Borró de mí su recuerdo con la misma eficacia con la que buscas algo valioso en un cajón vacio.
Lo poco que me queda de ella es aun suficiente como para no poder olvidarla.
Es increible conservar intacto el mundo que la rodeaba pero, a la vez, haber olvidado por completo su rostro.
Como un puzzle al que le faltan piezas esenciales.Como una canción que llega distorsionada por las ondas.
Las paredes son sordas, pero no mudas. Cuando anochece, suelen traerme sus palabras de despedida. En el armario descansa abandonado su vestido rojo, el mismo vestido con el que la maté aquella noche de marzo.
¿Crees que todavía puedes perdonarme?
Es imposible borrar el suelo de la memoria, siempre quedan manchas y cicatrices.
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