Suele sentarse a esperar que al invierno no le queden asuntos pendientes con su alma, que día a día vaya desapareciendo la capa de nieve sobre el tejado, el vaho de las ventanas y la latente humedad de los huesos. Arrastra, dentro de él, una infinita lucha contra la incapacidad de vivir y decidir por uno mismo. Tiene presente el delgado hilo que une los deseos con las mentiras y el perfeccionismo con la autodestrucción. Sabe que no hay material más resistente que el acero y que él esta compuesto por una amalgama de piedras y flores que le hace sentir incomodo ante el resto del mundo. Escribe palabras de amor pues está convencido de que mientras lo siga haciendo no podrá morirse nunca.
Ella también espera aunque no las mismas cosas que él. Ella quiere que él deje de pensar en el invierno y que lo haga más en ella. Desea que vuelva ser el de antes, cuando ella era lo primero y único que guiaba sus pasos. Anhela vivir de forma permanente en ese lugar donde ellos fueron dos y no en este incómodo presente de uno más uno. Los caminos, que les unen y separan, no forman parte del destino sino de algo más sagrado y catárquico
Todo se termina, incluso el invierno. Y las penas parecen de otro color cuando el sol las golpea con fuerza.
Así que un día de marzo él se levantó y resolvió que las manos de ella no podían más que repararle y actualizarle. Volvió a sentir las constantes vitales del momento presente y la sangre remontando las venas. Entonces dejó de escribir palabras de amor y, a partir de ese momento, solo quiso hablar de la verdad.
3 comentarios:
Buen escrito...fluye como el agua my friend.
Algo se remueve bajo las Partes Secretas...
Enhorabuena por la sección.
Abrazos.
Cada entrega me hace mas FAN.
Enhorabuena Bro
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