miércoles, abril 20, 2011

Delaletra







Pequeños grandes escritos

Existen obras literarias que justifican el seguimiento de toda la producción posterior de un autor, uno de las novelas que más me llegaron en el momento de leerla es la de La presa de Kenzaburo Oé. Conocía a este autor de oídas, sabía que había sido premio Nobel y poco más, aparte de que era japonés, tenía en conocimiento sobre este novelista, ensayista y poeta. El caso es que hace unos cuantos cumpleaños me regalaron La presa, segunda obra de Oé y escrita cuando éste contaba con unos veinticinco años. Se trata de una novela corta que narra, desde el punto de vista de los niños de una remota aldea japonesa, los avatares de la población cuando un avión americano es derribado y un soldado negro capturado. Resulta increíble la sencillez con la que Kenzaburo relata la situación aprovechando que la perspectiva es pueril y como nos hace entrar, de manera inocua, en el choque cultural que produce en unos aldeanos encontrarse con un enorme americano de color negro. La espera, hasta que la administración japonesa llega a la remota zona, irá subiendo en intensidad hasta que todo explote un final inesperado del que nada puedo revelar.
Parece ser que el mundo rural y la visión infantil son recursos utilizados habitualmente por este genio japonés, el resto de obras que he leído de él siempre remiten a estos estilos de vida ya prácticamente olvidados y a la juventud del autor. Pero, esto último, es otra historia que me reservo para próximas entregas.


Nacho Valdés

1 comentario:

Sergio dijo...

Ya me hablaste hace tiempo de Kenzaburo Oé, que además de tener un nombre supermolón parace ser que también sabe contar historias.
Queda apuntado.
Gracias por la recomendación.

SALUDOS