miércoles, julio 11, 2007

Nueva York sin queso ( Vacío)

Lo llevaba anclado a mi como una suerte torcida, como una especie de segunda piel enferma. Cuando te dedicas al boxeo y entras en un período de mala suerte puedes darte por muerto. Hasta una niña de 12 años podría haberme tumbado de un soplido. En la ciudad del pecado no hay remedio para los benditos y los bondadosos, aquí no encontarás curas de humildad ni baños de masas. Aquí sólo hay desolación. Tardé tres años en volver a ganar un combate, 1095 días paseando por el infierno. Lo peor de todo no fu eso, lo peor fue que no pasé ni un sólo de esos días sin acordarme de ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, realmente este "Nueva York Sin Queso" me ha molao