miércoles, septiembre 21, 2011

Delaletra



Siglo de oro

Javier Azpeitia presenta una biografía atípica de uno de los representantes más destacados del Siglo de Oro español; Francisco de Quevedo. Lo que a priori podría resultar un tanto pedante o, más bien, reiterativo, alcanza nuevas cotas de originalidad gracias a la forma en que se presenta a este singular personaje de la literatura española. Nos muestra a un Francisco de Quevedo que, en las postrimerías de su existencia, hace un recorrido onírico por toda su vida. Desde sus enemistades con Góngora hasta su admiración por los místicos y, por supuesto, sin dejar de lado las características más sórdidas de este cojo que pasó por méritos propios al Olimpo de las Letras universales. El personaje que se dibuja tras la inmortal obra que fue capaz de llevar a término es la de un tipo pendenciero, ludópata, un tanto borracho y tendente a caer en brazos de la fulana más cercana. Sin embargo, y pesar de estas características en principio aberrantes, Azpeitia logra mostrarnos las facetas de un antihéroe que, por encima de todo, amaba la literatura y se aleja de los dibujos hagiográficos que usualmente se suelen perpetrar sobre tipos tan singulares.
Francisco de Quevedo. Acariciad la tumba y el monumento es, desde mi punto de vista, una obra de referencia que, sin olvidar el registro culto, nos acerca a una dimensión más humana de poeta barroco.

Nacho Valdés

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Justamente ahora estaba leyendo su obra, entre tren y tren; para aligerar el trayecto una burda y ruda sátira siempre viene bien. Me está dejando tan buen sabor de boca, y dicho lo leído, que es probable que me pase por la librería a preguntar precios.

Sergio dijo...

Yo siempre pequé de extranjero respecto a nuestros prócers intelectuales pero es innegable que siguen siendo las patas de la mesa de la literatura.
No tengo tiempo para tanta letra pero haré un esfuerzo.

Gracias por la recomendación.