martes, mayo 19, 2009

En el Backstage



Niño Prodigio

Sí el barco que transportaba a la familia Rotemberg, allá por el año setenta y seis, hubiese virado hacia América en lugar de hacerlo hacia Europa como así estaba previsto, hoy Ariel Rot sería multimillonario. Pues sí éste chico prodigio ha sido capaz de reinventar la escena roquera española con dos bandas diferentes en dos momentos de profunda tristeza musical ¿Qué demonios podría haber conseguido en Norteamérica? Nunca lo sabremos. Sin embargo, me alegro que sea así.
Ver tocar a Ariel Rot es algo que todo el mundo debería hacer alguna vez en su vida, pues aunque no conozcas su historia o aunque no hayas escuchado sus últimos discos no te dejará indiferente.
El pasado martes doce de Mayo, unos valientes nos acercamos a la carpa que el Athletic de Bilbao había instalado en el antiguo cauce del río Turia con motivo de la celebración de la Copa del Rey. Nos reunimos allí para ver a Rot liderar desde sus seis cuerdas la avalancha de canciones generacionales de las que dispone Tequila. El ambiente, por momentos algo enrarecido, no nos privó de esa magia que bajo la yema de los dedos esconde Ariel. La banda dio una auténtica clase maestra de descaro y rocanrol. Pues Tequila, a fin de cuentas, no es más que una banda eso. (Que ya es mucho en éste bendito país).
Los viejos Tequila no se guardaron nada en los bolsillos, destilaron buen humor, y como digo grandes dosis de rock.
Sin embargo, no tuvimos bastante y fue así cómo acabé desplazándome al pueblo de Ibi (Alicante) ese mismo sábado para ver un concierto de Ariel en formato de trío acústico. En éste punto cabe mencionar como dato adicional el hecho que el pueblo de Ibi de 24.093 habitantes, tiene mayor oferta cultural que la ciudad de Valencia. En fin, estas cosas pasan.
Continuo. La columna vertebral del concierto se formó con las canciones de los tres últimos discos de Rot en solitario. Hubo un emotivo recuerdo a Antonio Vega, dedicándole la Makaroffiana Colgado de la Luna, también tuvo tiempos para acordarse de Tequila cuando transformó la pegadiza Rock and Roll en la Plaza del Pueblo en un blues de Nueva Orleáns. Ariel, como en él es habitual, estuvo amable y simpático e incluso se atrevió a bromear con las uñas pintadas de su amigo Enrique Bunbury.
Para el final dejó dos de sus canciones más conocidas, Mucho Mejor (Conocida internacionalmente como Hace Calor) y la Milonga de Marinero y el Capitán, las cuales hicieron evidente el gran cariño que el público todavía profesa a Los Rodríguez
Esto hace que sea más incomprensible todavía que la carrera en solitario de Rot no le haya llevado por los mismos derroteros mediáticos que la de su compadre El Salmón.
Pues Rot también dispone de canciones brillantes, hits potenciales y además, no lo neguemos, es un tio guapo. Es decir el pack completo, listo, guapo y toca como Dios.
Yo de mayor quiero ser Ariel Rot.

2 comentarios:

Nacho dijo...

Yo fui uno de esos valientes que se acercó al Turia para ver a los Tequila. Nunca antes había visto a Rot y quedé hipnotizado, su maestría y presencia fue alucinante.

Gran artista con un agudo sentido del show.

Abrazos.

Nacho dijo...

Beos a tí también...