¿Qué fue de David Bowie?. Eso se pregunta Diego A. Manrique es su columna de esta semana en El País. Como siempre recomiendo su lectura.
Ahora eso si, que cada uno haga lo que quiera.
miércoles, septiembre 30, 2009
1997 REVISITED
Tras siete años de silencio, el bardo de Minessota publicaba el antológico "Time Out of Mind" el 30 de noviembre de 1997. El disco daba inicio a la resurección internacional del músico que a partir de ese momento grabaría discos esenciales como Modern Times, Love and Theft o publicaría la exquisita colección de canciones No Direction Home banda sonora del documental de Scorsese sobre Dylan.
Os dejo aquí la canción que abre este album :
Love Sick :
lunes, septiembre 28, 2009
En el ángulo muerto Vol. 29
Retorno
Ana marcaba el ritmo mientras Raúl intentaba seguirla, en la caída se había golpeado y sentía un profundo dolor en una de sus rodillas. Hicieron una pausa para retomar el camino, parecía perdida en la confusión de la huída. Frenaron junto a un callejón, esa zona de la ciudad estaba más tranquila, no se oían enfrentamientos. Raúl se tocaba la pierna, levantó el pantalón y comprobó que tenía una herida que sangraba abundantemente.
- Debo haberme dado con algo al caer. – Dijo Raúl.
- Tápate con algo de tela y sigamos, no podemos perder tiempo. - Se le notaba nerviosa, mirando en todas direcciones concentrada en buscar soluciones.
La noche daba la impresión de haber terminado con las hostilidades, sólo se oía algún disparo aislado rompiendo la aparente paz. Raúl se vendó la pierna, pensó en como habían cambiado las cosas en los últimos días, como su vida había dado un vuelco que no hubiese sido capaz de imaginar. Casi sintió nostalgia del tiempo en el que el toque de queda, la acción policial y la represión eran la norma. Llegó a la conclusión de que era mejor cierto orden, algo a lo que aferrarse para levantarse cada día, una dinámica que diese una norma a seguir. Se consideraba gregario, no le gustaba sobresalir y no creía que fuese justo en lo que se había visto mezclado. Se preguntaba por su mala suerte, por qué había tenido que coger el teléfono, cuál era el motivo por el que se había visto mezclado con el grupo que estaba destrozando la organización establecida.
- No me parece justo.
- ¿Cómo dices? – Respondió Ana.
- Que no me parece justo lo que está sucediendo, la gente que está muriendo por lo que vosotros consideráis vuestra causa.
- Lo que tú opines sobre la justicia no me importa. Siempre has sido un privilegiado y no tienes motivos para quejarte.
- No sé si sabes que yo he vivido este régimen como todos los demás ciudadanos, pero creo que el verme mezclado con todo este asunto es totalmente injusto.
- Cállate de una vez y deja de quejarte.
- ¡Cómo que me calle! – Raúl levantó la voz.
- Silencio. ¿Quieres que nos descubran?
- No sé como puedes decirme que me calle. Me has metido en un lío que quizás me cueste la vida.
- Piensa que se están produciendo cambios y puede que estés en el bando adecuado. ¿Qué pasará cuando derroquemos a los líderes y estés con nosotros? Podrás trabajar para la construcción de un gobierno mejor, donde no existan restricciones para la libertad.
- Creo que te han lavado el cerebro. Todo lo que dices es imposible, nunca existirá algo como lo que cuentas. Es necesario un control sobre la población, una organización, algo que nos marque el camino.
- Siempre serás un pesimista. Vámonos.
Ana se levantó impetuosa haciendo un gesto para que Raúl siguiese sus pasos. – Ya sé donde estamos. – Dijo.
Levantó una tapa del alcantarillado y, después de alumbrar con la linterna, bajó la escalinata. Raúl se metió después de ella, el túnel era un agujero húmedo y oscuro en el que se sumergió sin pensárselo.
Nacho Valdés
lunes, septiembre 07, 2009
En el ángulo muerto Vol. 28
Madurez
Zabala se movía inquieto en el despacho, eran cuatro los hombres reunidos en torno a la mesa gigantesca que ocupaban parcialmente. Su superficie estaba cubierta de papeles, carpetas y documentos, todos arremolinados, sin orden ni concierto. Salvo Jaime Zabala, todos vestían uniforme militar, miraban con cierta inquietud al personaje que, de píe, andaba arriba y abajo. Llevaban más de tres días encerrados, tras la caída del Palacio presidencial se habían movilizado directamente a una de las capitanías principales, habían dado la orden de no ser interrumpidos para dilucidar la situación.
- Deberíamos seguir con los mensajes confusos, procurar que la población no sepa qué es lo que está pasado. Necesitamos tiempo. – Jaime Zabala, de espaldas al ventanal que iluminaba la habitación, había dejado de moverse cuando comenzó a hablar.
- Podemos seguir utilizando la radio. – Comentó uno de los mandos.
- O restaurar el servicio de televisión y dar noticias según nuestra conveniencia. – Dijo otro.
- Para la televisión todavía me parece pronto – cortó Zabala- creo que es mejor continuar con la radio.
- ¿Y qué me dice de los servicios informáticos? La red sigue bloqueada desde que la asaltamos, nadie puede usarla en todo el territorio.
- Y así va a continuar, por lo menos durante un tiempo indefinido. Recuerden que fue uno de nuestros principales puntos de apoyo para derrocar al gobierno, no querrán que nos suceda lo mismo a nosotros.
- Estoy de acuerdo. – El militar más anciano de entre los presentes tomó la palabra.- No deberíamos bajar la guardia, máxime en el momento en el que nos encontramos. Estamos en un momento de extrema debilidad, cuanto menos sepa la población civil o nuestros posibles opositores mejor nos podremos organizar.
- En este caso la información es nuestro poder, nadie sabe realmente qué es lo que ha sucedido. – Jaime Zabala volvió a intervenir.- La población está asustada, es el momento que debemos utilizar para construir una sociedad más avanzada, sin fisuras.
- Propongo ir normalizando la situación poco a poco, si partimos de restricciones severas, cada derecho recuperado por la población será bien recibido. – Dijo el anciano militar.
- Me parece lo más adecuado. – Zabala volvió a hablar. – Cuanto más apriete nuestro puño, más agradecida estará la población cuando aflojemos. La gente conoce la corrupción del gobierno, siempre se puede disfrazar nuestra política de un timón corrector de los errores cometidos por el gobierno caído. Otro asunto es qué hacer con los prisioneros capturados, yo propongo su ejecución como enemigos del Estado. ¿Están ustedes de acuerdo? – Todos los presentes hicieron algún gesto para dar su aprobación. – Muy bien, creo que se puede levantar la sesión. Repartiremos cartillas de racionamiento en nombre de los líderes sociales, la población lo agradecerá. Buenas noches caballeros.
Jaime Zabala salió a paso firme de la habitación, estaba ansioso por reunirse con su hijo recién nacido y su esposa. En la puerta, como de costumbre, su escolta le esperaba con la puerta del vehículo abierta. Le indicó a dónde dirigirse y se perdieron en la noche.
Nacho Valdés
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