miércoles, junio 02, 2010

La Radio Rota de Mr.K




Yo vine a este mundo para cantar

Andrés Calamaro publicó ayer ,1 de junio de 2010, su último álbum de estudio On the Rock tres años después del excelente trabajo “La Lengua Popular”.
Lo primero que llama la atención de esta nueva entrega del argentino es el amplio abanico de estilos que contiene.
Durante las doce canciones que componen el trabajo podemos escuchar: flamenco intelectual, rap narcótico, latin jazz, rock de estadio (casi heavy), rumba rock y baladas pop marca de la casa. Si anteriormente fueron la locura, las drogas y una catarsis personal los sustentos que llevaron a Calamaro a parir sus grandes obras, hoy es todo lo contrario, un estado de felicidad absoluto y un dominio del oficio inigualable. Andrés, conscientemente, ha decidido grabar este disco son su banda de directo habitual y con la que lleva girando más de tres años. Además, ha cedido la producción a su mano de derecha, Candy Caramelo, que conoce al Salmón desde los primeros tiempos de estancia en Madrid.

El disco se abre con un tridente de lujo formado por las voces de Andrés y Diego el Cigala junto a la personalísima guitarra del Niño Josele. Barcos es el nombre de esta maravillosa rumba sutil y sugerente. Un aperitivo exquisito y suave para el huracán que vendrá después.
El segundo tema Te extraño es uno de esos boleros que Andrés canta como si nadie hubiese cantado nunca antes. Acompañado en la retaguardia por la lengua guerrillera del Langui. Otra de las colaboraciones de lujo.
El primer rock del disco llega con un tema recuperado de la época salmónica El pasodoble de los amigos ausentes. Una temática bastante habitual en los textos de Andrés, los amigos que ya no están.
La lírica Calamariana tiene su primer Everest en Todos se van. Una melancólica mirada a todo lo que el tiempo se lleva. La guitarra sideral de Claudio Gabis hace el resto. Los otros rocks del disco son Flor de Samurái y El Perro, convertidos en descargas rabiosas del Calamaro más anti-sistema.
En el ecuador del disco alcanza a nuestros oídos la maravillosa Los Divinos single sabiamente elegido por la compañía para la promoción del disco. Una de esas melodías que las radios rezan para que les caiga del cielo.
Me envenenaste, tal vez próximo single, remite a esa rumba-rock que inventaron Los Rodríguez y luego todo Cristo copió con más o menos fortuna.
El jazz vocal se hace presente en Irremediablemente cruel con la estratosférica trompeta de Jerry González y las rimas siglo XXI de Calle 13.
Dos pesos pesados de la música en castellano aparecen en las últimas canciones del disco. Por un lado, Vicentico (Ex Fabulosos) dando swing a la cumbia Tres Marías, dedicada tal vez a la hija de Andrés. Enrique Bunbury se cita con Andrés para recrear el clásico de José Alfredo Jiménez “Te solté la rienda” con valentía y personalidad.
Para ir finalizando, solo decir que la distancia de Andrés Calamaro con el resto de músicos de nuestro idioma sigue creciendo hasta límites ya inalcanzables. Por poner un pero a esta nueva entrega del argentino nos podríamos quejar del exceso de colaboraciones que aparecen. Sin embargo, ¿Quién no sueña con grabar con Andrés?
He recurrido al Martín Fierro para titular esta crítica. Creo que nuestro Salmón se siente bien ahí.Demos gracias a la vida por tener la suerte de compartir época con tan grande artista.

Mr. K (Próximamente más)

2 comentarios:

nacho dijo...

Me alegro de que Mr. K haya quedado satisfecho con la nueva entrega salmónica. El otro día un buen amigo me permitió escuchar unos temas escogidos y la verdad es que no sonaba nada mal.

Por poner una pega al escrito, decir que echó de menos el verbo afilado de Mr. K. Supongo que en próximas entregas sacará a pasear su mala baba.

Abrazos.

Mr. K dijo...

Mr.K siempre tiene buenas palabras pra los que ejercen de músicos los 365 días del año.

Saludos digitales