jueves, marzo 01, 2012

Las Partes Secretas (Vol. 9)

He tratado de juntar unas palabras para ti. Algo de electricidad que pueda de nuevo dar vida a los cables que nos unen. Y lo he hecho porque ayer, a pesar del tiempo que se ha ido, al pasar fugazmente por debajo de tu casa sentí de nuevo el deseo de cerrar tus ojos y subir tus persianas. Volvió a crecer en mí la sensación de huida hacia las puertas del cielo que siempre tuve cuando estuvimos juntos. Comprendí lo mal que te había querido y lo poco que llegué a entenderte. Dicen que el camino andado debe dejarse atrás, lo más alejado posible del centro del pecho. Sin embargo hay veces que merece la pena acelerar en esas curvas cerradas, aun a riesgo de provocar una colosal colisión de planetas.
Por eso pido hoy tu regreso, si es que algún día estuviste de verdad aquí. Extraño las notas a pie de página que dejaste escritas con tu letra indescifrable en nuestra historia de amor y los dibujos que ofrecían tus ojos buscando el punto exacto del sol de octubre. Pero aquella mañana en la que te dejé en la estación lo hice por que estaba harto de ti. Hice pedazos nuestras confesiones de amor y renegué de tus cantos de demonios. Y ahora, mirando la puerta de tu casa desde esta posición extraña y confusa, veo en el camino de vuelta a casa una excusa y no un propósito de enmienda. Yo y mi amor intermitente programado para echar de menos pero no para querer. Yo, como el eco de aquella canción que dejé grabada en tu contestador automático y que terminó por ser sospechosamente premonitoria. Yo, con el fulgor de nuestros miedos todavía intacto. Yo, borrando el camino de ceniza que unía nuestros patios. Yo, envuelto en mi mismo tratando de encontrarme. Nunca perdido y siempre de vuelta.

4 comentarios:

nacho dijo...

Bonitas palabras las de las Partes Secretas...

Buen escrito, enhorabuena.

Abrazos

Anónimo dijo...

El mejor hasta la fecha: intenso, evocador, sensual y con un punto lunático.

M gusta.

Un beso,

Silvia

Anónimo dijo...

Me ha entrado la curiosidad el fin de semana. ¿Existe esa de puerta de casa?

Silvia

Sergio dijo...

Bueno, sí que existe pero no de la manera que te lo imaginas. En realidad el texto no habla de una mujer sino de una ciudad y de la relación de alguien con esa ciudad, que problabemente sea la ciudad de Valencia y quién sabe si yo mismo...

Gracias por el interés...