jueves, septiembre 16, 2010

Retratos (Vol. 14)

Esconde el universo entre sus enormes tetas desde donde a su vez cuelga, como el cuerpo del ahorcado, un collar de perlas escogido para la ocasión de entre sus mejores joyas. Se desliza alrededor de los cuerpos celestes y muertos que habitan la fiesta y que no entienden que el vaivén de su sexo no está al alcance de cualquiera; que una piedra preciosa sin aristas es tan poco común como un buen final para una novela.
Yo la miro escondido en mi propia fantasía en la cual ella baila hacia mí mientras su ropa va desmoronándose en un vals privado y caliente. Nos estrellamos como cometas que no tienen el espacio de manto sino nuestro propio barrio residencial de ternura y afecto.
La realidad, en cambio, me revela como un camarero con demasiadas copas encima para ser tan temprano, y a ella como una puta de lujo buscando bolsillos amplios que guarden billetes fáciles para escapar de los días sin sol de después del verano.

- ¿Hasta donde puedes saltar? - Dice la voz que llega desde un lugar donde el ruido del tráfico es lo más parecido a una sinfonía de notas disonantes.
- Lo único que vas a encontrar aquí son problemas. – susurra la periferia de mi mente.

Ve a la ventana y salta. Es lo mejor que te puede pasar. Regala a estos olvidados la imagen de tu cuerpo hecho añicos en la entrada de este lujoso rascacielos.
- ¿Por qué no hacerlo?... Hay que dejar que las cosas ocurran.

Toda esa gente, todas esas voces sin rostro, todos esos lugares oscuros forman parte de mi. Sin embargo, podría sacar una pistola y acabar con todos esos ignorantes que acechan mi mente; acabar con todos los que se cuelan en mis sueños, los que entran en mi casa a través de la televisión y me vigilan mientras duermo.

Oscuridad, oscuridad no hay punto de fuga después de la oscuridad.

2 comentarios:

Nacho dijo...

¡Toma ya!

Parece un fragmento sacado de alguna novela de la generación perdida, muy norteamericano y con mucha fuerza.

Enhorabuena, me ha encantado la escena que presentas.

Abrazos.

Sergio dijo...

Gracias man. Un relato algo oscuro y confuso. Me alegra que te mole.

SALUDOS