arrancado los vítores de la concurrencia.
El problema se les presentó cuando tuvieron que salir del cuartucho en el que había compartido ese lapso al margen del mundo, los compañeros de piso de Thomas se quedaron anonadados cuando vieron salir a una chica blanca y fina de la habitación. Nunca antes había entrado alguien así en ese hogar, incluso en el barrio era extraño encontrarse con algún blanco pues era un territorio prácticamente exclusivo para negros. La chica, cuando tuvieron que atravesar las calles concurridas, se sintió más cohibida que la noche anterior y Thomas pudo comprobar cómo centenares de ojos se clavaban en ellos. De alguna forma estaba entendiendo que el rechazo se producía en ambos sentidos pero lo que le preocupaba era que esa noche de pasión se convirtiese en algo de dominio público, en su memoria resonaba la advertencia que le habían hecho: no te metas con los blancos…

Nacho Valdés

viernes, noviembre 09, 2012

Out the air

Para terminar la semana una canción de esas que sólo Iván Ferreiro se atreve a componer y cantar.


jueves, noviembre 08, 2012

Inevitable (Vol. 4)

Quiero
una amor que no perdure
unas huellas
que no dejen rastro
en el fondo del alma

Sueño
con la amante
que no detenga mis relojes
que no ocupe en espacio
en mis memorias

Necesito
una avenida vacía
con los bares cerrados
una lluvia
que no permita mirar entre sus gotas

Reniego
de nuevas heridas
semáforos en rojo
y raíces que invaden la tierra

Huracanes
que no traigan canciones
palabras
que no ocupen lugar
silencios
que duren para siempre

Unos ojos
que no miren
más allá
de este instante

Quiero
un amor que no perdure
quiero
aprender a olvidar

Quiero
dejar de preguntar al día
dónde guardar
los secretos de la noche

miércoles, noviembre 07, 2012

Palabras Usadas

Dos bandas ejemplares y arquetípicas; con dos líderes carismáticos, cascarrabias e innimitables. Una canción como un cohete que mezcla sexo, literatura sucia, rock, personalidad y verdades como puños.

THEM VS THE DOORS


martes, noviembre 06, 2012

Ordinaria Polaroid

Mar de cartón

LA DISQUERÍA ELÉCTRICA (59)

Hoy publican su nuevo disco "Arenas Movedizas" y el dia 1 de diciembre estarán en Valencia presentándolo. Durante la promoción del mismo pasaron por "Abierto hasta las 2" para presentar unas canciones y tocaron la versión de Rod Steward "Maggie May", la cual lleva algun tiempo dentro de su repertorio en directo. Abrazos

lunes, noviembre 05, 2012

Ordinaria polaroid

Van Gogh SXXI


En el ángulo muerto Vol. 167



El lento camino


La experiencia del grupo no duró demasiado, todos los componentes a excepción de Thomas tenían una familia que mantener y la música no les daba para llevar comida a la mesa. Él contaba con el estímulo necesario para compaginar los ensayos con el ritmo frenético de la fábrica en la que ensamblaba, apretaba y engrasaba sin descanso durante toda la jornada. A esto se añadía que tenía que aguantar a sus superiores, todos blancos que despreciaban a esos negros serviles que habían llegado desde el campo. Era patente la segregación que existía pues, a pesar de que en el norte las cosas parecían ir mejor, la realidad era bien distinta y era difícil borrar los hábitos y relaciones que estaban insertas en el carácter de la sociedad.
De la experiencia con la música había sacado algún contacto y su oportunidad llegó cuando el guitarra de uno de los clubs de moda se rompió todos los dedos de la mano izquierda en circunstancias un tanto sospechosas; Thomas prefirió no preguntar y ocupar su lugar durante su tiempo de convalecencia. Las primeras noches, aunque se le hizo complicado conciliar las jornadas extenuantes en la factoría con las noches tocando sin descanso, disfrutó enormemente y encontró en ese camino la ruta que quería llevar. Después de una semana se despidió de Ford y, aunque sus compañeros le intentaron convencer de lo contrario puesto que veían una locura el perder un puesto fijo, Thomas prefirió seguir su pálpito y continuar frecuentando la noche para tocar con sus nuevos compañeros.
Lo que iba a significar una pequeña sustitución se volvió un lugar fijo en el que tocar a diario pues, independientemente del día de la semana, siempre había blancos dispuestos a dejarse su dinero en copas para invitar a las jovencitas que se movían con los ritmos frenéticos mientras ellos aumentaban el tempo. El local en el que tocaba era en apariencia elegante aunque solo en apariencia debido a que la zona dedicada al personal de color era prácticamente un estercolero donde se reunían en los descansos y cuando se cerraba o abría. El lugar donde se cambiaban las chicas blancas que amenizaban la velada de esos tipos dispuestos a vaciar sus bolsillos era otra cosa pero los negros no podían asomar sus narices por ahí, el patrón siempre les amenazaba y les impedía acercarse. A Thomas todo esto le daba igual; ganaba más dinero que apretando tuercas y estaba rodeado de músicos que compartían, siempre que tuviesen un buen día, sus secretos con él. Además, nada podía ser peor que una decadente fábrica en la que perder la vida y la salud. En el período de adaptación que tuvo que superar se contentaba con aguantar el picor en los ojos provocado por los cientos de cigarrillos encendidos y con no perder el compás pues, cada vez que alguno de los músicos desafinaba o se perdía, tenía que pagar una multa que se utilizaba como fondo para las bebidas que consumían durante sus actuaciones. Aunque los primeros días se puede decir que se bebió a su costa, gracias a su talento natural enseguida fue capaz de hacerse un hueco entre los veteranos artistas que le rodeaban.
De una de las cosas de las que se percató fue de que a las blancas, tan angelicales y de apariencia tan dulce, los negros les despertaban cierta curiosidad. De hecho, y puesto que él era el más joven de la banda, todas las noches notaba como múltiples miradas libidinosas se clavaban en él cuando ejecutaba sus arriesgados solos. Al principio no le dio demasiada importancia al estar centrado en su instrumento pero, cuando consiguió cierta seguridad y el escenario dejó de impresionarle, comenzó a despertarse en él un sentimiento recíproco que le hacía observar a esas mujeres con otro prisma. Estaba acostumbrado a mujeres desaliñadas y cargadas de hijos y trabajo y esas muchachas olían a perfume y estaba maquilladas con tanto estilo que todas le resultaban atractivas. Sabía que no tenía que hacer demasiado para conseguir acostarse con alguna pero no se fiaba, los negros con los que tocaba le habían advertido que tuviese cuidado con los blancos, que eran peligrosos como un perro rabioso cuando se les intentaba quitar el hueso que llevaban en la boca. Se preguntaba el motivo por el que no podía probar a una de esas chicas, aunque solo fuese por una noche y se imaginaba que no debía de ser mucho más complicado que interpretar una frase a la guitarra; solamente había que tocar la nota exacta en el momento preciso.

Nacho Valdés