lunes, julio 07, 2008

Colaboraciones 2008 (The Bootleg Series Vol. 27)


Fiebre Maldini

Érase una vez un niño que no tenía demasiados amigos, que no tenía la habilidad del resto para jugar al fútbol, que durante todos los recreos se sentía apartado ya que no participaba en las habituales pachangas que se montaban. Además, le solían freír a collejas ya que el chaval era de lo más extraño, podía recitar de carrerilla las alineaciones de los principales equipos de fútbol del momento. En definitiva, se sentía diferente y no encajaba con la gente de su edad.
Únicamente el deporte rey, el fútbol, le hacía sentirse alguien en esta vida. Se estudiaba los cromos de la liga y, en cuanto su familia se despistaba, le quitaba el volumen al televisor y fingía que comentaba los partidos que retransmitían. Su infancia fue un deambular continuo de psicólogo en psicólogo, sus padres, profundamente preocupados, nos dejaban de buscar consejo. La respuesta siempre era la misma: “No se preocupen, con el tiempo se le pasará”.

El tiempo avanzó inexorable, pero la patología de nuestro protagonista no remitía. Lejos de ello, aumento de manera ostensible, siendo la adolescencia uno de los períodos más destacados. Este hecho no pasaba inadvertido para nadie, y ya todo el mundo conocía a nuestro amigo como Maldini, en honor al gran futbolista. Para colmo de males, a los catorce años Julio Maldonado, que era el verdadero nombre de Maldini, se quedó completamente calvo. Al le daba igual, ese tipo de frivolidades no podían entrometerse en la que era su pasión, y sabía que con el tiempo encontraría su lugar y sería respetado por la enorme sapiencia futbolística que estaba desarrollando.

A principios de los ochenta, la fortuna por fin sonrió a Julio, se empezaba a comercializar el Beta en España. Con este maravilloso aparato podía grabar los partidos de la tele y hacerse una videoteca con las mejores jugadas y partidos. En pocas semanas se hizo con un video. Se vio obligado a realizar las más bajas acciones, pero consiguió el dinero suficiente para instalar uno de estos aparatos. Acababa de nacer un mito.

Se pasaba horas y horas visionando regates, tiros y fintas y logró hacerse un experto en materia balompédica. Ingresó, como no podía ser de otra manera en la facultad de periodismo de la Complutense de Madrid, quería llegar a lo más alto en el campo de la información deportiva. Se licenció con honores y, en el año 1989, cuando contaba con veintidós años, ingresó en Canal + desde sus comienzos en España. La leyenda comenzaba a forjarse a paso firme. En esta época ya tenía siete antenas parabólicas en casa y podía hablar largo y tendido sobre los jugadores de la tercera división de la liga de Togo.

Con esfuerzo y dedicación consiguió hacerse un hueco en la programación. De natural tímido, sus inicios fueron dubitativos, pero con pundonor logró superar la situación. Comenzó haciendo microespacios en programas más amplios, haciendo de escudero para que Michael Robinson, el inglés que nunca perderá el acento, pudiese hacerse unos cubatillas en los intermedios. Poco después llegó su gran oportunidad, y comenzó a verter su enorme conocimiento en El tercer tiempo, programa que se emitía a altas horas de la noche. Aquí es donde se fogueó ante las cámaras, teniendo incluso que aguantar al impresentable Yoqui, ex-árbitro que también participaba en el programa. Éste gustaba de hacer chanzas y guasas sobre la sabiduría de Maldini, pero el destino acabó poniendo a cada uno en su lugar.

En 1995 Julio ya participaba en la cadena Ser, en el Carrusel Deportivo, en el diario As, era Redactor superior de Sogecable, hacía de comentarista en varias retransmisiones futbolísticas, dirigía y presentaba Fiebre Maldini y todavía le quedaba tiempo para ver horas y horas de fútbol. Su fama ha traspasado fronteras e incluso el Ajax de Ámsterdam ha contado con su consejo a la hora de fichar futbolistas.
Su carrera ha tocado techo en la actual Eurocopa, donde ha comentado los partidos de la selección española. Ha asistido maravillado y extasiado a los progresos de nuestra selección y ha sido incapaz de reprimir los elogios y los calificativos excelsos hacia el juego desplegado por los españoles; estoy casi seguro que alguna noche no fue capaz de dormir de la emoción. Cuando todo concluyó, cuando por fin la selección consiguió el triunfo final, él se quedó en un segundo plano, conteniendo la emoción. Quería disfrutar del que ha sido, con toda seguridad, el momento más feliz de su vida.


Nacho Valdés (casi de vacaciones)

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, ya era hora de que el sabio Maldini tuviese el honor de aparecer en tus lineas. Muy emotivo y acertado homenaje/reconstrucción... pobrecito. La verdad es que muchas veces me he preguntado como no le contrataba ningún equipo de ojeador, pozo de sabiduria como es él. Yo me quito el sombrero, ante los dos.

Eva M dijo...

Nacho...yo te comentaría pero no tengo ni put...repajolera idea de quién es u_u ( Sí, soy una ignorante en ésto del fútbol, qué le vamos a hacer...)

Nacho dijo...

Gracias por los elogios hermana, y nada Eva, esto del fútbol es todo un mundo, con sus freaks incluidos.

Besos.

Sr. Amarillo dijo...

La verdad es que Maldini sabe más de fútbol que yo de tocarme los cojones y eso es algo digno de admiración pero es que es excesivo. El fútbol es algo secundario en la vida, no es LA vida sino parte de ella(y una parte muy muy secundaria). El tio es un friky hasta la medula pero ahí lo tienes, ganando un pastón por hacer algo que le debe de gustar no?

Anónimo dijo...

El fútbol es esencial en la vida, es un "Kitapena", como lo es el alcohol, pero más sano. Este buen hombre es, simplemente, un borracho del fútbol

Anónimo dijo...

Me ha encantado el artículo!!!!!!!!!!!!!Ya sabes que Maldini me hace muchísima gracia con sus comentarios de super empollón del fútbol. La biogracfía es inventada o auténtica?Un besazo.Laura.

G.D.B dijo...

Estye tipo de freaks se me escapa, habia oido el nombre alguna vez pero he tenido que recurrir a Wikipedia y Youtube para saber quien era este tio.
Asi que: Pasa palabra!

Pero felicito a estas dos fuentes de sabiduria universal y entretenimiento.

raposu dijo...

Lo que lleva postes y es así como cuadrado ¿es la portería?...

raposu dijo...

...pero de todas formas el articulo es muy divertido, incluso para una anomalia genética como yo en la familia Valdés.

Felicidades.

Sergio dijo...

A mi siempre me cayó bien el bueno de Julito. Sin embargo, creo que este sentimiento nace desde la pena. Me da a mi en en el hocico que las collejas del cole se trasladaron años despùés a sus años de estudiante de periodismo, quizá también a su periplo por la sede del plus en Tres Cantos. Es, realmente, un anacrónico romántico. Un Espronceda en tiempos de Bukowski. Ama tanto lo que hace porque jamás fue capaz de dar una patada al balón con criterio. Es su don y su maldición.
I trust in Julito.
Enorme artículo futuro Rey Opositor.
Se te echa de menos.
Besos.

Nacho dijo...

Gracias por los halagos amigo Sergio, yo también te echo de menos. En breve estaré libre para hacer grandes planes de verano.

Besos.