miércoles, diciembre 14, 2011

Delaletra


Raymond Chandler (Chicago, 1988 - California, (1959) empezó a escribir a los 44 años después de perder su empleo en una compañía petrolífica. A partir de ese momento, su vida cambió por completo y comenzó a escribir pequeñas historias "baratillas" sobre detectives, policías y asuntos sucios. Creó un personaje, Philip Marlowe, al que situó al frente de todas sus novelas y relatos. Marlowe,antihéroe arquetipo de la novela negra, fue la pieza exclusiva que hizó renovar el género policiaco tintándolo de dudas metafísicas, enfrentamientos morales, cinismo y filosofía.
Todo ello brilla de forma extraordinaria en "El largo adiós", novela de despedida del autor y que es la referencia absoluta del máximo esplendor de la novela negra. En ella, el autor, navega en busca de un asesino  mientras poco a poco va desmenuzando a su propio personaje hasta desnudarle por completo.
Confíen en Chandler. Yo siempre lo hice.
"Un personaje en primera persona tiene la desventaja de que debe ser mejor persona para el lector que lo es para sí mismo. Demasiados personajes en primera persona dan una impresión ofensivamente engreída. Eso está mal. Para evitarlo, no siempre deben darle a él la réplica de impacto o la réplica final. Ni siquiera con frecuencia. Que otros personajes se lleven los aplausos. Que él se quede sin chistes, en la medida de lo posible".

3 comentarios:

nacho dijo...

Siempre he tenido ganas de leer algo de este autor pero por distintos e indeterminados motivos nunca he podido.
Por cierto, me ha gustado mucho su método para usar la primera persona. Muy interesante.

Abrazos

cristina dijo...

Nunca me gustó la novela negra. Yo confío pero me aburro enormemente...el método ya me lo explicas otro día.

Sergio dijo...

Chandler es mucho más que novela negra...confía en él y en mi.