lunes, abril 06, 2009

En el ángulo muerto Vol. 10


Fin del camino

Consideraba que lo había hecho bien, en su historial no tenía más que dos derrotas y siempre había sido apreciado dentro y fuera del cuadrilátero. El problema le había llegado con la edad, no es que estuviese sonado ni nada por el estilo, aunque a sus cuarenta y tres años ya no podía pelear contra los jovenzuelos sedientos de gloria que querían arrebatarle lo único que le quedaba: el orgullo. Su cara estaba esculpida por mil golpes encajados; una nariz aplastada, unos nudillos deformes y cientos de dolores pequeños era el patrimonio que le quedaba tras una vida dedicada a lo único que sabía hacer.
Llamaron a la puerta del desvencijado vestuario, se incorporó y apagó el cigarro que tenía entre los labios. Al quedar sentado sobre la camilla su tripa se deformó dejando patente lo lejos que estaba de su mejor forma. Aún con todo le daba igual, el músculo había sido sustituido por la experiencia. – Adelante.- Una cabeza asomó por la rendija que se había abierto, era su viejo preparador. – Es el señor Constanza, ¿le digo que pase? – Butch asintió con la cabeza. Un hombre de unos sesenta años, calvo, bien vestido y con gafas de pasta entró en la habitación. La fragancia que utilizaba eclipsó cualquier otro olor que hubiese antes de su presencia, tras él se quedó un tipo joven y con cara de pocos amigos.
- ¿Qué pasa amigo? ¿Cómo llevas la preparación del combate? Butch se encendió un cigarro y abrió una lata de cerveza.
- Te veo muy tranquilo para ser tu última noche. La cara del luchador, a pesar de intentar disimular, mostró sorpresa por las palabras pronunciadas.
- ¿No quieres hablar?
- La verdad es que no. Como bien ha dicho estoy preparándome para el combate, salgo en menos de quince minutos.
- A mí me parece que lo único que estás haciendo es embruteciéndote. Mírate, no te da vergüenza salir al ring con esa pinta. - Butch dio un profundo sorbo a la cerveza.
- ¿Y a usted no le da vergüenza venir a pasearse por aquí a molestarme?
- No te pases hijo. Yo no soy uno de esos estúpidos que te admiran y te guardan, no sé porqué, cierto respeto. Si a mí me sale de los cojones podrías desaparecer.
- ¿Qué es lo que quiere? No puedo romper mi concentración.
- Guárdate las ironías para quién te las aguante, iré al grano. Mira hijo, ahí fuera te está esperando una mala bestia. Un puto negro joven, rápido y fuerte. Te va a hacer mierda.
- ¿Y a usted que coño le importa? – El tipo que estaba tras Constanza hizo ademán de echarse sobre Butch, éste ni se inmutó.
- Tranquilo. – Le dijo al guardaespaldas. – Lo que quiero es hacerte una oferta.
- Hable.
- Después de esto te vas a pudrir en algún gimnasio de mala muerte, probablemente mueras en alguna pelea de bar o por la puta cantidad de alcohol que te metes para el cuerpo.
- Repito. ¿Y a usted que le importa?
- Pues me importa en el sentido de que todos podríamos salir beneficiados.
- ¿Cómo es eso posible?
- Tú te tiras en el tercer asalto y a cambio te llevas esto. – Constanza tiró con desprecio un sobre repleto de billetes sobre la camilla donde estaba Butch.
- ¿De cuánto estamos hablando? – Dijo el boxeador sin mostrar ninguna emoción.
- Más de lo podrás ganar en lo que te queda de vida.
- Pues entonces está hecho.
- Tercer asalto, no lo olvides. Ya sabes como hacerlo, no quiero ninguna gilipollez.
- No se preocupe.
- Sabía que nos entenderíamos. No hagas el tonto, ya celebraremos tu retirada.
- Cuente con ello.

Constanza salió por la puerta, el matón dedicó a Butch una mirada de odio. Éste llamó a su preparador.
- ¿Qué ha pasado Buth? ¿Qué quería ese cerdo?
- Nada importante, no te preocupes. ¿Podrías hacerme un favor?
- Lo que quieras, ¿de qué se trata?
- ¿Han cerrado las apuestas?
- Todavía no.
- Pues apuesta todo esto por mí.
- ¿Cuánto es?
- Más de lo que podría ganar en lo que me queda de vida.

Nacho Valdés

7 comentarios:

laura dijo...

Hola cariño, la historia me ha dejado con la intriga de saber que va a pasar en el cmbate, así que no sé si aguantaré hasta que publiques la segunda parte o te la pediré antes. Por otra parte quiero felicitarte porque introduces diálogos, te han quedado muy bien los del final!
Un beso.
Laura.

Sr. Amarillo dijo...

Me ha gustado y en cierto modo me ha recordado a el personaje que Bruce Willis encarna en Pulp Fiction.
Espero con ansia la segunda parte... ¿O nos volverás a dejar a medias?

Sergio dijo...

Brutalmente cinematográfico este relato. Un muy buen ejercicio de estilo. Me he imaginado la escena según avanzaba. Enhorabuena, Butch.

....un campeón a veces cae.....

Nacho dijo...

El Sr. Amarillo está en lo cierto, una de las inspiraciones es Pulp Fiction y no, en esta ocasión no voy a dejar el relato abierto, tengo pensado contar el combate completo.

Gracias por las críticas y la semana que viene más.

Abrazos.

Anónimo dijo...

La historia promete pero dado que hay segunda parte me espero a comentar.

GDB

Anónimo dijo...

Cierto, esperemos a ver que ocurre con Butch, ¿escapará por la ventana y se fugará en un taxi?

raposu dijo...

Buena historia y una notable evolución en tu estilo de escritura... ¡ya queda menos!

Enhorabuena